domingo, septiembre 30, 2007

Necesitamos un Ardiles


Un gol de Ardiles, con la camiseta de la Selección. Una demostración de oportunismo y de capacidad de resolución.

Osvaldo Ardiles jugaba como un campeón del mundo. Hábil, lúcido, técnico, con recorrido. Era un mediocampista derecho que combinaba con dosis perfectas la destreza física con la agilidad mental. Resolvía todo con sencillez y elegancia. Como en sus días felices en Huracán, entre 1975 y 1977.
Ahora, en este Huracán que dirige Ossie, ya no hay jugadores capaces de aquello. Omar Zarif --más allá de su deseo y de su pertinaz modo de brindarse-- es una suerte de ofensa para un puesto en el que jugaron Emilio Baldonedo, Norberto Méndez, Miguel Brindisi, Ardiles, Claudio Morresi. Claro, no sólo el ex Nueva Chicago está en tal desventaja comparativa. Pero quizá sea el más emblemático de los ejemplos. Necesitamos un Ardiles. Afuera está, como técnico. ¿Y adentro cómo hacemos?