domingo, junio 30, 2013

Que quede claro


Un mensaje, una definición. Para que quede tan claro como que La Quemita no se toca.

domingo, junio 23, 2013

Un homenaje de campeones

Huracán campeón de 1928, en el retrato del diario La Argentina del primero de julio de 1929, el día siguiente de la victoria ante Barracas Central por 4-1. Un triunfo del barrio, la consolidación de Huracán como dominador de ese tiempo (junto a Boca, que resultó subcampeón a sólo un punto). Un texto para leer y que la historia guarde para siempre.
Esta campaña notable (incluyó 28 victorias en 35 partidos) impulsó también a Guillermo Stábile, goleador y figura de este equipo memorable, al Mundial de Uruguay 1930.
Se trata, sobre todo, de un tributo a aquel equipo que se decía de memoria: Ceresetto; Nobile y Pratto; Bartolucci, Federici y Settis; Loizo, Spósito, Stábile, Chiesa y Onzari. Y con el aporte frecuente de Negro, Souza y Vico. Ese que fue campeón de uno de los torneos más largos y el más numeroso de la historia del fútbol argentino. Un espejo de los mejores días, también.

miércoles, junio 19, 2013

Don Quijote y Sancho Panza


Por Eladio Mases
La revista El Gráfico, una referencia insoslayable en los años setenta. El título es una definición. Huracán y Vélez. Tan distintos, desde siempre...

viernes, junio 14, 2013

Los tiros del final: una sonrisa


Fecha 38: Gimnasia de Jujuy 0-Huracán 2, en La Tacita de Plata. Dos goles, tres puntos bajo la lluvia, una alegrìa módica, pero alegría al fin. Así, con este cierre de temporada, Huracán quedó séptimo, con 54 puntos. Lejos de todo, del ascenso y de las angustias. Es tiempo de dar el salto. Para eso llega Mohamed...

Goles: Barrales y Milano.
El mejor: Barrales.

Así estamos:
En la tabla
En los promedios
En el fixture

domingo, junio 09, 2013

Una mirada, un camino


Antonio Mohamed, en la Platea Alcorta, ante Defensa y Justicia. El Turco vio al equipo, ya como futuro técnico. Es tiempo de comenzar a sacar conclusiones. En eso anda...

sábado, junio 08, 2013

Para los jugadores...

Fecha 37: Huracán 0-Defensa y Justicia 1, en el Palacio Ducó. Se rozó el papelón y hubo razones. Las explica de modo impecable el siguiente artículo:

Por Ricardo Sapia*
Que los hinchas hayan tenido un jueves de emoción e ilusión con la asunción anticipada de Mohamed es justo y pudo relajarles la tensión de otro año perdido cuando se acercaban al estadio. Que el propio Turco ayer haya estado en el Ducó, habano en mano, para acompañar con la presencia sus palabras y dichos de unión, de retorno inmediato y de compromiso es lo que se soñaba de un hombre de la casa. Pero que los jugadores, los que se ponen la camiseta, los que decidieron no concentrarse desde hace tres fechas porque se les debe un sueldo, premios de la Copa Argentina (si hubieran acertado los penales con los mendocinos al menos la deuda tendría el sabor deportivo de seguir en la lucha por una corona que a las vitrinas y a la institución le darían ese prestigio tan manchado) y el arreglo de lo que les rompieron los que dicen ser hinchas, no se esmeraran un poquito por sumar más puntos a una campaña que no le sobra nada, no se admite. ¿Pensaron que ya había terminado el torneo? ¿Optaron por no esforzarse por intuir, algunos, que ya no seguirán? Ninguna razón es valorable. Lucieron desparramados, chocando contra el rival y lanzando pelotazos descerebrados.
De una vez por todas, ansiemos que baje la premisa desde el Turco, motivador de esta esperanza, y también desde la dirigencia de jugársela siempre a ganador. Quienes no quieran ser parte que le dejen el lugar a otro. Quienes vengan a embarcarse en el objetivo de la vuelta que estén en la línea positiva del líder del proyecto.
Huracán no es un ave de paso en sus carreras.

*Periodista. Texto publicado en el diario Olé.

El mejor: Vacante.

Así estamos:
En la tabla
En los promedios
En el fixture

jueves, junio 06, 2013

Un héroe en este lío



Hubo un día en el que entendió que no había vuelta atrás. Que esas lágrimas eran una huella. Que esa sensación duraría siempre. Que ese dolor, de fútbol y del alma, lo acompañaría como una sombra perpetua. Ese día, ese maldito día de 1986, Antonio Mohamed -el Tony, el Turco- lloró su desconsuelo mirando a los vencidos. En el Amalfitani, en aquellos traumáticos penales ante Deportivo Italiano, Huracán descendió por primera vez, luego de más de siete décadas ininterrumpidas en la máxima categoría, desde aquella aparición de 1914. Era un pibe de 16 años, promesa de las inferiores, hincha sin antídoto, alcanzapelotas de ocasión. Debutó pronto en Primera y cuatro años después de aquel 24 de junio fatídico gritó su revancha: en la cancha de Los Andes, repleta como nunca, hizo el único gol de un partido que significó el regreso de Huracán a Primera, su lugar. Volvió a llorar. Pero esas lágrimas eran otras.

Nunca, ni antes ni después del dolor ni del abrazo de la gloria por un rato, Mohamed dejó de ser lo que es: un Quemero de ley. La última de las situaciones lo retrata: estuvo a un penal de meterse en las semifinales de la Copa Libertadores con el Tijuana frente al Atlético Mineiro, le ofrecieron la conducción del Santos y la del Monterrey. Pero no. El Turco, ahora, otra vez, volverá a su lugar en el mundo: Parque de los Patricios, La Quema, el Globo de su corazón. También lo exhibe una anécdota: aun con el equipo mexicano en la competición, el Tony anduvo por Buenos Aires. Se lo vio en sin cámaras ni reporteros mirando a las divisiones infantiles en el gimnasio de la sede. Firmó autógrafos, accedió a filmar un spot para la histórica marcha del Día Mundial del Hincha de Huracán al Obelisco, abrazó niños, amigos, socios. Prometió volver. Y acá está. De regreso, en un lugar del que nunca se fue ni se irá. Hoy, jueves 6 de junio de 2013, Mohamed se convertirá en el entrenador de Huracán. Pero no es una cuestión contractual esta llega. Es algo más grande: desde la fecha de su asunción el Turco se ganará un espacio en el pedestal de los inobjetables de la historia del club. Lugar de pocos, lugar de grandes: Stábile, Onzari, el Negro Laguna, Masantonio, Baldonedo, Tucho Méndez, Miguel Brindisi, el Loco René.

El último partido que Mohamed dirigió a Huracán es un entusiasmo a la distancia. Sucedió en 2007, en La Bombonera. Hacía poco había ganado la Promoción ante Godoy Cruz, tras aquella final de derrota y de bochorno frente a San Martín de San Juan. Era el último partido de la sexta fecha, ya de noche en La Bombonera. El equipo recién ascendido venía invicto (dos victorias y tres empates) y un triunfo le servía toda la punta. Pero el Turco ya lo tenía decidido: se iba del club, contrariado con la conducción de Carlos Babington, harto de los manejos de almacén. El equipo perdió 1-0 (gol de Pablo Ledesma, de penal). No hubo punta ni tapa de los diarios, pero sí despedida. Y en ese adiós, también hubo palabras de queja. Mohamed, otra vez, ponía a Huracán frente al espejo. No lo escucharon. Nada cambió, más allá del espasmódico milagro que construyó Angel Cappa. Hubo otro descenso y en la temporada 2013/14 comenzará la tercera temporada consecutiva de Huracán en el Nacional.

Y acá está de nuevo, como si el tiempo no hubiera pasado. Como si no estuviera en la mira de varios clubes capaces de pagarle "diez veces lo que le va a pagar Huracán", tal como contó un dirigente. Pero el Turco dice otra cosa. Dice que no resignó nada. "Estar acá no tiene precio". Y ya empezó a trabajar incluso antes de asumir. Cuentan que ya habló con varios potenciales refuerzos (Pozo, Cellay, Garcé, Bertoglio, Tito Ramírez, Milla, entre otros) y vio varios partidos del equipo para sacar conclusiones. También se emocionó hasta el sollozo al momento de su presentación, en la Sede de la Avenida Caseros, en ese Polideportivo que se llenó de un entusiasmo nuevo. Como el que suele contar esa bandera que acompaña su retrato en la popular Ringo Bonavena: "Mi único héroe en este lío".

Mohamed Tiene por delante una tarea difìcil transformada en obsesión, el regreso de Huracán a Primera. Pero quizá esa no sea la más relevante de sus funciones. Dijo lo más importante: "Vine para unir a Huracán. Y para avanzar juntos". Invitó a cada hincha a hacerse socio; pidió a los socios que acercaran más socios. "Esto lo hacemos entre todos", expresó a modo de mensaje. En la cara, además de la emoción, habitaba una de las sonrisas más grandes que se le conozcan. Y después de mil abrazos, de escuchar ovaciones, de caminar a paso limitado por el cariño unánime, Mohamed se fue. O no tanto. Porque el Turco nunca se va... Siempre está volviendo.

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.

miércoles, junio 05, 2013

Bienvenido


Después de seis años, Antonio Mohamed volverá a ser el entrenador de Huracán. Es un entusiasmo que nace. Es una alegría inevitable. El idilio continùa, Querido Turco de La Quema.

martes, junio 04, 2013

Te queremos ver


Luna Quemera y un modo de ver la vida: con ojos de Huracán. Asombra esta calle: dice sin necesidad de palabras.

domingo, junio 02, 2013

"Depende..."



El spot publicitario del Atético de Madrid, en 2012, justo antes de la final de la Europa League ante el Athletic de Bilbao. Un modo de relacionarse con el fútbol, una manera de entenderlo. La pasión muchas veces no coincide con la gloria de los títulos. Pero cuando ambas se abrazan sucede algo mágico y único: la gloria dura para siempre...

Y ese es el caso de nuestro Huracán, el más campeón de los años 20, el del Equipo de los Sueños del 73, el de los padecimientos de cuarenta años, el del precioso espasmo de Los Angeles de Cappa, el de los cuatro descensos, el de su gente inquebrantable...