lunes, noviembre 30, 2009

Defederico denuncia


La entrevista que usted leerá fue hecha, telefónicamente, dos semanas atrás. El último partido de Huracán había sido el embustero 1-1 ante Arsenal, y nada de esto -nada- había pasado: ni el clásico ante San Lorenzo, ni la anunciada ida de un Cappa que finalmente renunció, ni la goleada, imperdonable, ante Gimnasia. Charlando furioso en su departamento de San Pablo, Brasil, Matías Defederico grita el cáncer de este Huracán: la atemporalidad. No importa cuándo pasa lo que pasa: siempre será igual. Analogía argentina, este Huracán, que vivió su Clausura menemista y ahora se mira la pilcha gastada del 2001. "Todos los técnicos se fueron como Cappa: mal. Mohamed, Ardiles, Ubeda, todos, y eso es porque algo no funciona. Yo entiendo a Angel, pero su renuncia demuestra lo difícil que es trabajar en Huracán", se descargará, en un segundo contacto, sobre la actualidad. Lo mejor, sin embargo, es lo que nos contó antes, las dos semanas atrás. Defederico levanta la alfombra con la velocidad de un mago, y ya nada se puede hacer: la mugre se descubre, brillante, ante nuestros ojos.
"El del Clausura era un grupo de la puta madre. Cuando le ganamos 4-1 a Argentinos nos debían tres meses de sueldo. Al otro día nos reunimos con los muchachos. 'Basta, loco', nos dijimos. 'O nos pagan, o juega la Cuarta'. Seguimos charlando, y al final nos convencimos de otra cosa: 'Che, estamos ahí de la punta, Huracán nunca estuvo así, olvidémonos de la plata: vamos a jugar por el honor'. Fuimos y se lo dijimos a Babington: 'Carlos, paganos cuando puedas'. Hasta esas cosas tuvimos de buenos, y el chabón nunca tiró para nosotros, nunca hizo nada por nosotros. ¿Entendés qué es lo que me da bronca? La gente me puteaba, pero no sabe todo esto. ¿Vos te creés que no me gustaría volver a Huracán? Jugué diez años ahí, era redondo irse bien y mañana retornar sin dramas. Por eso me dio bronca cómo me fui, porque yo no sé si podré volver. Todavía tengo muchísima bronca".
-Pero vos fuiste el que dijo que se quedaría.
-Por supuesto. Todo lo que dijo Angel era verdad: yo fui el primero que le dijo que si él se iba, nos íbamos todos. Porque nos habíamos quedado por él, sólo por él, si Huracán no tenía nada. Estábamos Paolo (Goltz), Edu (Domínguez), Mario (Bolatti) y yo, nadie más, porque el Pato (Toranzo) y Leo (Díaz) no habían arreglado. Vos no te olvides de que yo me fui una semana antes de empezar el torneo. Huracán era un quilombo y Babington nos decía que nos quedáramos tranquilos. La puta que los parió, ¿tuvimos dos meses para solucionar todo y una semana antes nos decís que nos quedemos tranquilos?
-No te arrepentís de haberte ido, por lo visto.
-Al contrario. Sí me arrepiento de haberme ido, aunque no de cómo me fui. Yo no voy a mentir: dije que me iba a quedar y no me quedé, bárbaro. Pero no es que yo le fallé a Angel: los dirigentes hicieron que le fallara. A veces me dan ganas de llorar. La gente debe decir: "Este hijo de mil putas se fue a ganar plata a Brasil", y yo no me fui sólo por eso. Yo me las comí todas en Huracán. Todas, ¿eh? Martínez me decía que sería titular y me dejaba afuera. O me hacía viajar con la Cuarta a Mendoza, 17 horas en colectivo, y me ponía en el banco. Entonces, como me comí las mil y una, la vez que pude darle un subcampeonato al club, porque el campeonato me lo robaron, cuando pude darle una alegría a los hinchas de un Huracán que siempre peleaba el descenso, pasó todo lo que pasó.
-¿Por ejemplo?
-¿Por ejemplo? En la Comisión dijeron que me habían subido el sueldo. Dijeron que yo pasaba a cobrar 100 mil pesos. Apenas cobraba el 10% de eso, yo. Después del torneo les pedí, ponele, 25 mil. "No, 25 no", me dijeron. "Loco, no se quedó nadie, yo quiero seguir y ¿no me pueden dar 25?". Que sí, que no, que sí, que no, y en el medio cayó un juvenil. ¿Sabés cuánto le dieron?
-Ni idea.
-30 mil. Ahí nomás lo encaré a Babington y le dije: "Sos un hijo de puta". Se lo dije. Un caradura. Por eso me rompió las pelotas cómo me fui. La dirigencia le decía a la prensa que ojalá me quedara, y a mi representante, que me vendiera, porque necesitaban la plata. Y no fui el único al que le pasó eso.
-¿Arano, Araujo?
-Al Pipi lo boludearon todo el tiempo. "Mañana te depositamos la plata", le decían. Si el Pipi se iba a quedar... Pero le dijeron mañana, mañana, mañana, se cansó y se fue. Y está perfecto. Con un compañero le pedimos una reunión a Babington. "Carlos, más que un equipo de Primera, esto parece un jardín de infantes", le dijimos. Se probaban chicos de 16 años como si fuera una Novena, ¿me entendés? El que mejor jugaba, quedaba. ¡Loco, somos Huracán! Entonces le dijimos a Carlos: "¿No podés traer cuatro jugadores buenos?". A una semana del debut, no sabíamos con quién íbamos a jugar.
-Cambiaron los laterales y los delanteros. La base es la misma, vino Díaz...
-El Rengo llegó cuando yo ya me había ido. Leo arregló un día antes del debut, el Pato arregló después... ¡Por eso mi desesperación! Te soy sincero: después de un amistoso que perdimos con Tigre, un amistoso que jugamos con pibes de Cuarta, le dije a mi representante: "Ale (Bouza), sacame de acá. Nos va a ir mal, no va a pasar nada, y sería feo arruinar lo que hicimos porque Huracán no puede traer un jugador de renombre". Hay una que fue increíble, increíble...
-¿Cuál?
-Los dirigentes le dijeron a Angel que le habían traído un juvenil para que lo viera. Angel lo vio y les dijo que sí, que lo dejaran, pero que "le va a faltar". ¿Sabés qué le contestaron? "Bueno, mejor, porque ya le habíamos hecho contrato". Entonces se enojaron todos, porque se juntó con lo de mi contrato. Yo no quiero matar a los pibes, ellos no tienen la culpa, pero digamos la verdad: salvo el Rengo, ninguno jugó en Primera. No te digo que traigas a cuatro jugadores de elite, pero... O retené a Nieto, al que se quisieron sacar de encima. Con este medio, que es el mismo, el Rengo y yo, y Nieto arriba, no es un mal equipo. Pero en la pretemporada no había nada: jugábamos con pibes de 16 años, ¿me entendés? Yo no soy un jugador consagrado, pero en el Clausura teníamos un equipazo, y me rompía los huevos lo que pasaba. Loco, traé a uno que al menos haya jugado en Primera.
-¿Lo llamaste a Angel?
-No.
-¿Por?
-Porque no sabía si me iba a cagar a puteadas. Quizá me decía: "Mati, te entiendo", andá a saber. Yo creo que me hubiera entendido. Estoy con bronca, loco, me peleé con el técnico que me hizo jugar bárbaro, el mejor técnico del fútbol argentino, y todo por un tipo que nos va a llevar otra vez al descenso. Yo sé que los hinchas no me van a perdonar, y está bien. Tampoco pido eso: sólo pido comprensión. El que quiera pensar: "Este pendejo culorroto se agrandó porque jugó bien seis meses", que lo piense. Pero que al menos sepa lo que pasó.
-Dijiste que Babington los va a llevar al descenso, y hasta hace poco se hablaba de la Copa.
-Rezá que Huracán no entre a la Libertadores, rezá, porque si no se va a la B. En el Clausura estaban todos entusiasmadísimos con entrar a la Copa... ¡Menos mal que no salimos campeones! Primero, bueno, porque no sé de dónde iban a sacar plata para pagarnos, y segundo, porque el año que viene, si Huracán tenía que jugar dos torneos, se iba a la B. Huracán no tiene plantel para dos torneos. "Angel, abra los ojos", le dije una vez. "Usted es el mejor del país, usted sabe que no le podemos ganar ni un amistoso a Atlas". Me dijo que no, que no era así. Angel no se merece lo que le hicieron, y los muchachos tampoco. ¿Me entendés?

Entrevista publicada por el periodista Ignacio Fusco, en Olé.

sábado, noviembre 28, 2009

El día que la Copa quedó tan lejos...



Escenas de la derrota contra Independiente. Los dos goles que exhiben claras dificultades en defensa. Y una sensación inevitable que dejó el partido: la Libertadores es un horizonte demasiado difuso, tan lejano...

Cappa, el hincha número uno


Angel Cappa estuvo en el Libertadores de América. Ya no como técnico; si no, como hincha del Huracán de su corazón. Antes, en su Blog, había escrito: "Y ahora que ya no estoy, empiezo a pensar en la vuelta. Mientras tanto alentemos a los jugadores que resisten este mal momento para poder mejorar en lo posible el dichoso promedio (...). Un abrazo emocionado y nos vemos en la cancha".

¿Y ahora, quién podrá defendernos?


Apertura, decimosexta fecha: Independiente 2-Huracán 0, en el Libertadores de América. No nos salva ni el entrañable Chapulín Colorado. Otra caída que tiene un significado inequívoco: la clasificación a la Copa de 2010 es, a esta altura, una quimera.

El mejor: Gastón Monzón.
El peor: Ezequiel Filipetto.

Así estamos:
En el Apertura
En los promedios
El fixture

jueves, noviembre 26, 2009

Ese emblema


El Gráfico eligió al Ducó para ilustrar el comienzo de la temporada de 1959 en su tapa. La platea Miravé lucía repleta y el mástil, doce años después de aquella inauguración ante Boca (4-3, el 7 de septiembre de 1947), ya era un emblema de uno de los mejores estadios de América. El campeonato comenzó el primer fin de semana de mayo y en la fecha inaugural, como local, Huracán igualó 1-1 ante Estudiantes. Esa campaña, dirigido por Néstor Rossi -el inmenso Pipo-, el equipo de Parque de los Patricios terminó octavo junto a Boca, luego de nueve triunfos, doce empates y nueve derrotas.

miércoles, noviembre 25, 2009

La última tapa


Angel Cappa, en la portada de Olé. La última de su segundo ciclo en Huracán. También, la primera escena posterior a la despedida.

El adiós y después...


Angel Cappa dejó de ser el técnico de Huracán. Lo anunció en los primeros minutos del martes a través de su blog ( http://cappadt.blogspot.com/): "Quiero despedirme de todos con la esperanza de volver algún día. Dije y repito que a este club llegué como técnico y me voy como un quemero más, porque ustedes me hicieron sentir así. Y es un orgullo para mí. Vivimos cosas inolvidables. Tuvimos el privilegio de asistir al nacimiento y breve desarrollo de un equipo que seguramente pasará a la historia de este club y posiblemente ocupará también un lugar importante en el fútbol argentino". Su adiós significa el fin de un ciclo que quedará guardado para siempre en la historia de estos 101 años de Huracán, cerca de los Reyes de los Años 20 y de los días felices de los 70.
No sólo eso: la despedida de Cappa es también la consecuencia de un club que, más allá de algunas espasmódicas mejoras, continúa en ese recorrido traumático e incómodo que ya lleva dos décadas. Esta situación invita a preguntas poco agradables. ¿Qué pasará ahora? ¿Volverán aquellos días que derivaron en dos descensos en cuatro temporadas, entre 1999 y 2002?
Cappa se despidió, ayer al mediodía al salir del Ducó, con una frase que resultará una añoranza, tal vez por muchos años: "Me llevo la alegría de saber que la identidad del fútbol argentino no está muerta. Los argentinos sabemos que a partir de este Huracán, nuestra identidad continúa viva. El tiki tiki es lo mejor que le pasó al fútbol argentino en los últimos 20 años".
Con él también se irá su ayudante, Francisco Russo, quien aparecía como el principal candidato para hacerse cargo del plantel en las cuatro fechas que restan del Apertura. "Vine con él y me voy con él", fue la respuesta de Fatiga. Y explicó: "Si Angel se tomaba una o dos semanas de descanso yo no tenía problema en reemplazarlo ese tiempo. Pero renunció y no pudimos cumplir el deseo de todos, que era quedarnos en el club".
Por ahora, el técnico será Héctor Jesús Martínez (ex futbolista del club en 1974 y actual coordinador de las Inferiores). Martínez dirigió a Huracán durante ocho partidos del Apertura 2008, justo antes de la llegada de Cappa: ganó tres, empató tres y perdió dos. Y fue el DT del Día del Centenario, en el encuentro con Estudiantes (1-0, en el Amalfitani, con gol de Gastón Esmerado). ¿Y después, qué? "Nos reunimos con Brindisi y tiene un compromiso que no puede disolver; no podrá venir. Diego Cocca es una posibilidad", dijo anoche el presidente Carlos Babington en ESPN Radio.
El futuro de Cappa está claro. Lo explicó él mismo: "Voy a seguir cerca de los jugadores. Voy a ir a ver los partidos contra Independiente, Banfield y Boca; luego me iré unos días a Bahía Blanca, a mi casa...". Lo que no está tan claro es el horizonte de Huracán.

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.

martes, noviembre 24, 2009

Hasta siempre...


Se fue Angel Cappa. Se terminó un ciclo que no tendrá olvido. Es la despedida de un técnico. Es el hasta siempre para un Quemero.

Más:
Las explicaciones, en el Blog de Cappa.

Demasiado recibimiento para tan pocos puntos



Sale Huracán a jugar el clásico ante San Lorenzo, en el Ducó. Lo recibe su gente, que le puso clima de fiesta a pesar de las circunstancias (el equipo llegó penúltimo al encuentro, con apenas 10 puntos de 42 posibles). Otra vez, lo mejor estuvo en el contorno.

lunes, noviembre 23, 2009

Que el próximo sea en paz


El Padre Farinello y el Padre Pepe, juntos, en una producción del diario Olé. Se hicieron bromas, hablaron de los equipos de sus corazones, contaron historias vinculadas a sus modos de vivir El Clásico de Barrio Más Grande del Mundo. Y sobre todo dejaron un mensaje: que sea en paz. Esta vez, en el Ducó, volvió la insoportable violencia. Que el deseo de ellos dos (y de la amplísima mayoría) se cumpla en la próxima edición.

domingo, noviembre 22, 2009

Sin Ducó


Otra mala noticia: el Ducó fue clausurado de manera provisoria por los incidentes del clásico, que dejaron 19 policías y dos hinchas heridos. La medida, en principio, se mantendrá hasta tanto se resuelvan las dos causas iniciadas con relación a los episodios violentos sucedidos en el Palacio.

Más:
Otros detalles, en Olé.

Así no se juega un clásico

La escena del primer gol, convertido por Renato Civelli. Mario Bolatti y Leandro Díaz se miran. Fue el principio del desconcierto.

Lo que sigue es un texto publicado por Ricardo Sapia, en Olé. Realidad en estado puro:

A varios de los jugadores les faltó identidad futbolística para representarnos ante los de al lado. Con un arranque de cinco minutos fugaces no alcanza. Eso habla de una pobreza de nivel que se hizo carne en el equipo. De compromiso para querer ganarlo. Porque un clásico hay que ganarlo. O al menos dejar ver que se hizo lo imposible. Pero no. Las limitaciones están a la orden del día. Algunos se la pasan pivoteando, otros regalan la pelota con un infantilismo. O la mueven de un lado al otro o intentan la individual tratando de llegar a las barbas rivales al estilo maradoniano. Ni hablar de la liviandad. De no defender la bola como si fuera la última. O de actitudes incomprensibles como decretar zona liberada en el área propia para un gol ajeno. O una expulsión con más de media hora por jugar y 0-1. Hasta se pifia con cambios apurados u otros demorados (es humano y no mago). Sólo quedó un esbozo de quiebre de la realidad en la vergüenza del Gato y en las atajadas de Monzón (salvó el papelón). Era innecesario dilapidar lo hecho en el Clausura. Como también lo fue mostrar un trapo quilombero. Hay que hacerse cargo o lo vamos a pagar carísimo.

Este vacío, un agujero sin fin...


Apertura, decimoquinta fecha: Huracán 0-San Lorenzo 2, en el Ducó. Una derrota, la que menos gusta. Un dolor, el más feo de todos. Un vacío, este agujero sin fin.

El mejor: Gastón Monzón.
El peor: Rodrigo Malbernat.

Así estamos:
En el Apertura
En los promedios
El fixture

sábado, noviembre 21, 2009

Cappa, según Carrascosa

Jorge Carrascosa jugó en Huracán 298 partidos entre 1973 y 1979. Fue campeón en el Metropolitano de 1973; subcampeón en 1975 y en 1976 y semifinalista de la Copa Libertadores de 1974. También resultó un paradigma de su puesta para todo el fútbol argentino. Lo que sigue es un tramo de una muy buena entrevista realizada por los periodistas Francisco Pandolfi y Ezequiel Scher para el sitio Nos Digital. Un Carrascosa aunténtico, cercano, impecable. Acá, hablando de Angel Cappa y ese modo compartido de sentir el fútbol. También de su deseo de que el técnico continúe al frente del equipo de Parque de los Patricios.

Cómo te vas a ir ahora, parece decirle, sin decirlo. Justo ahora, mi viejo. Quedate un poco más, parece pedirle Jorge Carrascosa, uno de los máximos exponentes de la historia de Huracán a Angel Cappa, director técnico del equipo de Parque de los Patricios.
"Me enteré que lo convencieron para que se quedara, estas cosas son propias de la vorágine que encierra al fútbol y en la que vivimos todos".
-¿Hacía mucho que en el fútbol argentino no ocurría la revolución que sucedió con Cappa?
-Lo de Cappa fue una alegría para todos, hinchas de Huracán o no. Uno vuelve a creer que jugando bien también se pueden obtener resultados positivos. Con él, uno disfruta de tres pases seguidos, un toque al pie, juego en velocidad y con precisión. Para esto hay un docente, un maestro con buenos jugadores, quien logró que todos estén contentos. Reflejó en la cancha lo que yo entiendo como lo más importante en el fútbol y en la vida también, lograr que sea un juego de equipo. Cada jugador es tan importante como cualquiera, lo digo con mucha seguridad.
-¿Cappa es un oasis en el desierto del fútbol argentino?
-Hoy Cappa es un soplo de aire fresco que le hace bien al fútbol pero no sólo argentino, sino mundial. Ojalá muchos piensen similar y se transforme. Imaginate campeonatos apasionantes, que hasta la última fecha no se sepa quién es el campeón. Cappa representa al fútbol que me gusta ver, como Holanda del ’74, que era realmente una máquina, defendían y atacaban los once. Eso fue una revolución, ante eso, qué vas a hacer. Hoy todo es roce, se achicaron los espacios.
-¿La campaña del último torneo te evocó al Metropolitano de 1973 ganado por ustedes?
-Sí, lo que ahora pasa con Cappa es similar a lo que sucedió cuando ganamos el campeonato. Toda la familia se volcó a la cancha e incluso personas que no eran hinchas del club, también iban a ver el partido. Esto hacía muchos años que no ocurría. A la gente le gusta ver buen fútbol y Cappa hace bien.

Más:
La entrevista completa, en Nos Digital.

jueves, noviembre 19, 2009

El Brazenas sueco


Se llama Martin Hansson, es sueco y dirigió el partido decisivo del Repechaje entre Francia y la República de Irlanda, en París. Ya en el alargue permitió lo mismo que Gabriel Brazenas en la definición del último Clausura: una injusticia de tamaño mundial. Thierry Henry la bajó con la mano de manera grosera y facilitó el gol de William Gallas que sirvió para el empate y la clasificación de los subcampeones de Alemania 2006. No sólo eso: en la jugada también había off side. El ministro de Justicia irlandés, Dermot Ahern, exigió a la FIFA que "en nombre del juego limpio" se vuelva a disputar el partido. En declaraciones que publica el sitio británico Times Online, Ahern explicó que "si este resultado queda firme, se reforzará la idea de que cuando uno hace trampa, gana". Cualquier similitud con El Despojo del 5/7, en Liniers, quizá no sea pura coincidencia...

Cappa, el adiós y la huella


Angel Cappa lo dijo sin que nadie se lo preguntara: "A Huracán llegué como técnico y me voy como quemero". Entre su llegada (aquel 3-3 inaugural frente a River, en el Monumental) y su adiós inminente, el entrenador construyó un idilio múltiple. Primero, con el juego, ése que propuso y que reivindicó la historia (la de los Reyes de los Años 20 y la del memorable Equipo de los Sueños de 1973) con el notable equipo del Clausura 2009, una suerte de campeón sin vuelta olímpica. Luego, con los jugadores, que encontraron el perfecto modo de expresarse sin inhibiciones. Y para siempre, con el hincha auténtico, que encontró en él, en Angel, la perfecta excusa para que el Ducó volviera a permitir el aplauso teatral y para que el Globo de Newbery en el pecho fuera --otra vez-- un orgulo inflado.
Se va el señor Cappa de Parque de los Patricios. Se va porque lo defraudaron. Porque no le cumplieron. Porque al mes siguiente de la promesa de continuidad de Javier Pastore y de Matías Defederico ya no contaba con ninguno de ellos en el plantel. Porque nadie desde la dirigencia lo apoyó en su quimera europea, tras los pasos de refuerzos en nombre de la revancha.
No perdió Cappa. Nada de eso. Dejará una huella indeleble. Pero no sólo por los días felices del primer semestre posterior al Centenario. Sobre todo, porque eligió el camino más difícil: se quejó de lo que le hace mal a este club que lo emocionó (empresarios, desorganización, planificación de corto plazo). Por eso, su mensaje debe servir como un principio para Huracán. Si no, correrá riesgos graves: aquellos que cuentan los fantasmas de dos descensos en cuatro años.

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.

miércoles, noviembre 18, 2009

Nuestro Bambino

Rendo y Veira en la tapa de El Gráfico número 2628, de febrero de 1970. Huracán, protagonista en el inicio de la temporada.

Héctor Rodolfo Veira fue y es uno de los más grandes ídolos de la historia de San Lorenzo (incluso fue el más elegido en todas las encuestas que se hicieron el año pasado, en ocasión del centenario del club de Boedo). Sin embargo, impulsado por su sentimiento de los días de pibe y por varios amigos quemeros (como su inseparable compañero de andanzas, Oscar Ringo Bonavena, o como el Toscano Rendo, con quien posa en la tapa de El Gráfico), jugó durante dos temporadas en Huracán. Disputó, en total, 45 partidos y convirtió 21 goles con el Globo de Newbery en el pecho entre 1970 y 1971. Tenía un talento enorme. Y también supo mostrarlo en Parque de los Patricios, ese barrio que cobijó muchos de sus días felices, más allá del campo de juego. Incluso para 1971, el Bambino convenció a Horacio Narciso Doval, uno de sus socios más emblemático, para que jugara en Huracán. Cuentan que aquel carácter lúdico de ambos fue el principio de lo que llegaría en breve: el título de 1973 y el mejor lustro de la historia de Huracán, tras los inolvidables años 20.
Lo que sigue fue publicado en 2007 en el Libro "San Lorenzo Campeón", editado por Clarín: "El caso de Héctor Veira es, quizá, el más sintomático. Era ídolo de San Lorenzo y convivía, en un departamento frente al zoológico, con el más representativo de los hinchas de Huracán: Oscar Natalio Bonavena, el irrepetible Ringo. Salían a correr, boxeaban (esa pasión que El Bambino había heredado de su padre), se divertían. Componían el dúo más divertido de aquel Buenos Aires. Veira había nacido quemero, pero el tiempo y la camiseta lo hicieron cuervo. Jugó para San Lorenzo entre 1963 y 1969 y en Huracán en 1970 y 1971; más tarde, ya en 1973, regresó a Boedo. Hombre de barrio, de bar, de bohemia, el Bambino es el perfecto representante de la impronta de este clásico".

martes, noviembre 17, 2009

Olvido imposible



San Lorenzo 0-Huracán 1, en la Bombonera. La fiesta del último clásico. Escenas para recordar. Y para volver a vivir, ahora en el Ducó.

lunes, noviembre 16, 2009

El Bosque Maldito (una película de terror)


Apertura, decimocuarta fecha: Gimnasia 4-Huracán 1, en el Bosque. Ganamos una vez en 36 años en 60 y 118. La última victoria sucedió en el tristísimo 1986. Eso lo cuenta la historia y duele. El presente también señala que el equipo parece aplastado, sin respuestas. Y eso duele más, sobre todo antes del Clásico del sábado.

Gol: Diego Rodríguez
El mejor: Vacante.
El peor: Gonzalo García y Kevin Cura.

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sábado, noviembre 14, 2009

Si te tratan mal, vení...



Cuentan que a Javier Pastore no lo están tratando bien en el Palermo, de Italia. Señalan que no la está pasando bien. "El, evidentemente, no ha sido aceptado por el grupo. Tienen que pasarle más la pelota, creer más en él", dijo Maurizio Zamparini, el presidente del club. Fue titular en nueve de los doce partidos que jugó el equipo. Pero se siente incómodo, desprotegido. Acá, en Buenos Aires, te esperamos cuando quieras...

jueves, noviembre 12, 2009

Y Cappa no se va...



Después de una noche de rumores sobre la renuncia de Angel Cappa, el propio técnico desmintió la situación. Los jugadores lo convencieron para que siguiera. Y continuará al menos hasta diciembre. Es una buena noticia. Y una invitación para reaccionar desde la conducción del club.

miércoles, noviembre 11, 2009

La Sexta, de Primera

La formación en el día de la consagración: Aguirre; Romero, Villán, Cáceres, Amuso (Pachamé); Chacón, Borovinsky, Seguel; Canelo (Kohn); Quintana y Bottaro (Rebuffo). Suplentes: Femia y Gómez.

La Sexta División de Huracán, dirigida por Gabriel Rinaldi (ex marcador central del club, en la década del 90), se consagró campeona. Derrotó 4-1 a Gimnasia La Plata, en la cancha Emilio Baldonedo de La Quemita, y mantuvo la ventaja con Boca y con Belgrano de Córdoba. Pero consiguió algo mucho más importante que la consagración: envía así un mensaje para todos los dirigentes (los que están y los que vendrán). No hay otro camino: la apuesta más fuerte tiene que ser en este rubro. Hay que ampliar el presupuesto, armar un mecanismo de captación de futbolistas menores, ofrecer óptimas condiciones de trabajo, procurar el crecimiento de los juveniles sin apuros por vender sus pases. Hay que garantizar el largo plazo y la política de club, más allá de quién gobierne. Si eso no sucede, de poco más que de una alegría pasajera habrá servido esta vuelta olímpica. Lo importante, por eso, no es este final feliz para la campaña. Lo relevante, en definitiva, es que se trate de un principio.

martes, noviembre 10, 2009

Ese golazo en vano



Nicolás Trecco sorprendió. Zurdazo desde el borde del área directo al ángulo. Era un gol de tres puntos. El desenlace le quitó relevancia. De todos modos, aplausos.

lunes, noviembre 09, 2009

No se puede creer


Apertura, decimotercera fecha: Huracán 1-Arsenal 1, en el Ducó. Ultima jugada, último tiro, gol de Arsenal. Dos puntos menos en la lucha por entrar a la Copa Libertadores 2010. Se jugó mal y se ligó peor (hasta Paolo Goltz dilapidó un penal). No se pueden creer tantos desencantos con el azar.

Gol: Nicolás Trecco.
El mejor: Patricio Toranzo.
El peor: Pablo Jerez.

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domingo, noviembre 08, 2009

De subcampeones y exitistas



Este video y una reflexión, sobre todo ahora, que nos va mal, que no hay sendero feliz. "Se vive para ir; no se vive para llegar...". Lo dice Eduardo Galeano. Y eso hizo nuestro Huracán en el último Clausura: fue, caminó, quiso, emocionó, recorrió, procuró felicidades. Para la implacable vara de los exitosos (que, en realidad, escasamente ganan), no llegó. Para los Angeles de Cappa y para los Quemeros de ley sirvió el andar, cada paso. Los que sólo aplauden campeones se atragantarán con Hungría de 1954 y con Holanda de 1974. También con este Huracán, daga afilada para lidiar con exististas, que consiguió algo mucho más grande: desnudó una vergüenza y les quitó el maquillaje a los ventajeros agazapados.

miércoles, noviembre 04, 2009

Señor Nieto: nos equivocamos



Estaba agazapado el goleador. Había que esperarlo, tal vez. Es fácil decirlo con el diario del día después, claro. Pero ante la falta de peso de Huracán en el área, surge la conclusión: con Federico Nieto nos equivocamos. Tan bien nos vendrían sus diez goles en este Apertura...
Y, además de "un profesional muy valioso" (como lo definió Angel Cappa), se nos fue un tipo respetuoso del Globo de Newbery que llevó en el pecho durante tres torneos. Por eso, no gritó ninguno de sus tres goles bajo el cielo de Santa Fe. Por eso, también se lo extraña.

martes, noviembre 03, 2009

Tres golpes y afuera


Apertura, duodécima fecha: Colón 3-Huracán 0, en el Cementerio de los Elefantes. Por primera vez en las 12 fechas del torneo, Huracán se está quedando afuera de la Copa Libertadores (por diferencia de goles). Es decir, el gran objetivo del semestre no se está cumpliendo. Y eso, sumado a la falta de contundencia y de regularidad en el juego, preocupa. Mucho.

El mejor: Vacante.
El peor: Alan Sánchez.

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