martes, diciembre 22, 2015

Allá vamos, América


Se sortearon los cruces y los grupos de las primeras dos fases de la Copa Libertadores. Huracán deberá enfrentar en la etapa inaugural a Caracas. El primer partido, que marcará el inicio de la edición 2016 de la máxima competición continental, sucederá en el Palacio Ducó, el 2 de febrero. La revancha, a la semana siguiente será en el Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Más:
Detalles del Caracas, en su web oficial.

En caso de pasar de ronda, Huracán accederá al Grupo 4 en el que se enfrentará a Peñarol (pentacampeón y cabeza de serie), Atlético Nacional (campeón de la Libertadores en 1989) y Sporting Cristal. El eventual fixture es el siguiente:

Primera Fecha: Atlético Nacional (en el Palacio Ducó)
Segunda Fecha: Peñarol (en Montevideo, en la inauguración oficial del Estadio de Peñarol)
Tercera Fecha: Sporting Cristal (en Lima)
Cuarta Fecha: Sporting Cristal (en el Palacio Ducó)
Quinta Fecha: Peñarol (en el Palacio Ducó)
Sexta Fecha: Atlético Nacional (en Medellín)

domingo, diciembre 20, 2015

Pintar la gloria


Huracán busca, quiere, va. La imagen pertenece a 1928, tiempo de gloria como nunca. Aquel momento en el que éramos los mejores en el mejor fútbol del mundo, el del Río de la Plata. Decían que la gloria nuestra era en blanco y negro. Ahora le estamos poniendo colores...

jueves, diciembre 17, 2015

Un lindo trío



Antonio Mohamed,Víctor Delgado, Sergio Saturno. Con ellos tres como figuras Huracán regresó a su lugar, en 1990. Con ellos tres, también, protagonizó sin traumas aquellos primeros años de la década del 90. Acá, en este video, un triunfo 3-1 ante Argentinos, con goles que llevaron el sello de cada uno de ellos. Un lindo trío. Para aplaudir, para recordar.

lunes, diciembre 14, 2015

La historia como corresponde


Por Roberto Guidotti
Dice Jorge Iwanczuk, autor de libro Historia del fútbol amateur en la Argentina: “Contar la historia del fútbol argentino desde 1931 es como contar la vida de una persona desde los 18 años”. Precisamente, esa versión parcializada de la estadística de nuestro deporte más popular nos acompañó a los futboleros durante las últimas cuatro décadas desde que cierto periodismo decidió arbitrariamente hacer un corte, y comenzar a contar los campeonatos desde el nacimiento del profesionalismo en 1931. Antojadizamente encajonaron los 40 años fundacionales de un deporte que en la Argentina se juega oficialmente desde 1891, con la participación en aquellas décadas nacientes de la mayoría de los equipos más tradicionales. Nunca hubo una fundamentación lógica de tamaño despropósito, olvidando en los cajones de las redacciones las fotos y las crónicas de la gloriosa Academia, primer heptacampeón desde 1913 a 1919, al Boca glorioso en su gira por Europa del 25 y ganador de seis torneos de Liga, al Huracán ganador y cuatro veces rey vernáculo en tiempos de Stábile, goleador de aquel primer Mundial de Uruguay en 1930, disputado con jugadores amateurs pero tan oficial como todos los mundiales siguientes.

También quedaron en el olvido futbolistas de la talla de Manuel Seoane, de Independiente, máximo artillero de la era no rentada, o Jacobo Urso, emblema de San Lorenzo que se convirtió en leyenda a partir de su muerte producto de un choque con un rival que le perforó un riñón, con apenas 23 años. Pero los historiadores y estadígrafos de fútbol jamás admitieron esta omisión mediática. El Centro de Investigación de la Historia del Fútbol siempre luchó por la incorporación de los datos de la era amateur con el mismo nivel de importancia que los números de los tiempos rentados, y el grupo de Revisionistas Históricos peleó incansablemente en los últimos años para que el fútbol argentino recuperara su memoria.

La AFA hace hoy visibles en su web oficial a todos los campeones de Liga de la historia, incluidos también los ganadores de las 93 Copas Nacionales que han sido el antecedente histórico de la actual Copa Argentina, competiciones paralelas a los torneos regulares e importantísimas en la primera mitad del siglo 20, cuando aún la Conmebol no organizaba eventos continentales. Como todo cambio, esto provocó sismos y protestas de aquellos simpatizantes de clubes que se vieron con menos títulos que sus rivales en la era recuperada. Hinchas de River, Independiente y San Lorenzo suelen manifestarse escépticos con la reparación histórica que posiciona muy bien a Boca, Racing y Huracán, los más ganadores en los tiempos inaugurales y protagonistas de aquellas copas locales que sus adversarios ningunean. Pero acá no se trata de recortar períodos en base a conveniencias para medir tamaños de grandeza, se trata de reconciliar a nuestro fútbol con su infancia injustamente olvidada. Y se ha logrado, en un acto de justicia para tantos jugadores, técnicos y dirigentes pioneros de nuestro deporte número uno.

*Periodista. Integrante del grupo Revisionistas Históricos.

Texto publicado en el diario Página/12.

viernes, diciembre 11, 2015

El legado de un año de magia


No habrá olvido para este recorrido reciente de Huracán. Desde el fondo de sus infiernos, desde mil tropiezos, desde la maldita costumbre de la derrota asumida, este plantel se transformó en un hito en el recorrido de 107 años de historia. En términos de éxito, sólo comparable a los gloriosos años veinte, en los que el Globo de Newbery resultó el más campeón del Río de la Plata, junto a Boca. En términos de su irrupción, único, mágico, para abrazar por todos los siglos que vengan. Es lógico lo que sucede: la derrota por penales ante Independiente Santa Fe, en la final de la Copa Sudamericana, duele hasta el alma, hasta esas lágrimas del pibe Cristian Espinoza, quemero de ley también en la caída. 

Pero hubo un camino antes. Inmenso: el regreso a Primera, dos títulos en cinco meses, el clásico que dejó a San Lorenzo sin título local, la condición de verdugo de River, la primera final continental, el orgullo de ofrecer todo hasta el último de los suspiros. Se logró a pesar de todo y de todos. Se aprendió de los errores, se permitió soñar lo que nunca se soñaba, se convocó a socios y a hinchas como pocas veces en los tiempos cercanos. Sirve el detalle: el Palacio Ducó, inaugurado en 1947, vivió su temporada de mayor nivel de adrenalina. Y con ese aporte de todos, en silencio, Huracán logró otro triunfo gigante: levantó el concurso preventivo.

Ahora queda un desafío superador para afrontar: que estos 378 días no resulten apenas un espasmo glorioso y hermoso. Que sean un principio. Este plantel, que no debe desarmarse, consiguió algo enorme que no aparece en las vitrinas: puso el nivel de exigencia muy alto. Para lo que vendrá. Para que esta gloria sin vuelta sea un perfecto legado.

Texto publicado por el fundador del Blog en Clarín.

Lo que viene...


El dolor todavía habita el ambiente y cada cuerpo quemero. Es lógico: Huracán estuvo a casi nada de ganar su primer título internacional, de sumar la Estrella Catorce. Pero no. No pudo ser: la definición por penales ante Independiente Santa Fe lo dejó vacío, roto, deshecho. No hay reproches en público ni en privado. El mágico impulso internacional de este 2015 terminó con medalla de plata en la Copa Sudamericana, con aplausos, con reconocimiento. Ya pasaron las lágrimas de madrugada en la concentración del hotel Radisson Airport. Ahora, es tiempo de planificar lo que viene, de reconstruir. Se viene un 2016 intenso: otra vez con la Libertadores en el horizonte, con la necesidad de consolidar al Globo de Newbery en Primera como prioridad, con la Copa Argentina como nueva tentación de conquista.

Hay una prioridad: que al rompecabezas que se armó en los últimos tiempos (este plantel que devolvió a Huracán a Primera, que ganó dos títulos, que se transformó en la Bestia Negra de River, que reinstaló al club en el ámbito internacional) no le saquen a sus piezas principales. Ese es el objetivo de Eduardo Domínguez, quien comanda ahora el proyecto. Lo dice, palabras más, palabras menos: encontramos un camino, creemos en él, debemos seguirlo. Por eso, el entrenador ya les manifestó a los dirigentes la prioridad: sostener a este plantel, sobre todo a los once titulares. El escenario no es simple -nunca lo es en Huracán-, pero hay optimismo al respecto.

El panorama arranca con los personajes fundamentales del equipo. El arquero Marcos Díaz tiene contrato hasta diciembre de 2018. "Es nuestro, se va a quedar. Y ojalá podamos tenerlo mucho tiempo. Como dicen los que saben: es el mejor arquero de nuestra historia", le cuenta un dirigente a Clarín. Wanchope Abila -goleador de la Sudamericana- también tiene contrato por tres años más. Su cláusula de rescisión es de cinco millones de dólares. La idea de la conducción es hacer un nuevo contrato, aumentarle los ingresos al futbolista y esa cláusula. Al nueve lo quieren desde el fútbol brasileño. Cristian Espinoza -la joya de La Quemita; líder en asistencias en la Sudamericana- también tiene vínculo con el club hasta el fin de 2018. Hubo una oferta del Villarreal. Fue insuficiente. Seguirá, a menos que desde Europa (trascendió un interés del Arsenal) ofrezcan una cifra capaz de conmover.

Hay otros dos titulares con contrato vigente. José San Román tiene contrato hasta junio de 2016. La idea de los dirigentes y del cuerpo técnico es que extienda el vínculo. Mauro Bogado -pieza clave para Domínguez- firmó a préstamo por dos años (finalizará en junio de 2017).

Pero hay varios casos por resolver de futbolistas cuyo contrato vence a fin de año. Los dirigentes pretenden acordar con todos los que juegan de titulares sin condicionar el patrimonio de un club que acaba de levantar el traumático concurso preventivo (la victoria institucional del año y de varias décadas). A Hugo Nervo -el capitán- le quieren comprar el 50 % del pase, a Federico Mancinelli le quieren hacer un contrato de modo tal de que se retire en el club, Federico Vismara es prioridad, Patricio Toranzo es un emblema del que no se quieren despojar "nunca". También quieren negociar la continuidad de Luciano Balbi. ¿Y Rolfi Montenegro? El presidente Nadur quiere tenerlo; cuentan que hay ofertas del mundo árabe.

En cuanto al resto de los futbolistas hay algunas certezas y varias dudas. Entre los que alternan: se sabe que Lucas Villarruel (contrato hasta 2018) y Ezequiel Miralles (préstamo vigente) estarán en 2016 en el club. David Distéfano y Santiago Echeverría cuenta con el visto bueno del cuerpo técnico. Se analizarán sus casos. También hay varios que -parece a esta altura- no continuarán: Carlos Arano, Iván Moreno y Fabianesi, Agustín Torassa, Iván Borghello, Agustín Gil Clarotti, Germán Mandarino, Nicolás Bruna, Guillermo Sotelo, entre otros..

¿Y los refuerzos? "De calidad y sólo de acuerdo a necesidades específicas", dice el presidente Nadur. Suenan algunos nombres, al margen de esa definición: Nahuel Zárate y Claudio Pérez, ambos pertenecientes a Boca. Se verá. Cuando pase el dolor...

Texto publicado por el fundador del Blog en Clarín.

jueves, diciembre 10, 2015

Retrato de un dolor


No hace falta ser de Huracán para comprender el dolor que habita se vestuario. Lo cuentan las caras de todos al entrar y al salir de ese subsuelo de El Campín. El llanto que sucedió lo retratan tantos ojos enrojecidos, tantos rostros que callando dicen todo lo que les duele. Adentro, el desconsuelo de Cristian Espinoza -quemero de ley, desde los días de cuna- conmueve. También las lágrimas de Federico Mancinelli -figura en la final ante Independiente Santa Fe- y las de La Bruja Vismara. De todos. Ese esfuerzo enorme para afrontar todas las circunstancias adversas terminó roto en esos penales. Malditos penales esta vez. Herejes. Los mismos que el año pasado le permitieron ganar la Copa Argentina, ahora le arrancaron la chance de sumar la Estrella Catorce, su primer título internacional.

La gente -esos más de 2.000 que agotaron sus entradas y se hicieron escuchar en varios tramos del partido- reconoció a este equipo. No sólo en la cancha, también en la concentración. Ya cuando la medianoche se presentaba en Bogotá, fueron muchos los que se acercaron al hotel Radisson Airport. Armaron un caminito desde el micro hasta el lobby del hotel. Sólo aplausos. Repetidos. Sostenidos. Sentidos. "Un reconocimiento hermoso", le decía a Clarín el dirigente Néstor Vicente, curtido en victorias y en derrotas, también conmovido.

En los pasillos del hotel algunos trataban de explicarse por qué no se dio. En los celulares brotaban felicitaciones. "Orgullo", fue la palabra elegida por los jugadores, por el cuerpo técnico, por los hinchas, por los dirigentes. "Cuando pase el dolor nos vamos a dar cuenta de lo importante que hizo este equipo", decía Alejandro Nadur, el presidente.

"Acordate que de este golpe nace una revancha. Este no fue el final. Este fue el principio", comentaba un dirigente a otro de los socios llegados a la capital colombiana, en uno de los sillones del lobby del Radisson. Ya cuando el jueves comenzaba. Y cada uno trataba de hacer el duelo a su manera.

Texto publicado por el fundador del Blog en Clarín.

Una verdad de tapa...


Aplausos igual, querido Huracán. Habrá revancha. Empieza hoy...

miércoles, diciembre 09, 2015

Tan cerca que lastima más



Independiente Santa Fe 0 (3) - Huracán 0 (1)
El dolor, a veces, se cuenta callando. Estuvimos a casi nada. Aplausos y orgullo...

martes, diciembre 08, 2015

Somos fiesta


Huracán vive la antesala de la final de la Copa Sudamericana como una fiesta. Sucedió mientras la tarde de Bogotá se hacía noche. Una celebración con banderas con el Globo de Newbery, remeras de todos los tiempos, chicos con las caras pintadas, sonrisas por todos lados. También canciones que los 2.645 metros de altura que ofrece la ciudad no lograron inhibir. "Huracán te vinimos a ver / te llevamos en el corazón...", contaba su verdad uno de los estribillos más repetidos.

Desde las cinco de la tarde y hasta que la madrugada sorprendiera invitando a dormir, ellos -los quemeros que viajaron a Bogotá- palpitaron la final en la llamada Previa Oficial. El nombre del lugar elegido no fue azaroso: La Caldera, ahí en la calle Carrera 14A. Hubo cervezas con el beneficio del happy hour, gente contenta, ansiosa. "No aguanto más, que el partido empiece ya", decían unos y otros. Nadie estaba cansado. Al fantasma de la altura lo evitaban con ese entusiasmo indomable

El organizador del evento es un personaje particular: se trata de Henry May, el inglés que en 2009 llegó a Buenos Aires, fue a ver el clásico ante San Lorenzo, en La Bombonera, y se enamoró. Y fue más allá se encargó de fundar en Londres el Huracán FC London. Y no paró: con Huracán Foundation -una búsqueda que emplea al fútbol como herramienta educativa- anduvo también generando proyectos en India, en Kenia y en Sierra Leona.

Ahora está en Colombia. Parece un detalle de guión. Pero es así. Lo cuenta él mismo: "Llegué a Colombia en 2012 y estaba trabajando como profesor. Decidí fundar Huracan FC Colombia: un proyecto que procura formar jóvenes en habilidades de liderazgo a través del futbol. El resultado fue tan bueno que decidí quedarme a vivir más tiempo en Colombia y decidí junto a Carlos Echeverry formar CoSchool, una organización colombiana enfocada en el mismo objetivo. Ya hemos trabajado con casi 3000 jóvenes (60% de bajos recursos)". Todos lo abrazaban anoche y lo abrazan ahora. En su casa colombiana hospedó hinchas. Por las calles luce orgulloso la camiseta de su club. Aunque en Inglaterra era hincha del Fulham, cuenta que su condición de Quemero ya no tiene retorno. 

Hablaban de Wanchope Abila, de que si hay penales Díaz una vez más puede ser San Marcos, que resulta una buena chance para Rolfi Montenegro en nombre de reivindicar su viejo idilio, que Espinoza tendrá más espacios. La pasión no les cabía (ni les cabe) en el cuerpo. "Va a ser largo el miércoles", señalaba -con cara preocupada- uno de los hinchas. La respuesta de un veterano contaba el deseo de todos: "Tan largo que puede durar para siempre...".

domingo, diciembre 06, 2015

Estamos todos...



Estamos los que que vamos a gritar bajo el cielo de Bogotá, los que acompañaremos al equipo a los 2.645 metros de la capital colombiana, los que se sentarán frente al televisor con la inmensa ilusión de partir luego hacia la Sede de la Avenida Caseros, los que tienen la garganta lista para que el entusiasmo se haga disfonía, los que se deshacen de ansiedad porque quieren que llegue ya ese bendito miércoles, los que imaginan -otra vez- a San Marcos como el patrono de una nueva consagración, los que tienen la certeza de que Wanchope hará el gol de su vida y de su consagración para treparse a los pedestales de Stábile y de Masantonio, los que saben que el Supersónico Espinoza ofrecerá todo lo que tiene adentro de su corazón Quemero y un poco más también, los que advierten que Pato definitivamente se convertirá en el perfecto justiciero del Bochorno de Liniers y enterrará con su tercera Estrella todos los fantasmas de aquel despojo, los que ven a Domínguez y comprueban que hay ideas para abrazar la gloria, los que ya no están y entendemos que andarán como duendes merodeando El Campín, los que estamos convencidos, los que dudan con y sin razón, los que sufrimos casi siempre, los que gozamos desde hace tan poco, los que creemos, los que volvieron a creer, los optimistas pertinaces, los que se dejaron de ver todo negro, los que descubrimos la gloria en colores, los de los Barrios del Sur, los de cualquier rincón del país, los que se mudaron a otros países, los de La Bonavena, los de las plateas que ya llevan otros nombres (la Alcorta, el de Newbery; la Miravé, el de Masantonio), los que pedían que abrieran La Stábile (la visitante de la calle Colonia), los que somos socios, los que se van a hacer socios tan pronto, los dirigentes, los jugadores, los del cuerpo técnico, los médicos, los ayudantes, los de las inferiores, los alcanzapelotas, los vecinos del Palacio Ducó, los que viven lejos, los Quemeros de Ley, los de siempre, los pibes que se sumaron durante este año en el Paraíso... Todos. Estamos todos. Definitivamente todos. Para ganarle al Santa Fe...

sábado, diciembre 05, 2015

A la altura, por toda la gloria



Eduardo Domínguez, el análisis de lo que pasó y de lo que viene. Con una certeza: Huracán va a la altura, por toda la gloria.

viernes, diciembre 04, 2015

Siempre a tu lado...


Final de la Copa Sudamericana, en el Palacio Ducó. La gente de Huracán, los socios, los de todas las edades, los que agotaron las entradas, los que transformaron las plateas en populares. Siempre a tu lado...

Imagen: www.canchallena.com

jueves, diciembre 03, 2015

Un equipo de guerreros

Huracán, en la tapa de Olé. La lucha continúa. Otra final para un equipo de guerreros.

La Copa de la gente



Entradas agotadas, más socios, colas que se hacen con más gusto que fastidio. Y la preciosa consecuencia: esa fiesta del Palacio Ducó que recorre el mundo. Sale Huracán a la cancha, la pasión explota desde cada rincón. Falta un partido. Pero la Copa ya es de la gente...

miércoles, diciembre 02, 2015

Allá vamos...



Copa Sudamericana / Final: Huracán 0-Santa Fe 0

Duro, cerrado, parejo. Faltó un gol para terminar celebrando y viajar a Bogotá con más margen. Pero ahí estamos, otra vez en la cornisa. Justo en ese lugar en el que este plantel más cómodo se siente. Faltan 90 minutos. La gloria espera en la altura de la capital colombiana. Allá vamos...

Peregrinos de la fe Quemera



No es un día más para ninguno de los que está caminando por Colonia o por Alcorta o por Luna o por cualquiera de las calles repletas de hinchas entusiasmados que muestra la escenografía de Parque de los Patricios. La línea H del subte parece organizada para la ocasión. En la estación Caseros baja la mayoría y camina rumbo al Palacio Ducó. Se suman los bocinazos desde los autos y los gritos desde los colectivos. En la calle, son muchos los que agitan banderas con un emblema que las hace iguales: el Globo de Newbery. Es la escena de un momento histórico: la antesala de la primera final continental para Huracán.

Y allí van ellos, peregrinos de la fe quemera, felices, con una sonrisa nueva, con la camiseta llena de orgullo. De repente, la sensación mágica sucede: en ese rato rumbo al partido frente al Independiente Santa Fe de Bogotá, por la final de ida de la Copa Sudamericana, los padecimientos de tantos días lejanos y no tanto quedan de rodillas, abandonados ante este momento que los abraza, los acaricia. Hay muchos con trece estrellas en la indumentaria oficial. Son las más recientes: allí, en ellas, ya se luce la de la conquista más reciente, la de la Supercopa ante River, en San Juan. Pero tambièn están los otros, los que lucen sin traumas camisetas que jugaron en la B y que sufrieron derrotas absurdas que a esta altura parecen una mentira bien contada por algún familiar de San Lorenzo.

Se percibe la fiesta en la previa. Y se consagra en el espacio de la gran cita: el estadio que es -de uno o de todos los modos- un paradigma del sentido de pertenencia. Ese Ducó que construyeron y reconstruyeron tantas generosas manos de los propios hinchas. El que muestra los nombres de tantas glorias en blanco y negro -aquellas de los años veinte, sobre todo; como Stábile y Onzari- que ahora volvieron a ver la luz de la merecida memoria. Sucede que este plantel -con sus éxitos y su recorrido- sólo admite comparaciones con los mejores días. La gente lo agradece del mejor de los modos: con su presencia, dispuestos a la disfonía de un día o de dos o de muchos. Sí, explota el Palacio. Incluso más allá del resultado, es una celebración de este momento. De haber llegado hasta acá. De la posibilidad de ir por más. De sentirse protagonistas.

Son unos 30.000 los socios que pagaron su entrada, pero parecen muchos más. Es tiempo de un grito que resulta el perfecto mensaje para los de adentro: "Para ser campeón/ hoy hay que ganar". Algunos lloran emocionados esta chance. Otros se miran preguntándose si es cierto. El partido sucede. El equipo va por la gloria. Ellos también.

Texto publicado en Clarín por el fundador del Blog.

Ahora, el último paso...



El recorrido de Huracán hasta la final de la Copa Sudamericana. Para aplaudir, recordar y volver a gritar. Ahora, sólo falta el último paso...

sábado, noviembre 28, 2015

Un año en el paraíso


Huracán se reconstruyó a sí mismo desde el último de sus infiernos. En el peor cumpleaños de su vida, el primer día de noviembre del año pasado, perdió 3-0 de local frente a Sportivo Belgrano de San Francisco y quedó último en el campeonato de la B Nacional. Ese día hubo papelón e incidentes. Justo 25 días después, los mismos jugadores fueron los protagonistas de un hito en la historia: en San Juan, frente a Rosario Central, Huracán ganó la Copa Argentina, su primer título luego de 41 años. Desde aquella celebración en el estadio del Bicentenario hasta la mágica noche de ayer en el Palacio Ducó, Huracán vivió un año de colección, sólo comparable a los años veinte en los que el Globo de Newbery fue el más campeón (junto a Boca) en el Río de la Plata, entonces el mejor fútbol del mundo. Sumó dos títulos y accedió por primera vez a una final continental.

“En todo momento creímos en este plantel. Apostamos por el mediano y por el largo plazo y está saliendo bien. Esto empezó con Kudelka, cuando estábamos complicados...”, le dice a Clarín el vicepresidente del club, Luis Sasso. Es cierto: la base del plantel se mantuvo incluso en los momentos en los que se reclamaban cambios. “Nos agrandamos en las difíciles”, dice Marcos Díaz, el arquero, el superhéroe de las finales. El King Kong de La Quema atajó 8 de los 17 penales que le patearon en las series que derivaron en la conquista de la Copa Argentina y fue decisivo en la Supercopa ante River (1-0, en San Juan). En dos temporadas pasó de tercer arquero a referente histórico. El periodista Alejandro Gorenstein escribió un libro que lo cuenta.

Algunos señalan que este ciclo nació durante una derrota: hace dos años, en el Ducó, Instituto superó 3-1 a Huracán. Al equipo cordobés lo dirigía Kudelka, Wanchope Abila hizo un golazo propio de Messi y Vismara justificó su apodo de entonces, Vismaradona. Pronto, los tres coincidieron en Huracán. Por el delantero el club pagó poco menos de tres millones de pesos, hoy tiene una cláusula de rescisión de cinco millones de dólares y el presidente Alejandro Nadur dice que “vale quince”.

Tras el festejo en la Copa Argentina, Huracán tuvo que seguir peleando para volver a Primera. En diciembre del año pasado, tras vencer a Atlético Tucumán en el desempate, cumplió ese objetivo prioritario. Ya tenía un par de récords en el recorrido: fue el primer equipo en ganar un título absoluto desde la segunda categoría y el primero en acceder a la Libertadores desde el Ascenso. Más: al ganar la Supercopa, el 25 de abril, se convirtió en el club que menos tiempo tardó en ser campeón después de volver a la A (superó al Central de la temporada 86/87).

El paso siguiente fue el despegue internacional. Por primera vez jugó dos competiciones continentales en un mismo año. Con Néstor Apuzzo como entrenador afrontó la Libertadores y con Eduardo Domínguez disputa la Sudamericana. Perdió apenas un partido de los 16 que jugó. La derrota fue insólita: ante Mineros, en Venezuela. El Ducó sigue invicto. Allí jugará el miércoles ante Independiente Santa Fe, la final más esperada.

Tuvo una virtud gigante: su capacidad para salir rápido de los tropiezos. Se convirtió en un plantel especialista en finales, copero. Eso explica su dualidad: necesitó hasta la última fecha para evitar el descenso mientras se convertía -en simultáneo- en la Bestia Negra de River en el ámbito internacional. Justo 365 días después de la gloria ante Central se cargó a River en las semifinales de la Sudamericana. Ahora quiere más: alargar este año en el paraíso.

Texto publicado por el Fundador del Blog en Clarín.

viernes, noviembre 27, 2015

La tapa para todos

Grita Wanchope Abila en el diario Olé. Grita Huracán. Estamos en la final. Que lo sepa América: esta tapa es para todos...

Gritos del alma


Por Ricardo Sapia
¡A la finaaaaaaaaaaaal!, Dios, bendito. Dios de mi existencia. Me moría si no so lograba el pase. No, por lo que más quieras no me martirices, mi corazón fue y es una bomba de tiempo a punto de explotar. Y se desbordó nomás. Es pura pasión y adrenalina. Es la historia que estamos escribiendo. Vamos por un trofeo internacional. Por la gloria, más que ésta que ya conseguimos y que es el súmmum de lo posible. Claro que tuvo vaivenes esta gesta. Disfrute y delirio. Nervios y apretar los dientes. Imposible todo color de rosa. Pero que sea así, no me importa un carajo. A Colombia. A Bogotá. Allá iremos con la luz de la esperanza. A definir esta mágica sensación de caminar por el espacio. Qué te vas a ir a dormir. Salí y abrazate. Vivilo a pleno. Quedan dos pasos para que la historia sea completa. Nos van a tener que sacar con los pies para adelante. Obligados a dejar la piel. Como la dejó el Quemero en el cemento del Ducó. Inolvidable grito del alma.

Huracán, sos lo mejor que nos pasó en la vida.

Texto publicado en el diario Olé.

Ese estallido



El estallido es unánime. Nace en la Bonavena y se traslada a cada rincón del Palacio Ducó, al sector Stábile en la Miravè o al Palco Jorge Newbery, en la Alcorta. Se abrazan los emocionados con los incrédulos, los fanáticos con los socios de estos últimos días, los pibes que gritan por Wanchope y los más viejos que vieron a René. La disfonía del día siguiente no les importa. El grito está justificado. Brota de una certeza: llueven días felices en la vertiginosa vida del Huracán reciente. Lo consiguió todo en lo que dura un año: la Copa Argentina, el regreso a Primera, la Supercopa, el clásico que dejó a San Lorenzo sin gloria en el torneo local, la permanencia en la A y ahora, la final de la Sudamericana, la chance de su primera consagración internacional. No hay mejor impulso para esta fiesta que durará hasta el día siguiente. O incluso más...

Sí, bajo el cielo de Parque de los Patricios, Huracán se consolidó como la Bestia Negra de River en este 2015: fue el ùnico que pudo sacarlo de un torneo internacional en el estupendo ciclo de Gallardo; también le ganó -en abril, en San Juan- la final de la Supercopa Argentina; y se mantuvo invicto en los cuatro partidos en los que se enfrentaron en el recorrido. Por eso también sucede esa alegría inmensa que sigue latiendo: el rival enorme, que ahora viajará a Japón al Mundial de Clubes de la FIFA, jerarquiza la conquista.

Inicio del comentario del fundador del Blog, publicado en Clarín.

Se viene Huracán...



La salida del equipo ante River... Clima de final. Ambiente de gloria.

jueves, noviembre 26, 2015

Que pase el que sigue...



Copa Sudamericana: Huracán 2-River 2

Ya está, ya pasó ese ratito de angustia que pareció durar dos vidas. Ya está: somos finalistas. No es tiempo de analizar nada. Es momento de aplaudir. Y de gozar...

Imágenes en el alma



Fue hace un año aquella definición frente a Central, la de la Copa Argentina, la de la Estrella Doce, la del primer título en 41. Fue hace un año y sigue latiendo en el alma.

El Día de San Marcos


Hoy no será un día más para Marcos Díaz. De ningún modo sería posible: justo cuando caiga la noche sobre el Palacio Ducó se cumplirá un año del día en que se terminó de subir al pedestal de la historia de Huracán: en San Juan, ante Central, fue la enorme figura que -otra vez con su mágica destreza para los penales- permitió que el Globo de Newbery ganara la Copa Argentina, su Estrella Doce, el primer título después de 41 años. "Sé lo que significó ese día para cada hincha, para mí, para todo Huracán. Pero esta es otra historia, otro partido. Aquello quedará en la historia, esto es un paso más en la semifinal de la Sudamericana. Y es en lo que tenemos que estar enfocados ahora", le dice a Clarín el arquero de las manos gigantes y las piernas enormes. Se percibe: está estrictamente metido en el partido que puede determinar el pasaporta a la primera final internacional de Huracán en la Era Moderna.

Su historia es puro vértigo. Llegó a Parque de los Patricios en 2013 para ser el tercer arquero (detrás de Diego Pozo y Gastón Monzón), estaba acostumbrado a ser suplente, sumaba apenas 22 partidos atajados entre sus pasos por Colón y Gimnasia de Jujuy, se lesionó a los siete minutos de su primer partido en Huracán. Hoy, quienes mucho conocen la historia de Huracán dicen que es el mejor arquero de los 107 años de vida del club. Fue decisivo para obtener la Copa Argentina y la Supercopa, fue la figura de las dos finales, vencedor de cada definición por penales. Se ganó apodos que tratan de contar su dimensión: muchos le dicen el King Kong de La Quema. El periodista Alejandro Gorenstein escribió un libro con su biografía, con esta historia. Cuando Díaz fue a firmar ejemplares al Parque de los Patricios, la última semana, los chicos lucían el asombro de quien conoce en persona al Superman de su infancia.

-¿Cómo vivís todo esto?
-Estoy eternamente agradecido a Huracán. Lo estaré siempre. Tengo claro que soy lo que soy gracias a este club. No me la creo ni me la voy a creer nunca. Sería el peor pecado.

-¿Eso último -imagino- le cabe también al equipo?
-Seguro. Tenemos que ser humildes como lo fuimos siempre. Somos un equipo de remadores y así podemos hacer historia.

-Y ahora, la chance de ir por todo en el ámbito internacional: ¿cuál es la expectativa?
-Tenemos que disfutar todo lo que nos está pasando. Estamos pensando en el partido contra River. No más adelante.

-Contra River ya jugaron tres partidos en el año, ¿a cuál se va a parecer este?
-En los dos primeros fue River el que dominó y nosotros nos paramos más de contra. Nosotros vamos a intentar que este, el primero que jugamos en el Ducó, sea más parecido al del Monumental. Tuvimos más la pelota y lastimamos.

-Huracán perdió apenas un partido de 15 en el ámbito internacional, le ganó la final de la Supercopa a River, pero sufrió hasta la última fecha para evitar el descenso: ¿cómo se explica?
-La verdad, no lo sé. Es inexplicable. Quizá tenga que ver con que rendimos más cuando sabemos que no hay revancha.

-Se sienten cómodos jugando en la cornisa...
-Algo así. Este grupo siempre fue así: nos hacemos fuertes en los momentos más difíciles.

-Cuentan que quieren llevarle la Sudamericana al Papa Francisco...
-(se ríe) No... Eso fue un chiste en un programa de televisión. No pensamos en eso; sólo tenemos en la cabeza pasar a River.

Texto publicado por el fundador del Blog en Clarín.

martes, noviembre 24, 2015

Expectativa a cada paso


La expectativa se percibe a cada paso. En los barrios del Sur hay dos palabras que caminan juntas en cada pregunta, en cada respuesta, en todos los enunciados: “Huracán” y “entradas”. No es casualidad: “Jugamos uno de los partidos más importantes de la historia del club”, dice el vicepresidente Luis Sasso. Y encima esa cita por las semifinales de la Copa Sudamericana acontece en un día histórico: mañana (26 de noviembre) se cumple un año de la consagración en la Copa Argentina, la Estrella Doce, el primer título para los de Parque de los Patricios después de 41 años. En la larga cola para asociarse, en la sede de la Avenida Caseros, un hincha lo cuenta encantado: “Es un mensaje divino”.

Las sensaciones de la previa del encuentro de vuelta frente a River (mañana desde las 20.45, en el Palacio Ducó) las retratan las caras de los que ya consiguieron sus ubicaciones en la popular Bonavena (a 120 pesos) o en alguna de las plateas (a $ 210 la de la calle Miravé y $ 280 la de Alcorta). Orgullosos, muchos de ellos mostraban la entrada en las redes sociales como si se tratara del ticket dorado del chocolatero Willy Wonka.

Hasta anoche, la venta era sólo para socios. Por ese motivo se montó un operativo especial para asociar simpatizantes en la sede e incluso a través de la web oficial (www.cahuracan.com). De todos modos, trascendió que el cepo se levantaría entre hoy y el día del partido. Eso sí, a precios elevados: cuentan que las populares costarán 400 pesos. En cualquier caso, la venta de localidades continuará hoy de 10 a 20. También, la posibilidad de asociarse (los costos:
$ 210 de la cuota, $ 40 del carnet más el valor de la entrada).

Mientras tanto, todos ellos -los hinchas, los socios- están preparando lo que definen como “un recibimiento histórico”, acorde a la circunstancia. Las Peñas Unidas y la Sub Comisión del Hincha son las agrupaciones que organizan la movida con el aporte de la gente: globos, papeles, serpentinas, cartulinas rojas y blancas, banderas de todos los tamaños. Y cero pirotecnia dentro del estadio. “Nada que pueda afectar al club o lo exponga a una sanción”, tal como se comprometieron ante la conducción. Miguel Villeta, presidente de la Peña Pedro Barrios de Pergamino, cuenta en una frase la impresión de casi todos: “Este partido contra River no me lo pierdo ni que me esté muriendo”.

Texto publicado por el fundador del Blog en Clarín.

jueves, noviembre 19, 2015

La elegancia obligatoria


Los años veinte y una foto perdida de los hinchas de Huracán. Para ver a los mejores de ese tiempo (el Globo de Newbery fue -junto a Boca, Peñarol y Nacional- el más campeón de aquella década en el Río de la Plata, entonces el más destacado del mundo) había que vestirse de gala. El mejor traje y el chambergo más nuevo era infaltable para acercarse a la vieja cancha de la Avenida Chiclana o a la de madera en Alcorta y Luna (el estadio Jorge Newbery). Aquel fútbol merecía tal elegancia obligatoria.

sábado, noviembre 14, 2015

El tiempo de la Revancha


Por Eladio Mases
La escena es el retrato de un dolor: aquel bochorno de Liniers que nos dejó sin la chance de sumar la Estrella Doce. Además de Gastón Monzón -lastimado por Joaquín Larrivey-, allí aparecen Patricio Toranzo (parado con el número 18), Carlos Arano (tratando de detener el remate de Maxi Moralez) y Eduardo Domínguez (yendo al piso, con la camiseta 25). Ellos, representantes de Los Angeles de Cappa, tuvieron en este recorrido de un año una Revancha completa con la Copa Argentina (y el "Volvimos Campeones"), con la Supercopa y con el vuelo internacional. Merecida. Por donde se la mire...

martes, noviembre 10, 2015

Cantado y gritado

La tapa de Olé del empate ante Belgrano y de la garantía de Primera. Cantado. Y gritado, también.

lunes, noviembre 09, 2015

Bienvenido a casa



Mario Bolatti, de regreso en La Quema. Con la camiseta de Belgrano. Y con el corazón partido. Lo que se escucha, claro, es una ovación.

Pasó la tormenta


Huracán 1-Belgrano 1
Un punto. El necesario, el imprescindible, el que nos deja en Primera, el que nos da impulso para el vuelo internacional. Se jugó como se pudo de acuerdo a la circunstancia (a los dos les servía el empate). Se sufrió un rato, se gritó luego, se respiró recién al final. Justo cuando pasó la tormenta, esa lluvia intensa que se hizo metáfora de una angustia.

Es una lucha, Bruja



Después de la garantía de la permanencia, las palabras de La Bruja Vismara. Un luchador en su lucha...

Bendito rebote



La pensó Toranzo, la corrió San Román, tiró el centro para Wanchope Abila, pero antes apareció un rebote -un bendito rebote- en Claudio Pérez y el gol. El del 1-1, el del desahogo, el de Primera.

viernes, noviembre 06, 2015

Siete llaves para nuestro misterio

El festejo del gol de Espinoza contra River, en el Monumental. Gran triunfo en la Sudamericana. Para seguir creciendo y creyendo.

Huracán es un caso que merece psicólogo. Este plantel -que quedará en la historia del club, tras ganar dos títulos en cinco meses- es capaz de la gloria y de devoto. De lo mejor y de lo peor. Y sus ciclos de victorias importantes y de derrotas inesperadas se renuevan a cada paso. ¿Por qué le pasa eso? ¿Cómo puede ser que pierda en Venezuela por goleada y cuatro días después gane la Supercopa Argentina ante River? ¿Cuáles son los motivos que lo llevan a estar muy cerca de la final de la Copa Sudamericana y a sufrir hasta la última fecha por la permanencia? Lo que sigue son algunas claves para tratar de entenderlo.

1) Se agranda en los partidos más complicados. Este plantel -ya desde los días de Frank Kudelka como entrenador- se sentía más cómodo ante las citas complicadas que ante rivales accesibles. Sirve un ejemplo: con el mismo entrenador y con los mismos jugadores eliminó a Boca de la Copa Argentina y sufrió una derrota bochornosa ante Sportivo Belgrano de San Francisco, en el Ducó. La primera sirvió de impulso para ganar su penúltima Estrella, la número doce. La segunda lo dejó último en la segunda categoría, su peor ubicación histórica. "Están preparados para la guerra. Yo con estos jugadores voy a pelear con escarbadientes", decía Néstor Apuzzo -el sucesor de Kudelka- respecto de esta particularidad.

2) Tiene un plantel corto. Los titulares se dicen de memoria, sobre todo desde la llegada de Eduardo Domínguez. Pero el recambio es escaso. Y eso lo complica al momento de la rotación. Lo sufrió en la última fecha que disputó por el torneo, ante Quilmes (1-2, en el Centenario): el entrenador guardó a Wanchope Abila y a Federico Vismara -dos imprescindibles- y ubicó a Patricio Toranzo -otro jugador clave- en el banco. Lo pagó con una derrota que todavía duele. Sirve otro dato para entender el desgaste: es el segundo equipo que más partidos disputó en el año, detrás de River. El plantel corto tiene una explicación: desde la conducción del club se planteó para este año el objetivo de levantar el Concurso Preventivo y eso obligó a mucha prudencia en las contrataciones. El último jueves de octubre se realizó la presentación judicial. Ese triunfo menos visible "es la gran noticia de nuestro año", dicen los dirigentes en la sede de la Avenida Caseros.

3) Cuenta con un arquero implacable. Marcos Díaz es -a esta altura- uno de los mejores arqueros del fútbol argentino y -como sostienen los que mucho conocen la historia de Huracán- el mejor de los 107 años de vida del club de Parque de los Patricios. Fue la gran figura en las dos finales que jugó el equipo (ante Central y frente a River) y resultó decisivo en varios tramos, sobre todo en los partidos eliminatorios. Una garantía de seguridad.

4) La base está. La dupla central que armó Domínguez desde su ausencia en ella responde de modo impecable. Además, Hugo Nervo se consolidó como capitán y Federico Mancinelli es líder por naturaleza. En el medio Federico Vismara y Mauro Bogado parecen tal para cual en eldoble cinco. Cristian Espinoza y Toranzo -con características muy distintas- son socios muy valiosos para Wanchope, ese gladiador del área. Con ellos, Huracán se anima a pelearle a cualquiera.

5) Tuvo un error decisivo. En el primer semestre, tiempos de Apuzzo, se optó por priorizar la Copa Libertadores. El entrenador incluyó un equipo suplente en seis partidos. Sumó apenas un punto de 18 posibles. Con sólo uno más ahora estaría salvado del descenso.

6) El efecto de las motivaciones y de las presiones. Este equipo se siente más a gusto en las competencias eliminatorias. Eso lo motiva, lo hace bravo, intenso, tenaz. "Jugamos todas finales", dice Vismara. Luce como un equipo copero. Un detalle al respecto: entre competiciones locales e internacionales, este plantel -entre 2014 y 2015- sólo cayó una vez en 13 situaciones eliminatorias, finales o desempates. Curiosidad: el único que pudo doblegarlo fue Independiente Rivadavia de Mendoza, en la reciente Copa Argentina que ganó Boca. Pero no siempre le sucede lo mismo en el torneo local, bajo la presión de tener que sumar puntos para evitar el descenso. Y eso lo paga con angustia. Al menos hasta el lunes, cuando enfrente a Belgrano, en el Palacio.

7) Van por la historia. Este plantel lo sabe: tiene la chance de quedar como el más exitoso del club en todos los tiempos. Desde los años veinte (cuando fue el más campeón del fútbol argentino junto a Boca) que Huracán no lograba dos títulos en menos de un año. Ahora, si consigue la Sudamericana, este grupo no competirá contra ningún otro por ese lugar en el pedestal. Su palmarés sería estupendo: tres títulos, seis clasificaciones internacionales (dos a Libertadores, dos a Sudamericana, una a Recopa y una a Suruga) y un ascenso. Y tambien ese clásico (1-0, en el Ducó) que bajó de la punta a San Lorenzo y le facilitó a Boca el camino al título.

Texto publicado por el fundador del Blog en Clarín.

El Pibe de la Tapa


Cristian Espinoza celebra el gol de Huracán en el Monumental en la tapa del diario Olé. Sirvió para ganarle a River y para mostrarles a todos que lo de Huracán en la Sudamericana va en serio.

Así ganamos...



Eduardo Domínguez, el estratega que armó el Plan Monumental. Así lo explica...

jueves, noviembre 05, 2015

Era para cerrar el Monumental



Contraataque por la derecha, pase impecable de San Román, aparición de Wanchope, pausa, sombrerito a todo River... Suspenso... Y travesaño. Una joya que merecía ser gol.

Así, Huracán, así



Copa Sudamericana: River 0-Huracán 1
Huracán ganó con autoridad. Con justicia; incluso la diferencia del resultado luce escasa considerando las llegadas de cada uno. Con impronta de equipo copero, astuto, sólido.Sirve mucho esta diferencia. Pero todavía no alcanza. Eso sí, habita una certeza: jugando así cualquier objetivo es posible...

Contra River: Capítulo III

El último River-Huracán, en el Monumental. Fue 1-1 esa vez. Ahora, ese resultado sería muy valioso. Apenas un poco menos que el 1-0 que permitió ganar la Supercopa, en abril, en San Juan.

La Copa Sudamericana entró en su etapa de definiciones. Se juegan las semifinales, quedan cuatro equipos, dos son argentinos. Y se enfrentan: hoy, desde las 20.45, en el estadio Monumental, River y Huracán afrontarán su duelo de ida. La revancha por un lugar en la final se jugará el 26 de noviembre, en el Tomás A. Ducó.

Llegan abrazados a realidades distintas. River está enfocado en continuar con su implacable marcha internacional. Defiende el título en la Sudamaricana; este año ya ganó la Libertadores, la Recopa y la Suruga; y en su horizonte asoma el Mundial de Clubes de la FIFA. Quiere más. Quiere todo.

Gallardo recién confirmará el equipo una hora antes del partido. Hay una certeza: no estará Eder Alvarez Balanta (sufrió una contractura en el recto anterior izquierdo el martes, pero el club jugó al misterio y recién lo comunicó ayer). Lo reemplazará Emanuel Mammana. También hay dos dudas: Casco o Vangioni, y Driussi o Luis González.

Huracán, en tanto, vive tiempos de vaivenes. Como el fin del año pasado pasa de la gloria a la cornisa de un partido a otro. En este 2015 ganó la Supercopa Argentina (justo ante River) y apenas perdió un partido de 14 duelos internacionales. Pero sufre en el torneo local: con una fecha por disputar (recibe el lunes a Belgrano), todavía no garantizó su permanencia. Le falta un punto. Y -como dicen los integrantes del plantel- esa es la prioridad. La situación invita a la pregunta: ¿puede resultar un condicionante?

En cuanto a la formación, Eduardo Domínguez volverá a poner como titulares a los cuatro que guardó ante Quilmes (derrota 1-2, en el estadio Centenario): Abila, Vismara, Balbi y Toranzo.

Será el tercer enfrentamiento en el año entre River y Huracán, los dos equipos que más partidos disputaron. En el primero, en abril, se impusieron los de Parque de los Patricios (1-0, en San Juan) y se quedaron con la Supercopa. En el segundo, por el campeonato, igualaron 1-1 en el Monumental.

Texto publicado por el fundador del Blog en Clarín.

miércoles, noviembre 04, 2015

Un verdadero refuerzo



Mauro Bogado llegó a la mitad de 2015, tras un estupendo ciclo en San Martín de San Juan. Se adaptó rápido, se ganó el puesto en tiempo récord, hizo todo bien. Fue, según estadísticas de la AFA, el líder del campeonato en dos rubros que definen la capacidad de los volantes: precisión en los pases y pelotas recuperadas. Además, se hizo cargo de los penales y también fue implacable. En definitiva: exactamente todo lo que significa un verdadero refuerzo.

martes, noviembre 03, 2015

El Huracán bipolar


La pregunta sucede en la sede de la avenida Caseros y en el fútbol argentino: ¿qué le pasa a Huracán? Es un equipo capaz de caminar entre infiernos y paraísos. Siempre al límite entre la gloria y el desencanto; entre la consagración y el descenso. Sin escalas. Y no es una cuestión circunstancial de estos días en los que se prepara para enfrentar mañana a River, por la semifinal de la Copa Sudamericana, y sufre porque le falta un punto para garantizar su permanencia en Primera. Se trata de un rasgo del equipo, de estos Caballeros de la Angustia. Parece que se sintiera cómodo en la cornisa.

El primer día de noviembre del año pasado -en su cumpleaños número 106-, perdió por 3-0 frente a Sportivo Belgrano. Un papelón en pleno Palacio Ducó. De ese modo, el equipo que entonces conducía Frank Kudelka quedaba último en un campeonato que ofrecía diez ascensos. Un mes después, ya con Néstor Apuzzo, cambió todo el escenario: volvió a la A tras siete victorias en ocho partidos y ganó la Copa Argentina, ante Central. Hay más: ya en abril, cuatro días después de jugar pésimo, perder por goleada contra Mineros de Venezuela, le ganó la Supercopa a River (1-0, en San Juan). Del dolor de la eliminación de la Libertadores al segundo título en cinco meses, a la Estrella Trece. De las quejas a los aplausos. Aquella vez, los mismos jugadores que eran criticados e insultados fueron recibidos como superhéroes en el momento de la celebración en Parque de los Patricios.

En este segundo semestre, su recorrido parece un electrocardiograma: cayó por 3-0 con Chicago y se quedó sin técnico; le ganó a San Lorenzo y le complicó el campeonato; sufre con el promedio y está invicto en la Sudamericana. Otro detalle sintomático: en el torneo local, ganó seis partidos de 29; en las competiciones internacionales perdió uno de 14.

Este plantel tiene una virtud que lo entusiasma de cara a lo que tiene en su cita inmediata: de las once series o finales o desempates que disputó entre 2014 y 2015 quedó eliminado sólo una vez (en la actual Copa Argentina ante Independiente Rivadavia) y perdió sólo un encuentro de 17.

Hay otra explicación para su magra cosecha de puntos en el torneo. Y tiene que ver con un riesgo asumido en el primer semestre: Apuzzo jugó con suplentes en seis partidos. Apenas sumó un punto de 18 posibles. “Aquello fue un error que no supimos ver. Y hoy lo estamos pagando”, sostienen desde la conducción del club. De todos modos, el plantel y el cuerpo técnico son optimistas respecto de la obtención de ese punto imprescindible para seguir en la A. Mientras tanto, el sueño de la Sudamericana sigue su vuelo...

Texto publicado por el fundador del Blog en Clarín.

lunes, noviembre 02, 2015

Lo que pasó, lo que viene...



Eduardo Domínguez, después de la derrota contra Quilmes. Huracán en tiempo presente y futuro inmediato...

domingo, noviembre 01, 2015

En veremos...



Quilmes 2-Huracán 1
A esperar... La continuidad en Primera quedó en veremos. Es tiempo de jugar como si todos los partidos fueran la final del Mundial. Apenas eso. Todo eso.

Un regalo de cumpleaños



Huracán cumple hoy 107 años desde aquel nacimiento oficial de 1908, tras varios años de búsquedas y de entuasiasmo. Hace doce meses, tras el 0-3 ante Sportivo Belgrano, era imposible festejar. Pero el Globo de Newbery, experto en resurrecciones, cambió su propio escenario. Modificó el rumbo: vinieron dos Copas (la Argentina y la Supercopa), el vuelo internacional, la defensa del patrimonio, la capitalización del plantel, los contratos largos para jugadores valiosos, la intención de poner la mirada en las inferiores... Y una noticia que es el perfecto regalo de cumpleaños: el último jueves Huracán presentó el escrito para levantar el Concurso de Acreedores. Se trata de un paso enorme. De una victoria que excede a la tabla de posiciones. Una manera de volver a nacer. Nada menos.

jueves, octubre 29, 2015

Nos vamos de Copas...


Por Nicolás Migliavacca*
El domingo que viene no sólo se cumplirán 107 años del nacimiento de Huracán, sino que además también habrán pasado 365 días de una tarde fatídica en Parque Patricios. El 1/11/14, el Globo perdía 3-0 contra Sportivo Belgrano en el Ducó, renunciaba Kudelka, el partido terminaría suspendido por incidentes y el equipo quedaba cola en la Zona B de la BN a siete puntos del último puesto de ascenso. Un año después cambió la mano, de hecho, ahora jugará semifinal de Sudamericana ante River.

Es que a partir de ese día, Apuzzo mediante, Huracán levantó: campeón en la Copa Argentina, ascenso, Supercopa ante el Millo, Libertadores (en el medio, 1-0 a San Lorenzo...) y hoy ya está en la semifinal de la Sudamericana. Incluso, volvió a ingresar en la Libertadores que se jugará el año que viene. ¡Histórico, Globo!

Teniendo en cuenta que River ya está clasificado a la Copa de 2016 por ser el campeón vigente, Huracán toma ese cupo y, al imponerse como el que más lejos llegó en esta Sudamericana debido a que Independiente quedó eliminado, consiguió el pasaje al Repechaje por segundo año consecutivo. Sera la tercera de su historia.

Así, no hay dudas de que este cumple será uno bien feliz para los Quemeros.

*Periodista. Texto publicado en el diario Olé.

miércoles, octubre 28, 2015

Juntos...


Una escena, tras la clasificación a las semifinales de la Copa Sudamericana. También una impresión: juntos -los de adentro, los de afuera, los que conducen- es más fácil...

Tenemos un arquero que es una maravilla...



Otra vez, en otro partido decisivo, Marcos Dìaz fue figura. Como en la final de la Copa Argentina y en la de la Supercopa. Como siempre que se lo necesita. Sólido, dueño del área, implacable en el juego áreo, seguro ante los remates desde afuera del área, rápido para salir a recortar espacios.

Esta vez también fue espectacular, como en esta atajada que el video muestra. Como para que todos lo sepan; como para cuando la Selección lo necesite: Huracán tiene un arquero que es una maravilla.

martes, octubre 27, 2015

Huracán viejo nomás...



Copa Sudamericana: Defensor Sporting 0-Huracán 0

Se aguantó, se intentó, se metió, se jugó. Huracán estuvo a la altura de las circunstancias. Fue bravo para defender, astuto para manejar las ansiedades del rival, rápido para generar desequilibrio, solidario para tolerar los malos momentos de algunas individualidades en algunos tramos el partido.

También es cierto: le faltó precisión para liquidar la serie. Pero le alcanzó para cumplir con el inmenso objetivo: acceder a las semifinales de la Copa Sudamericana. Nada menos.



Caminando por América



Huracán, en la antesala del duelo frente a Defensor, por los cuartos de final de la Sudamericana. Un paseo por La Rambla de Montevideo. Momento de imaginar horizontes felices...

sábado, octubre 24, 2015

Un clásico de cien años



Por Pablo Viviani*
Hace tiempo se cumplieron cien años del primer Boca-River y del primer Independiente-Racing, pero restaba aún el de otro clásico barrial histórico: Huracán y San Lorenzo. Es que la rivalidad entre cuervos y quemeros se hizo esperar y recién jugaron por primera vez en 1915: este 24/10 se cumplieron 100 años del primer duelo que ganó el Ciclón 3-1.

Los dos clubes habían recorrido caminos distintos. Mientras Huracán se afiliaba a la Asociación en 1912, San Lorenzo se encontraba con un parate de actividades. Al otro año, cuando los azulgranas se reorganizaron, lo hicieron sin temor a dar ni un paso en falso: decidieron afiliarse a la segunda división y barajar clubes para realizar confrontaciones. En diciembre de 1913 aparecía en los periódicos: “El San Lorenzo de Almagro desea jugar un match amistoso con cualquier club de segunda división afiliado a la A.A.F, para el domingo 21 del corriente en field del aceptante, especialmente con el Club Atlético Huracán”. No hay pruebas de que se haya jugado la partida propuesta, más teniendo en cuenta que cuatro días después debía el Globito jugar la final por el ascenso a Primera. Pero no quedaban dudas de que estaba naciendo la rivalidad.

En 1914 no hay indicios de roce, pues Huracán actuaba en Primera y San Lorenzo, en Segunda. Pero el ascenso de los Gauchos de Boedo, tras derrotar al Honor y Patria, efectivizó la idea de que en la temporada siguiente se verían las caras. Fue más rápido de lo esperado, pues el primer día de abril se cruzaron amistosamente en la cancha que Huracán tenía en Chiclana y Avenida La Plata, en la que hizo valer su condición ante una gran concurrencia y se impuso tres a uno.

Todavía no había nada en forma oficial. El primer cotejo por los puntos entre estos vecinos de barrio se produjo recién el 24 de octubre de 1915 y tuvo como escenario el campo de Ferro, lejos de las callecitas del sur, pues el Ciclón no había conseguido aún los terrenos del Gasómetro. El mal tiempo reinante no favoreció a la concurrencia del público.

San Lorenzo salió a la cancha con José Coll; Alberto Coll y José De Campo; Juan Monti, Federico Monti y Nicolás Romeo; Mariano Perazzo, Francisco Xarau, Alfredo Etchegaray, Cayetano Urio y Luis Gianella. Los dos clubes habían empezado mal el año y ambos estaban en mitad de tabla.

Huracán alistó esa tarde a Francisco Blanco (que después jugó en San Lorenzo); Agustín Alberti y Agustín Palacios; Juan Fontana, Mario Basadonne y Natalio Carabelli; Emeterio Acevedo, José Laguna, Donato Abbatángelo, Martín Salvarredi y Luis Caldera. Los blancos eran favoritos porque llevaban cuatro juegos sin perder por el campeonato, mientras que los azulgranas venían de perder con Porteño.

El Globito tuvo la iniciativa y poco antes de la media hora el “Negro” Laguna abrió el marcador con un tiro que rozó en De Campo y salió alto y esquinado para meterse en la red defendida por Coll. Cuando el referí Ernesto Riello indicó el fin del entretiempo, nadie presagiaba aún el resultado del partido. En la segunda etapa, San Lorenzo lo dio vuelta con dos goles de Perazzo y uno de Xarau.

El entusiasmo y las acciones malintencionadas abundaron durante todo el encuentro. Después del 3-1, el clima violento se encrudeció. El árbitro expulsó a Caldera y Palacios y Huracán terminó con nueve hombres. Tras la primera victoria, San Lorenzo mantuvo su supremacía y después de 100 años lleva 38 partidos de ventaja en la historia: 83 victorias contra 45 de Huracán, y 45 empates. Aunque eso es lo de menos porque cada encuentro es un desafío para ambos y porque los números son puramente anecdóticos en el clásico de barrio más grande del mundo.

*Historiador de Huracán. Integrante del CIHF (Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol).

miércoles, octubre 21, 2015

Domínguez tiene un plan



Las explicaciones de Domínguez tras la victoria frente a Defensor. Elogios, realismo, un plan.

martes, octubre 20, 2015

En marcha



Copa Sudamericana: Huracán 1-Defensor 0
El estallido final es también un desahogo. Es el desenlace de un partido arduo, en el que se luchó cada segundo y hasta el último de los suspiros. Parecía -por el desarrollo, por las llegadas escasas, por lo mucho que se parecieron ambos equipo en varios tramos del encuentro- una cita condenada al cero compartido. Pero no, un rato antes de ese grito feliz nacido de la popular Bonavena, hubo otro grito, el del único gol, ese cabezazo de Ramón Abila, tras un centro preciso y precioso de Cristian Espinoza. Así, Huracán se impuso 1-0 a Defensor Sporting. Así, encaminó esta serie de los cuartos de final de la Copa Sudamericana. De todos modos, lo saben todos en Parque de los Patricios: el pase a las semifinales se resolverá en el Luis Franzini de Montevideo, el martes.

Ese gol también resulta un síntoma: Huracán logró vulnerar a un equipo muy competente al momento de defender. Sirve un dato: sólo recibió goles en un partido de esta edición, en la primera fase, frente al Bolívar, bajo la influencia de los 3.600 metros de altura de La Paz. Por eso, la ventaja que parece mínima resulta muy relevante: Defensor conoce muy bien su libreto al momento de recortarles espacios a sus rivales, pero le cuesta ir a buscar, desequilibrar cuando el oponente se repliega. Es decir, en Montevideo no se sentirá cómodo ante ese escenario. Y Huracán -cuya mejor versión es la de equipo contragolpeador- tendrá espacios para que los aproveche su futbolista más veloz, el supersónico Cristian Espinoza.

El festejo prudente del contorno -de esos casi 25.000 hinchas que acompañaron al equipo de Eduardo Domínguez- también retrata la cuestión: nada está escrito. Y a juzgar por lo exhibido bajo el cielo del Palacio Ducó, será otro partido de esos que se resuelven en detalles. Huracán estuvo en la cornisa de la derrota justo antes de convertir. Con otra atajada que no tendrá olvido, Marcos Díaz -justo en la semana en la que se presentó su libro biográfico- evitó que Defensor sorprendiera y golpeara.

Huracán tuvo otra virtud: fue paciente, incluso a pesar de la ansiedad de los de afuera. Pensó el partido como una serie de 180 minutos. No se desesperó nunca. Ni cuando las imprecisiones de Romero Gamarra o los tropiezos de Ezequiel Miralles comenzaban a fastidiar a su gente. Es valioso: se trata de una demostración de oficio.

También este partido sirvió para demostrar otro rasgo positivo: desde la llegada de Domínguez como entrenador, Huracán consolidó su estructura defensiva (con Díaz, con los dos centrales, Mancineli y Nervo, y con el doble cinco compuesto por Vismara y Bogado). Y eso se traduce en resultados: apenas una derrota en 13 partidos y ocho encuentros con el arco invicto. Buenos indicios para acrecentar la confianza, justo ahora que se acercan “todas las finales juntas”, como dicen en el plantel. No es poco.

Texto publicado por el fundador del Blog en Clarín.

sábado, octubre 17, 2015

Tres gritos y un horizonte...

Bogado y Toranzo, dos de los autores de los goles de Huracán ante Sarmiento. Desde que asumió Domínguez como entrenador el equipo no perdió en el Palacio Ducó: cuatro victorias, tres empates y apenas un gol en contra.

Por Ricardo Sapia*
La goleada tranquiliza el permanecer y el estarse quieto de acá a lo que viene. Uno, dos, tres. Justo. Holgado. Sabremos en horas si es definitivo. Pero ya casi, ya casi. Y más horas para empezar a soñar. Seguir soñando con ese desafío copero. Sin embargo, parece que siempre tiene que replicar una campana que aturda. Nuestro goleador reclama, quiere que lo oigan. Pide un pase. No un pase gol. Un pase. Habilitado, grita. Wanchope, querido, son horas de paz, de intentos de ser más de lo que somos. Sumate. En diciembre hablamos. No jodamos.
Más allá de dimes y diretes, Huracán se reinventó. Con un viraje y mejores interpretaciones de la partitura, sin muchos lujos aunque con una idea de juego más definida o intencionada. Huracán y su doble cara (copas y torneo) enderezó la locura de 20 fechas iniciales mal pisadas. Ahora no es que sopapea al que se le planta (al menos en el largo de 30) pero trata de imponerse. Y pierde menos, aunque no gane tanto. Esta es su faceta doméstica, porque está la otra. Se llama Sudamericana. Y nos tiene encendidos, apasionados, queriendo adelantar el tiempo. Pasó a ser tan importante el calendario Conmebol como lo era este partido que pedía aflojar tensiones. Cincuenta y cincuenta en la cabeza quemera. Ya, ciento por ciento objetivo Montevideo de acá a los próximos once días. Tranquilos. ¿Se puede?

*Periodista. Texto publicado en el diario Olé.

Palabra de capitanes



Hugo Nervo -consolidado capitán del ciclo Domínguez- y Federico Mancinelli -lìder y subcapitán en ausencia de Carlos Arano- sobre lo que viene: la búsqueda internacional, la Copa Sudamericana. Con un mensaje compartido: América, allá vamos...

viernes, octubre 16, 2015

Triunfo de Primera



Huracán 3-Sarmiento 0
La victoria necesaria llegó envuelta en goleada. Y permite cierta tranquilidad de cara al primero de los objetivos: la permanencia en Primera. Pero hay más: Huracán demostró qué tiene con qué, que está para pelear contra cualquiera, que luce ordenado, que llega con profundidad, que no es simple convertirle. Buenos indicios de cara a lo que viene: el desafìo internacional, en la Copa Sudamericana.

El ciclo de Eduardo Domínguez muestra números de buena salud: cinco victorias, seis empates, una derrota (ante Newell's, en Rosario, plena injusticia). Y eso, además de tranquilizar y alegrar, entusiasma. Y mucho. Como este triunfo de Primera.

Más:
Así estamos en el Campeonato.

domingo, octubre 11, 2015

También en Villa Crespo


Huracán no se enfrenta a Atlanta en Primera desde 1984, la última vez que los Bohemios jugaron en la máxima categoría. La imagen, sin embargo, pertenece a los años setenta, el momento de mayor protagonismo de Atlanta en su historia y de Huracán en el Profesionalismo. Y resulta una demostración: para ver a aquel Huracán incluso había que colgarse hasta de los carteles. En las tribunas no había lugar ni en los pasillos ni en el alambrado.

jueves, octubre 08, 2015

La primera vez en Primera


Huracán ascendió a la máxima categoría del fútbol argentino en 1913, apenas cinco años después de su fundación oficial. Ya en Primera, en el mismo mes del fallecimiento de Jorge Newbery, el Globo -ese Globo del inolvidable George- debutó en la elite. Y lo hizo de modo impecable: el 29 de marzo derrotó 4-2 a Ferro, como local. Así, se reflejaba el anuncio del partido de aquella fecha inaugural de 1914. Los primeros nombres de Huracán, a escena.

A la semana siguiente, se produjo otro resultado memorable: Huracán venció 10-1, como visitante a Comercio, un club que actualmente no practica fútbol y cuya cancha estaba ubicada en Avenida del Libertador y Manuela Pedraza, en Núñez.

La primera derrota llegó el 12 de abril frente a Racing, el dueño de la década. Ese año el equipo de Avellaneda ganaría el segundo de sus siete títulos consecutivos (de 1913 a 1919). Huracán para ser Rey tuvo que esperar hasta los años 20.

martes, octubre 06, 2015

El mes del Gol Olímpico


Octubre es, desde 1924, el mes fundacional del Gol Olímpico, aquella magia creada por nuestro Césareo Onzari. Tal como la FIFA lo reconoce. A modo de homenaje, 91 años después, este precioso relato del periodista, escritor y amigo, Ariel Scher. Se titula "Desde el corner". Y leerlo es un gusto enorme, como aquel golazo que sigue latiendo.

Por Ariel Scher*
Están las familias que se reúnen los domingos a saborear estofados, están las familias que confluyen un jueves al mes para jugar dominó y están las familias que se insultan en la antesala de la Nochebuena y brindan, como si nada, justo a las doce. Nuestra familia no se diferenciaba demasiado de ninguna de esas familias. Sólo en el ritual: pateábamos córners. Sí, córners. ¿Qué? ¿Acaso patear córners significaba ser gente rara? No molesten. Al cabo, ni explotábamos a los castigados del mundo ni nos emborrachábamos a destiempo. Madres, tías, primos mayores y menores y otros parientes no mayores ni menores nos juntábamos a patear córners una vez por año. Y nos sentíamos felices.

Lo raro -si hay que conceder que algo bordeaba lo raro- radicaba en el motivo por el que pateábamos corners una vez por año.

Lo hacíamos para leer mejor.

Lo hacíamos cada 2 de octubre desde que el 2 de octubre de 1924 un muchacho llamado Cesáreo Onzari demostró que los genios de la geometría se habían confundido y que los cráneos de la pelota no comprendían lo suficiente. En la cancha del Sportivo Barracas y en un Argentina-Uruguay al que le tocarían muchos destinos pero no el olvido, consiguió lo imposible y lo que nadie: metió el primer gol de córner de la historia. Metió ese gol y, como los uruguayos venían de consagrarse campeones olímpicos, al gol de córner que contribuyó a que los argentinos vencieran por 2 a 1 se lo bautizó gol olímpico. A partir de entonces, el fútbol no fue el mismo. Y nuestra familia, tampoco.

Toda familia cobija trazos más o menos sombríos. En la nuestra, de tanto en tanto, antiguos cuñados de fe tibia no creían que patear córners para homenajear a un córner mítico desembocara en que leyéramos mejor. Se equivocaban y, por fortuna, vivían las abuelas para disiparles esas cavilaciones erradas. ¿Qué argumentaban las abuelas? Que a ese gol y a ese jugador haciendo ese gol los habían visto apenas los afortunados que entraron al estadio aquel día; y que para el resto de la humanidad, se trataba de un gol que se escribió y que se leyó.

Conclusión de las abuelas, conclusión de la familia, conclusión que, por evidente, no habilitaba otra conclusión: ese gol y ese jugador eran pura y plena literatura.

Literatura como la que desandó José Portogalo, narrador de los buenos, cronista impecable, en Buenos Aires, tango y literatura: "Todavía se reúnen los parroquianos de los contornos. Recuerdan el gol olímpico de Cesáreo Onzari, discuten sobre el Mundial de Chile y se agrandan o se achican los valores futbolísticos".

A través de muchos 2 de octubre, una tía veterana lagrimeó con cada palabra bellísima que los diarios dedicaron a rememorar el gol olímpico. Ella pateaba muy bien los córners, desde la derecha y con su torneadísima pierna izquierda, y es probable que hayan sido sus brazos los que trajeran el ejemplar de Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sabato, en el que la relevancia de Onzari se cristalizaba en las colecciones de figuritas:

"—Muéstrele, Bebe —repitió ella, seriamente, sin dejar de mirar su bastidor, en esa forma mecánica que usan las madres para dar indicaciones a sus hijos mientras están absortas en tareas importantes del hogar. El Bebe se puso a mi lado y me mostró su tesoro. —¿Lo tenés a Onzari? —le pregunté. Se daban hasta seis o siete Bidoglio por un Onzari. —Claro que sí —me dijo, y lo buscó. Después de mostrármelo, me admiró poniendo en el suelo equipos completos muy difíciles, como el de los escoceses".

Ahí estaba, refulgente, Onzari. Y si los antiguos cuñados se convencían pero los nuevos cuñados dudaban, la hermana de la tía veterana, una dama de rodillas chuecas y córners de novela, desplegaba una carta inempatable. "¿Te acordás de Jacinta Pichimahuida?". Recontrafamosa maestra televisiva, no había resquicio para que ni siquiera el cuñado menos lúcido de nuestra o de otra familia la desconociera. Entonces, la hermana de la tía veterana consumaba: "A Jacinta Pichimahuida la imaginó Abel Santa Cruz, autor de teleteatros populares y periodista deportivo en su juventud. ¿Adivinen de quién habló en Cuentos de Jacinta Pichimahuida?". Y leía: "Y los héroes de Buenos Aires: Bidoglio, Ochoa, el gaucho González, Isusi, Onzari, Calomino".

La hermana de la tía veterana se enorgullecía de su marido, animador central de cada cumbre familiar. Pateador digno de una Primera División más que de un encuentro de parentela, ese hombre despreciaba a cuñados antiguos y nuevos y lanzaba todos sus córners recitando con el alma y con sus tobillos de pateador exquisito: "Onzari la llevaba corta y presa./ Salía Huracán y aquello era un galope". Primas de ansiedad excesiva aseguraba que su caso testimoniaba que patear córners conducía a leer mejor y, encima, a escribir fenómeno. Les notábamos cierto desencanto cuando les revelábamos que esos versos no habían nacido de la inspiración del marido de la hermana de la tía veterana sino de la de Julián Centeya, poeta, tanguero, perceptivo de las magias de la camiseta de Huracán que Onzari vistió a lo grande y como wing izquierdo.

Gracias a Onzari y a la literatura que generaba, todos nos volvimos todos lectores de tangos. Y no sólo porque Mariano García y Francisco Rofrano compusieron uno titulado, directamente, "Onzari", que acompasaba, de fondo, muchos de los córners que pateaban las parientas más viejas, nostálgicas de sus noches de danza, durante cada 2 de octubre. Además, los jóvenes nos deleitábamos con "Largue esa mujica", el extraordinario ejercicio en lunfardo que Juan Faustino Sarcione había enhebrado con los apellidos de las luminarias de la cancha: "Lo Onzari que Battilana/ si ha Serrato la Manchini,/ que si usted Reccanatini/ tal vez Stabile mejor".

Todas las ceremonias empiezan y todas las ceremonias terminan. Incluida una tan noble como la que convocaba a nuestra familia. Por lo tanto, en algún momento cesaban los corners y, como testimonio de que habíamos aprendido a leer mejor, un sobrino de los más chicos carraspeaba con los labios apuntando hacia una página de Eduardo Galeano y compartía un fragmento de El fútbol a sol y sombra: "Por homenaje o ironía, aquella rareza se llamó gol olímpico. Y todavía se llama así, las pocas veces que ocurre. Onzari pasó todo el resto de su vida jurando que no había sido casualidad. Y aunque han transcurrido muchos años, la desconfianza continúa: cada vez que un tiro de esquina sacude la red sin intermediarios, el público celebra el gol con una ovación, pero no se lo cree".

Al acabar esa lectura, nos abrazábamos con una pelota en cada pie y un libro en cada mano y nos comprometíamos a vernos el 2 de octubre siguiente.

-Los espero en el córner-, nos recordábamos unos a otros.

Después, partíamos hasta el año próximo, olímpicamente felices, listos para leer mejor.

*Periodista y escritor

domingo, octubre 04, 2015

Una injusticia, una invitación a la lucha



Newell's 2-Huracán 0
La derrota -injusta por donde se la mire- resulta una complicación y una invitación: Huracán todavía no garantizó la permanencia en Primera. Ya descendido Crucero del Norte, le llevamos seis puntos a Nueva Chicago, el otro en la zona roja. Quedan nueve por disputar. Tres partidos, tres finales. No hay que tropezar. Hay que seguir luchando...

Más:
Así estamos en el Campeonato.

viernes, octubre 02, 2015

Un equipo muy bien diez

Eduardo Domínguez ya dirigió sus primeros diez partidos. El invicto continúa y el objetivo de ir tras de la Sudamericana, también...

Huracán parece empecinado en repetir ciclos. Su último año es un sorprendente recorrido a pura adrenalina entre infiernos y paraísos. El primer día de noviembre del año pasado, tras perder de local contra Sportivo Belgrano de San Francisco (0-3, en el Palacio Ducó, con escándalo incluido), quedó último en el Nacional, casi sin chances de ascenso. Un mes después, volvía a Primera y levantaba la Copa Argentina, su primer título luego de 41 años. Algo parecido le sucedió en el último abril: cuatro días después de perder frente a Mineros -rozando el papelón- y de quedarse afuera de la Libertadores, le ganó la final de la Supercopa a River (1-0, en San Juan) y sumó la Estrella 13. Vertiginoso e indescifrable.

Ahora, está sucediendo algo parecido: luego del insólito 0-3 frente a Nueva Chicago, se quedó sin técnico, tras la partida de Néstor Apuzzo. Entonces, Eduardo Domínguez dejó de ser el capitán y pasó a ser el entrenador. Y, otra vez, el milagro de la resurrección en tiempo récord: diez partidos después, aquel equipo que no podía caminar sin tropezar es motivo de entusiasmo y de aplausos. Huracán está invicto en este nuevo y breve ciclo. Cuatro victorias, seis empates, seis encuentros con el arco en cero. Incluidos el triunfo que bajó a San Lorenzo de la punta y esta clasificación a los cuartos de final de la Sudamericana, frente a Sport Recife. Sí, el mismo plantel que todavía tiene que mirar la tabla de los promedios está en el top 8 de la competición continental. En definitiva, en diez partidos, un equipo muy bien diez.

La gente se lo reconoció en el estadio, cuando el miércoles se hacía jueves. Hubo un “ole, ole, ole” unánime luego del tercer gol, aplauso teatral ya cerca del final y una ovación en la despedida del equipo. “La actuación fue muy buena. Y creo que por eso la gente nos despidió de esa manera. Si seguimos jugando así, será lógico que se repitan ese tipo de respuestas del hincha”, explicó Domínguez. Siempre cauto, incluso sobre el futuro: “Recién estamos en cuartos de final. Y ahora no podemos pensar en otra cosa que en el partido del domingo contra Newell’s”. Lo sabe: Huracán necesita garantizarse la permanencia antes de imaginar horizontes continentales. El escenario: le lleva 9 puntos a Chicago y 12 a Crucero del Norte. Quedan 4 fechas.

De todos modos, en la sede de la Avenida Caseros son muchos los que ya imaginan rivales en las siguientes rondas y hasta eventuales viajes. El entusiasmo crece. La Sudamericana, de repente, se estableció como prioridad en la vida de este Huracán que parece capaz de cualquier cosa. De derrotas absurdas y de consagraciones históricas. Más capítulos esperan...

Texto publicado por el fundador del Blog, en Clarín.