martes, agosto 31, 2010

Opciones sin opción; números que no cierran


La Comisión Directiva del Club Atlético Huracán, a través de su web oficial, dio a conocer las cifras de las opciones de compra que tienen los profesionales que llegaron al clubpara reforzar al plantel que conduce Héctor Rivoira.

A continuación se detallan los montos:
Marcos Brítez Ojeda (Racing Club): 50 % - U$S 1.000.000.
Lautaro Formica (Godoy Cruz): 50 % - U$S 600.000.
César Montiglio (Atlético Tucumán): 50 % - U$S 375.000 y el 100 % U$S 750.000.
Harrison Otálvaro (Deportivo Cúcuta, Colombia): 50 % - U$S 600.000.
Agustín Peña (Wanderers, Uruguay): 50 % - U$S 800.000.
Carlos Quintana (Lanús): 100 % - U$S 2.000.000.
Mariano Torres (Boca): 100 % - U$S 1.000.000.
Rolando Zárate (Vélez): 100 % - U$S 300.000.
Jonathan Hereñú (Newells): a convenir (reunión pactada entre ambas dirigencias para septiembre).
Facundo Quiroga (River): sin opción.
Mariano Martínez (Arsenal): sin opción.
Angel Morales (Nacional, Uruguay): sin opción.

La impresión resulta inequívoca: las opciones, en la mayoría de los casos, no ofrecen demasiado margen para la posibilidad de que Huracán se capitalice. Y eso no es una buena noticia, claro.

sábado, agosto 28, 2010

Dos gritos que no alcanzaron



Las seguras manos de Gastón Monzón -el mejor jugador de Huracán de 2010- para impedir que el penal pateado por Rolando Schiavi fuera gol y el primer gol de Rolando Zárate no alcanzaron para volver a la victoria. Esos dos gritos fueron insuficientes.

viernes, agosto 27, 2010

Un punto, muchos silbidos


Apertura, cuarta fecha: Huracán 1-Newell's 1, en el Ducó. Poco fútbol, apatía, errores, un equipo despojado de casi todo. Eso es Huracán hoy. Por eso, el punto no alcanzó para tapar lo inevitable: el rechazo mayoritario. Esos silbidos del final...

El mejor: Gastón Monzón.
El peor: Héctor Rivoira, Carlos Babington, Carlos Quintana, Angel Morales.

Así estamos:
En el Apertura
En el promedio
El fixture

jueves, agosto 26, 2010

De Interés Cultural


El lunes (30 de agosto) desde las 18.00 horas, en el Salón Dorado del Palacio Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires, se realizará la ceremonia de Declaración de Interés Cultural del libro "Huracán, en el Bicentenario de la Patria", publicado por Susana Aradas.
Dentro de esta actividad, también, se hará un homenaje al director Juan José Campanella por haber incluído en su más reciente película, El secreto de sus ojos (ganadora del Oscar como Mejor Película Extranjera), las hermosas imágenes del estadio Tomás Adolfo Ducó, nuestro escenario.
Este acto es el reconocimiento del excelente trabajo presentado en la última Feria del Libro de Buenos Aires y la antesala de la presentación de la obra en La Feria del Libro de Frankfurt, la más importante del mundo.
Se reconocerán, además, a doce medios periodisticos con un presente en agradecimiento por la difusión y la colaboración con el libro.

Para ese libro fui convocado. Y escribí la contratapa. Acá, la reproduzco. Se tituló: "Nosotros, los Quemeros".

Me quedo con un puñado de escenas recientes para explicar la esencia de nuestro Huracán. El día del despojo de Liniers, el escandaloso 5 de julio de 2009, vi gente que lloraba abrazada a otra gente; vi chicos con el alma rota por la injusticia; vi a un tipo como Angel Cappa que se recibía de Quemero en la derrota; vi a dos jubilados sollozar en silencio, mojados en pleno desamparo tras la lluvia y el granizo. No me lo contaron.
Estaban ahí todos ellos, en el Amalfitani de las tristezas más duras, firmes, doloridos, con el corazón agujereado por una desilusión nacida de una herejía ajena. Ellos, nosotros, todos, éramos más de Huracán que nunca. En esa caída, en ese golpe feroz.
Lo confirmé para siempre: no se trata de la seducción de algún éxito pasajero; tampoco de una imposición de la implacable parafernalia mediática. Ser Quemero es una cuestión de pertenencia. Una preciosa herencia inmodificable.
Es cierto, no llegó a sumarse la sexta estrella en la camiseta, por un tal Gabriel Brazenas, por un tal Vélez. Pero ese día, en ese final de luchadores sin desenlace feliz había quedado sellada -otra vez- la identidad de Huracán. Porque la memoria lo guardará siempre a ese plantel, a esos Angeles de Cappa, a ese Equipo del Pueblo. Porque el recorrido fue un placer y un lujo. Por eso, hubo una ovación para ellos; y esos aplausos y el reconocimiento. También estuvieron las lágrimas compartidas y ese dolor que es pertenencia. No habrá olvido para esa tarde de Liniers. Porque el hincha de Huracán no es hincha del éxito sino de su identidad. Y ese equipo hizo algo enorme: lo demostró. Fue generoso como aquellos futbolistas que nos hicieron los más campeones de los años 20, como Guillermo Stábile y Cesáreo Onzari; fue guapo como Herminio Masantonio; fue futbolísticamente romántico como Emilio Baldonedo y Tucho Méndez; fue mágico como El Loco Houseman; fue leal como Jorge Carrascosa; fue lúcido y hasta lujoso como en los días felices de los 70; fue orgullosamente Quemero como el Turco Mohamed. Resultó, sobre todas las cosas, una reivindicación de aquellos mandamientos que parecían perdidos. Y algo más: se trató de una comprobación de que la indentidad y que la mística no siempre se construyen desde el título. A veces, la gloria no necesita de vueltas olímpicas. Y ese es el caso de nuestro inmenso Huracán.

miércoles, agosto 25, 2010

Bendito seas, a pesar de todo



Un video, algunos recuerdos, otros dolores. También un pedacito de optimismo para estos días incómodos y sin agrados.

domingo, agosto 22, 2010

La culpa no es del gato negro


Apertura, tercera fecha: Arsenal 2-Huracán 0, en el Viaducto. Flojo, decepcionante, al borde del desastre. Huracán jugó mal, perdió y preocupa. Está claro, la culpa no es del gato negro.

El mejor: Vacante.
El peor: Carlos Babington.

Así estamos:
En el Apertura
En el promedio
El fixture

viernes, agosto 20, 2010

Paolo: una carta, una verdad


Lo que sigue es una carta que escribió Paolo Goltz a los hinchas, a los socios y simpatizantes de Huracán. Una suerte de despedida en nombre de la verdad:

"Estimados hinchas y simpatizantes del CLUB ATLETICO HURACAN, concretada en el día de hoy, 13/08/2010, mi transferencia siento la necesidad de llegar a ustedes con estas líneas con el fin de despejar dudas y agradecer desde lo más profundo de mi corazón.
La decisión de las inhibiciones surgió de un acuerdo entre AFA, HURACAN y AGREMIADOS, posibilitando de esta manera el blanqueo total de la deuda con los jugadores que se retiraban de la institución e incluía a aquellos que tenían reclamos desde el año 2009.
Una vez completada la lista AFA garantizó ante AGREMIADOS y de esa forma HURACAN pudo inscribir las incorporaciones e iniciar el campeonato, este acuerdo lo cerraba mi transferencia y HURACAN normalizaba la situación.
Una vez concretado el pase entre los clubes, HURACAN no reconoció el porcentaje que me corresponde, sin embargo conociendo la grave situación que hubiese generado mi negativa, acepte las condiciones que me impusieron y la operación pudo destrabarse.
Con mi transferencia solo devuelvo una parte de la deuda que llevare por siempre, Huracán me recibió a los 15 años y entre sus paredes me hice hombre superando las carencias con el cariño y el respeto de todos.
Gracias a todos y cada uno de los que alentaron y ayudaron a empujar mi sueño de chico de pueblo del interior de ser jugador de fútbol, gracias a los que confiaron, yo estaré junto a ustedes siempre, con mi cinta de capitán y un globo en el corazón.

GRACIAS

Paolo Goltz".

martes, agosto 17, 2010

Lindo estreno, mal resultado


En el partido frente a River, Huracán estrenó una nueva-vieja-histórica camiseta alternativa. Tiene vivos blancos, el Globo versión lamparita y las Cinco Estrellas. Luce bien, atractiva. Pero no la acompañó el resultado.
En cuanto a la recepción que tuvo entre los hinchas, el sitio web Patria Quemera realizó una encuesta de la que participaron unas mil persona: "Me gusta, pero le cambiaría la publicidad" fue la opción más elegida (con el 53,3 por ciento). Luego siguieron: "Me gusta" (22,3); "No, para nada" (20,4); y "Puede ser" (3,9).

lunes, agosto 16, 2010

Hasta pronto, Angel


Angel Cappa volvió al Ducó. Se lo recibió de la única manera posible: con aplausos. Estuvo en el banco visitante. Que la próxima vez vuelva para estar de nuestro lado. Por eso, hasta pronto...

domingo, agosto 15, 2010

Jugamos tan mal, perdimos por tan poco


Apertura, segunda fecha: Huracán 0-River 1, en el Ducó. Nos ganaron con casi nada. Con un gol y un ratito de Ariel Ortega en el primer tiempo. Faltó juego, faltó contundencia, no hubo ideas más allá de tirar pelotazos y centro. Flojo por donde se lo mire en cuanto a la evaluación futbolísitica. Curiosamente cerca de un resultado mejor.

El mejor: Marcos Brítez Ojeda, Facundo Quiroga.
El peor: Jonathan Hereñú, Luciano Nieto.

Así estamos:
En el Apertura
En el promedio
El fixture

sábado, agosto 14, 2010

Vamos al Ducó, soñemos...



Imágenes y goles del inolvidable 4-0 a River, en el Ducó, el año pasado. Los Angeles de Cappa en su mejor versión. Un recuerdo precioso en la antesala de un partido para el entusiasmo. Vamos todos al Palacio. Soñemos que se puede repetir... No es poco.

jueves, agosto 12, 2010

Que la historia se arrodille

El 4-0 del año pasado, con Javier Pastore como Bailarín de La Quema, fue el mejor triunfo de Huracán ante River en el Ducó.

El Monumental de Núñez es un motivo de orgullo para River. Hay razones de sobra. Entre ellas, una que cuenta la estadística histórica: es el estadio más difícil para los visitantes. Sin embargo, hay otro escenario en el que River jugó como local y se sintió muy cómodo. En 1977, casi cinco décadas después de la inauguración, el Monumental fue refaccionado para el Mundial 78. Entonces, sucedió la única mudanza prolongada de River a un estadio ajeno: el Tomás Adolfo Ducó.
No era una campaña cualquiera: River había ganado apenas dos títulos (el bicampeonato de 1975) en los últimos 20 años. Y Boca se había llevado el Metro y el Nacional de 1976. Lejos del Monumental, en Parque de los Patricios, River se hizo fuerte y dio la vuelta olímpica tras un larguísimo campeonato de 44 encuentros. La vuelta la dio en la última fecha, en Alcorta y Luna: el 13 de noviembre venció 4-2 a Ferro (con goles de Passarella, Marchetti, Pedro González y Ortiz) y mantuvo la diferencia de dos puntos sobre Independiente, el subcampeón. En esa campaña fue el equipo que menos perdió como local (una caída en 22 encuentros). En La Quema, donde ganó 12 partidos y empató 9, sólo lo derrotó Vélez (2-1). Como detalle añadido, también en esa cancha venció como visitante a Huracán (2-0).
Pero el idilio no sólo sucedió en esa temporada. Lo cuenta la historia. Y hasta el nacimiento. El día del primer partido oficial disputado en el Ducó, el 7 de septiembre de 1947, también festejó River: ante 48.000 personas, Huracán venció 4-3 a Boca. Fue un resultado valioso para los de Núñez ya que en ese campeonato que ganaron, los perseguidores fueron sus superclásicos rivales.
En total, como local o como visitante, River disputó 125 partidos en el Ducó. Y el saldo es notablemente favorable: ganó 63, empató 42 y perdió 20 (cuatro de ellos ante Vélez). Hay más: el saldo en el enfrentamiento con Huracán también es muy positivo (26 triunfos contra 10 y 18 empates). No sólo eso: dos de las diez máximas goleadas de River como visitante en su historia sucedieron en esa cancha (7-1 en 1952 y 6-0 en 2003). Por eso, más allá de los malos recuerdos que genera Derlis Soto (por haber impedido el título en 2001) y del 4-0 del año pasado, el Ducó es un espacio agradable para River.
Ahora, en El Estadio del Oscar -como lo llaman los hinchas de Huracán al Ducó desde la consagración en Hollywood de la película El secreto de sus ojos - volverán a enfrentarse. Con un valor agregado: sentado en el banco visitante estará Cappa, una suerte de Angel de Parque de los Patricios . También por eso, en este otro estadio de River, no será un domingo más.

Texto publicado por el autor del blog en Clarín.

lunes, agosto 09, 2010

Entradas agotadas, pasión inagotable



Huracán llenó su espacio en La Paternal, en ese Diego Maradona que supo cobijarnos varias veces. Y festejó. Y gozó. Y también comienza a abrazar un entusiasmo: el domingo, en el Ducó, llegará River, con nuestro querido Angel Cappa en el banco.

domingo, agosto 08, 2010

Dos debuts, dos minutos, dos goles, tres puntos



Huracán le dio vuelta el resultado a Argentinos con dos goles en dos minutos. Mariano Martínez y César Montiglio, los autores, debutaron ayer con el Globo de Newbery en el pecho. Tal vez, no haya mejor modo de presentarse ante los ojos quemeros.

sábado, agosto 07, 2010

Vengan, sonriamos juntos


Apertura, primera fecha: Argentinos 1-Huracán 2, en el Diego Maradona. Contra el campeón, de visitante, con un equipo nuevo, con un plantel sin muchas caras conocidas. Sí, ganó Huracán. A pesar de pronósticos y circunstancias. Son tres puntos de asombro y de entusiasmo para un equipo que, sobre todas las cosas, se animó a buscar y a luchar durante 90 minutos. ¿El juego? Aceptable en el contexto de un equipo en formación. ¿Es resultado? Una sonrisa inmejorable. No es poco para empezar.

Goles: Mariano Martínez y César Montiglio.
El mejor: Montiglio, Luciano Nieto, Marcos Brítez Ojeda, Agustín Peña.
El peor: Vacante.

Así estamos:
En el Apertura
En el promedio
El fixture

viernes, agosto 06, 2010

Felicidades, querido Herminio

Herminio Masantonio era un goleador implacable, un nueve de pura raza. Y era, sobre todo, un guapo de verdad, de los de antes, de los inclaudicables: leal, vehemente cuando fuera necesario, caballero, siempre generoso. Como decía Norberto Tucho Méndez: "Jugar al lado de Herminio te hace sentir más fuerte". O como escribía Osvaldo Ardizzone: "Un hombre de verdad... Un reo sensible, un caudillo bonachón".
Masantonio fue y es el símbolo de una época de Huracán y el ícono de la grandeza más allá de los avatares de un título. Su gloria, claro, era la lealtad. Fue el goleador del equipo entre 1931 y 1943. Hizo 254 tantos en 349 partidos para el club de su vida y así ocupa el tercer lugar del podio en la historia del profesionalismo, detrás de Arsenio Erico y de Angel Labruna. Su bigotito prolijo y su nariz de boxeador fueron una marca registrada de este hombre nacido en Ensenada, que llegó al sur de la Ciudad procedente de Sportivo Villa Albino, un pequeño club de su barrio; que le dijo no a la Juventus, en 1932, para quedarse en ese Parque Patricios que lo cobijó y que lo tiene como monumento, frente a la sede de la Avenida Caseros, y como tribuna, en el Ducó.
Masantonio fue y es, además, el séptimo goleador en la historia de la Selección y tiene el mejor promedio de gol (con 21 goles en 19 partidos).
Un 11 de septiembre de hace 50 años, Masantonio se despidió con todo su silencio y con toda su modestia. Quizá sin saber que para su vida nunca habría olvido.

Nota publicada por el autor del blog en Clarín, al cumplirse los 50 años del fallecimiento de Herminio Masantonio.

Detalle: en la semana de su cumpleaños número 100, un abrazo para el inmenso Herminio.

jueves, agosto 05, 2010

Bienvenidos a La Quema

Atilio Mellone jugó en Huracán entre 1944 y 1945. Este paraguayo bravísimo fue el máximo anotador de la temporada de 1944. Además, con el Globo de Newbery en su pecho, obtuvo la Copa Competencia Británica de ese mismo año.

Huracán nutrió su historia de muchos futbolistas extranjeros. Algunos dejaron su huella, fueron ídolos, referentes y hasta máximos anotadores. Otros tuvieron su día de gloria, su instante inolvidable. Y bastantes pasaron sin que sus nombres se grabaran en corazones o en memorias.

Uruguay y Paraguay resultaron los países que más y mejores jugadores aportaron. Pero también hubo peruanos, brasileños, españoles, colombianos y hasta dos griegos (Constantino Hiotidis, en los años ochenta, y Martín Kadijevic), un venezolano (el Maestrico César González), un japonés (Josuke Kato), un ecuatoriano (Roberto Mina) y un guatemalteco (Ricardo Clark, en 1966). Y también hubo algunos argentinos muy destacados que (antes o después de su paso por Parque de los Patricios) adoptaron otra nacionalidad: como Alfredo Di Stéfano, la de España; y como Eduardo Ricagni, la de Italia. Y otras situaciones inversas: Miguel Ginevra* y el memorable Carlos Nóbile*, defensores relevantes de los años 20, quienes llegaron desde Italia, pero terminaron representando al seleccionado argentino.

Sucedieron también otros casos de grandísimos cracks extranjeros de paso breve como el del paraguayo Arsenio Erico, máximo goleador histórico del fútbol argentino, quien disputó apenas siete partidos; y el del peruano Valeriano López (uno de los tres futbolistas sudamericanos que convirtió en promedio más de un gol por partido; los otros fueron el brasileño Arthur Friedenreich y el argentino Bernabé Ferreyra) quien jugó 19 encuentros y marcó 10 tantos con el Globo de Newbery.

Lo que sigue es una suerte de seleccionado de extranjeros** de la historia del club. Con una distribución antojadiza, casi sin criterio táctico:

Walter Taibo, de Uruguay: 1959-1960; 41 partidos. Fue arquero del seleccionado de su país en la segunda mitad de la década del 50. De rendimiento parejo en La Quema.

Nelson Chabay, de Uruguay: 1973-1975; 93 partidos. Fue campeón en 1973, semifinalista de la Copa Libertadores en 1974 y subcampeón en 1975.
Pedro Barrios, de Uruguay: 1993-1997; 150 partidos, 34 goles. Es el extranjero con mayor cantidad de partidos y, junto a Plácido Rodríguez, es el que más goles convirtió. Además, fue el capitán del equipo subcampeón de 1994.
Sebastián Morquio, de Uruguay: 1999-2002; 121 partidos, 20 goles. Ascendió a Primera en 2000. Bravo, intenso y autor de goles importantes. Se hizo hincha del Globo de Newbery.

Julio Ramírez, de Paraguay: 1946-1950 y 1955; 88 partidos, 2 goles. Le puso el hombro a los días difíciles de la era post-Masantonio. Jugó con Di Stéfano y estuvo en la temporada en la que se inauguró el Ducó.
Rubén Perdomo, de Uruguay: 1939-1943; 103 partidos, 23 goles. Impecable acompañante de los días felices de La Aplanadora. Fue bicampeón de la Copa Adrián Escobar.

Walter Pelletti, de Uruguay: 1992-1996; 137 partidos, 23 goles. Fue wing, fue volante, fue querido por todos. También resultó subcampeón en 1994.
Edemil Araquem de Melo, de Brasil: 1968-1972; 58 partidos, 19 goles. Su llegada generó una expectativa impresionante. Su fortísima pegada la justificó. Se perdió por poco el mágico 1973.
Atilio Mellone, de Paraguay: 1944-1945; 33 partidos, 30 goles. Brillante paso por Huracán en apenas un año entero. Fue el máximo goleador de la temporada de 1944. Y ganó la Copa Competencia Británica. Un inolvidable.
Miguel Loayza, de Perú: 1965 y 1967-1968; 75 partidos, 31 goles. Le decían "El Maestrito". No era casualidad: obedecía a su notable habilidad; sus gambetas tenían carácter docente. Uno de los mejores futbolistas peruanos de su tiempo.
Plácido Rodríguez, de Uruguay: 1939-1944; 131 partidos, 34 goles. Partícipe relevante de tiempos felices. Jugó para La Aplanadora, subcampeón de 1939, y ganó tres Copas (las dos Adrián Escobar y la Competencia Británica). Hizo el gol más rápido en la historia del clásico ante San Lorenzo, en 1940.

En el banco de suplentes también hay espacios para los lujos: el defensor Roberto Hornes (de Uruguay; disputó 66 partidos e hizo un gol entre 1963 y 1965); el mediocampista César González (de Venezuela; 34 encuentros y cinco tantos en la campaña 2008/09); y los delanteros Jorge Cruz (de Colombia, 65 partidos y 25 goles entre 1991 y 1993), Derlis Soto (de Paraguay; 53 goles y 11 partidos en Primera más el ascenso en 2000), Hugo Guerra (de Uruguay, 23 goles en 79 encuentros en los años 90) y Eladio Zárate (de Paraguay, 18 gritos en 40 encuentros a mediados de la década del 60). También se puede agregar por su condición fundacional al delantero uruguayo Abelardo González, el primer extranjero que jugó para Huracán, quien participó del ascenso a Primera en 1913.

*No fueron incluidos en el equipo ideal de extranjeros ya que representaron al seleccionado argentino.
**Se consideraron sólo a aquellos futbolistas que disputaron al menos 30 encuentros.

martes, agosto 03, 2010

El oscuro caso Clara


Lo que sucede en Huracán es también un testimonio de los costados menos deseados del fútbol argentino. Resulta un escenario de todo lo incómodo que sucede en los clubes para retener jugadores, para lidiar con empresarios y tentaciones, para administrar profesionales con una dirigencia amateur. El oscuro caso de Gino Clara, que sigue sucediendo ahora en tribunales, resulta un espacio en el que todo parece posible.
El futbolista era hasta hace poco más de un mes el principal patrimonio del plantel de Parque de los Patricios junto a Paolo Goltz (recientemente transferido a Lanús). Pero entre los errores y la falta de rigor de los dirigentes y la avivada de algunos allegados al futbolista se terminó dañando a una institución que viene padeciendo episodios semejantes desde hace no menos de dos décadas.
“Es un robo legal”, dijo el presidente del club, Carlos Babington. Pero se olvidó de aclarar que en el contrato confeccionado en junio del año pasado tacharon las dos opciones de prórroga que el formato -homologado y entregado por la AFA- ofrecía. Además, las cinco copias reglamentarias fueron entregadas de manera tardía.
Según Futbolistas Argentinos Agremiados quedó en libertad de acción el último 30 de junio, ya que su contrato no contemplaba al vencimiento ninguna cláusula de prórroga. La AFA, sin embargo, apoya a Huracán. Incluso los clubes del fútbol argentino hicieron una suerte de acuerdo para no contratarlo.
En el medio está el jugador, que defiende su derecho. Pero también hay un aspecto para considerar a su alrededor: según pudo averiguar Clarín en Chile, entre representantes del futbolista y dirigentes del club Unión San Felipe hubo contactos bastante anteriores a la finalización del contrato. Incluso en el comienzo del Clausura más reciente, ya se hablaba en la sede de la Avenida Caseros de que había un contrato firmado entre Clara y el club trasandino. El tiempo le dio más espacio al rumor.

Texto publicado por el autor del Blog en Clarín.