miércoles, noviembre 23, 2022

Botín de Oro, también orgullo de La Quema

Héctor Yazalde, el inolvidable Chirola, fue el único argentino en conseguir el Botín de Oro que la UEFA le entrega cada temporada al máximo goleador de todo el continente. Más allá de que se destacó en Independiente, Sporting Lisboa y Newell's su retiro fue en Huracán. Fueron apenas dos partidos (sin goles) en 1981. Ese año, el equipo de Parque de los Patricios terminó octavo en el Metropolitano que ganó Boca con Diego Maradona; y se quedó afuera de los cuartos de final por dos puntos del Nacional que ganó River con Mario Kempes. Duró poco la aventura de Yazalde en los barrios del Sur, pero fue también un motivo de orgullo de aquellos días. Lo que sigue es un retrato de este personaje irrepetible publicado por el autor del Blog en Planeta Redondo, de Clarín.

Villa Fiorito parece destinada a alumbrar grandes cracks. En su geografía de carencias y postergaciones, en la periferia del partido de Lanús, se forjó ese nombre que no necesita apellido para presentarse en el mundo del fútbol: Diego. Pero no fue la única figura universal que conoció los deleites de esos potreros ya mitológicos. Allí cerca, a un puñado de calles sin cordón ni asfalto, también se crió otro personaje irrepetible de la historia del fútbol argentino: Héctor Casimiro Yazalde. El consiguió lo que ni el inmenso Maradona: fue el único futbolista nacido en esta tierra capaz de obtener el Botín de Oro, ese lauro que Europa le entrega al máximo goleador de cada año en todo el continente.

Yazalde dividió su niñez y su adolescencia entre los potreros y los esfuerzos por llevar el pan a casa. Le decían Chirola porque trabajaba por chirolas (una palabra que encontró el lunfardo para mencionar a unas pocas monedas). Trabajó en un puesto de diarios, fue ayudante en una verdulería y repartidor de hielo. En definitiva ayudaba como podía a Pedro y a Petrona, sus padres -quienes años antes habían dejado Los Toldos para instalarse en el Gran Buenos Aires-, y a sus siete hermanos.

Su primer club formal fue Los Andes. Y en Racing llegó a jugar en la Séptima junto a Agustín Cejas, el Panadero Rubén Díaz, el Coco Alfio Basile y Rodolfo Vilanoba. En 1964 fichó para Piraña, un club de la D, la última categoría de la AFA. Entonces aconteció un detalle que cambiaría todo y para siempre: Carlos Radrizzani, presidente de Independiente, lo vio jugar en un torneo nocturno y lo llevó al club para sumarlo a la Tercera. Cuentan que llegó al Rey de Copas por recomendación de Julio Grondona, entonces presidente de Arsenal y conocedor de los secretos del Ascenso. En ese tiempo pesaba apenas 60 kilos de mal comer.

Su crecimiento fue impresionante: Renato Cesarini lo citó para el seleccionado Juvenil que disputó los Juegos Panamericanos de Winnipeg. Osvaldo Brandao lo promovió al notable equipo que consiguió el Campeonato Nacional de 1967, con Santoro, Pavoni, Savoy, Pastoriza, Bernao, Artime y Tarabini, a quien consideró siempre su mejor amigo en el fútbol.

En 1970 ya había demostrado todas sus condiciones como goleador y desde el año anterior jugaba en la Selección. Lo quisieron contratar del Santos, del Palmeiras, del Lyon, del Valencia y hasta de Boca, ese club que admiraba en los tiempos de la niñez. Pero tomó una decisión que marcaría el principio de su capítulo más memorable: después de 111 partidos y 67 goles con la camiseta de Independiente se fue al Sporting Lisboa.

En Portugal, además de ganar la Copa (en 1973 y en 1974) y la Liga (en 1974), su mayor logro tuvo carácter individual: en la temporada 73/74 convirtió 46 tantos en 30 partidos. No sólo obtuvo el Botín de Oro (el mismo que consiguieron entre otros Eusebio, Gerd Müller, Marco Van Basten, Hristo Stoichkov, Hugo Sánchez, Ronaldo, Thierry Henry, Diego Forlán, Francesco Totti y Cristiano Ronaldo) sino que estableció un récord que aún permanece.

En el Sporting lo recuerdan como lo que fue en su tiempo: un crack y una celebridad. No es casual que se lo incluya como integrante del equipo ideal de todos los tiempos en cuanta encuesta vinculada con Los Leones de Alvalade se realice. Más de tres décadas después, Chirola sigue siendo motivo de añoranza y de tributo para los verdiblancos de Lisboa.

En aquellos días, filmando un corto publicitario que promocionaba una marca de jabones, Yazalde conoció a la modelo y actriz portuguesa María del Carmen Resurrecao de Deus, con quien se casó en 1973. Luego de casarse, Carmen adoptó el apellido de su marido, que mantuvo aun después de la separación. Tuvieron un hijo, Gonzalo.

Incluso en sus días de glamour y estrellato europeo, Yazalde jamás renegó de su origen. Tampoco en su regreso a la Argentina para jugar en Newell's y para retirarse en Huracán. El irremplazable Osvaldo Ardizzone un día lo definió con el fino trazo de su pluma privilegiada. Escribió de Chirola: "Purrete de la orilla, la vida de salida, te cantó, la bolilla más fulera". Esa bolilla fulera fue una cirrosis que se lo llevó en 1997. Tenía 51 años. Cuentan que murió sin saber que sería inolvidable.

domingo, septiembre 04, 2022

El Mundial de Stábile



El Mundial de 1930, en el que Argentina fue subcampeón detrás de Uruguay. Una celebración del fútbol rioplatense en la que Guillermo Stábile demostró que no había goleador más valioso que él.

domingo, junio 12, 2022

El Quemero de la Patagonia Rebelde


El film La Patagonia Rebelde, de 1974.

Por Pablo Viviani*
Uno de los clubes más pintorescos, ya sea por historia, hazañas o símbolos, es el Huracán de Parque de los Patricios. Sin embargo, como con tantos otros, muchas veces sus grandes historias no son conocidas. Los orígenes nunca fueron certeros, aunque lo único seguro es que la mayoría de los integrantes eran miembros del Partido Socialista.

Huracán había sido creado con la idea de acoger a los niños y jóvenes carentes de contención social y familiar, siendo integrantes familias precursoras, como las de Alfredo Palacios o Nicolás Repetto. Pero eso no es todo, pues para 1913 había un referente del Partido Socialista en cada team del Globito. El más conocido era el half Vicente Chiarante, que jugaba en Segunda División. También se destacaban Carlos Chiarante en Tercera, Albino Argüelles en Cuarta y Benigno Argüelles en Quinta. Todos tenían la particularidad de que ocupaban el puesto de entreala izquierdo.

De acuerdo con la cantidad de hermanos, los Chiarante podrían haber formado su propio equipo, aunque en Huracán sólo actuaron Carlos, Vicente y Enrique.

Este último fue el de mayor militancia dentro del Partido Socialista, constituyéndose en uno de los fundadores del Partido Comunista local y creador de la Federación Deportiva Obrera en 1924. Pero sería Pedro Chiarante quien luego sería dirigente del gremio de la construcción y un cuadro histórico del PC.
Sin embargo, esta nota se va a ocupar de Albino Argüelles, el menos talentoso de los nombrados. Herrero, igual que su hermano menor nacido en Nueva Pompeya el 5 de febrero de 1896.

Argüelles participó en las jornadas sangrientas de la Semana Trágica de 1919, en los talleres Vasena, y eso lo obligó a ocultarse para escapar de constantes persecuciones. Después de tanto militar, se afilió finalmente al Partido Socialista el 25 de mayo de 1919. Según Osvaldo Bayer, estaba también afiliado al Partido Socialista Internacional, pero como estaba “no demasiado metido, decía que era socialista”.

Pedro llegó a narrar que “desde hacía años conocía a Albino Argüelles. Estábamos acostumbrados con Enrique a verlo por las calles del barrio”, aunque esa relación se transformó en amistad cuando ambos ingresaron al Centro de Nueva Pompeya del Partido Socialista Internacional.

Albino buscaba nuevos horizontes y, tras un empleo, el hombre de Globito en pecho partió hacia San Julián (Santa Cruz) para ejercer su oficio. A Argüelles lo admiraban por su sabiduría popular, con luchas y dolores a cuestas, y por eso lo nombraron inmediatamente secretario general del Sindicato de Oficios Varios de esa ciudad portuaria.En una ocasión, de regreso en Buenos Aires, en el local que el Partido Socialista Internacional poseía en Almafuerte y Sáenz, dio una charla sobre las tremendas condiciones de vida y explotación de los trabajadores en la Patagonia.

En el verano de 1921 y antes de emprender su último viaje al Sur, se reunió un grupo de camaradas encabezados por Albino y Benigno Argüelles, Pedro y Enrique Chiarante, y Fernando Serradel, para redactar el esbozo de lo que sería el pliego de reivindicaciones de los obreros patagónicos. Quien le dio forma definitiva fue Serradel, otro de los fundadores de Huracán.Argüelles volvió a San Julián y se convirtió en uno de los referentes del conflicto, junto con el anarquista Ramón Outerello, José “Facón Grande” Font y el secretario de la Sociedad Obrera de Río Gallegos, Antonio Soto.

El hombre de los Corrales al Sud era considerado el más inteligente y por ello fue inmediatamente nombrado para organizar las columnas de centenares de peones rurales patagónicos en la huelga de 1921, en la cual pedían mínimas mejoras en las condiciones de trabajo.

Cuando llegaron las fuerzas represoras del capitán Elbio Anaya, les pidió parlamento a los dirigentes huelguistas, aunque eso fue sólo una excusa para apresarlos, castigarlos rudamente con garrotes y sables, y ordenar los fusilamientos.

Aunque en el parte militar de Anaya se detalló que el entreala Argüelles fue fusilado el 18 de diciembre por las tropas del coronel Héctor Varela, siendo “muerto mientras intentaba huir”, se constató luego que por el sólo hecho de reclamar habían perecido de igual forma unos mil quinientos trabajadores.

Ese mismo día, en el lejano Parque de los Patricios, el Globito le ganaba a Platense y quedaba a cuatro puntos de Del Plata. Huracán se alejaba de sus seguidores y en el próximo partido se proclamaría campeón por primera vez, aunque Argüelles ya no estaría para enterarse de las noticias de su querido club.

En noviembre, apenas un mes antes, había nacido en Buenos Aires la hija que Argüelles jamás conoció. Irma fue fruto del amor de Albino con Clara, y fue concebida meses antes de la partida del huracanense a la Patagonia. Al enterarse, semanas antes de morir, Albino le había enviado por carta unos dulces versos.
Al conocerse el asesinato de Argüelles, según contó Pedro Chiarante, se llevó a cabo un funeral cívico en la casa de los padres en la calle Aconquija, de Parque de los Patricios, al que concurrieron “miles de vecinos, militantes obreros y políticos, y representaciones de los partidos Comunista y Socialista”.

En el mismo lugar donde fue fusilado Argüelles están hoy los restos de sus compañeros que se levantaron contra la patronal. Ochenta años después de su asesinato llegaron a ese lugar las cenizas de su compañera y de la hija de Argüelles, transportadas desde Buenos Aires por su nieto.

*Texto publicado en la Agencia Télam.

jueves, mayo 05, 2022

Filgueiras, el pulpo con botines


Juan Manuel Filgueiras jugó en Huracán durante once temporadas, entre 1948 y 1958. Fue uno de los defensores emblemáticos de los años cincuenta. Y una de las caras más reconocibles de ese tiempo. Así lo demuestra esta publicidad de los botines Sportlandia (de 1952) en la que -de algún modo- se recibió de pulpo. Un pulpo al servicio del Globo de Newbery.

miércoles, abril 06, 2022

El Luppi, Manzi, nosotros...


Huracán en estado puro. El cartel es un homenaje a nuestra esencia: una conmemoración del Colegio Luppi, territorio de los tiempos fundacionales y un puñado de palabras del mago de la poesía y el tango, nuestro Homero Manzi.

En definitiva, nosotros...

sábado, febrero 12, 2022

Retratos de una ilusión naciente

Copa de la Liga - Primera Fecha: Huracán 1 - Lanús 0

No había mejor modo de empezar: victoria, indicios satisfactorios en cuanto al juego, un gol de Cóccaro -ya un Zorro Quemero-, el Arco de Marcos en cero, expectativa justificada en la gente bajo el tibio sol del Palacio Ducó. Nada menos.

PH: Gabriela de la Barrera

La platea Masantonio y los rostros de este Huracán que tiene respaldo también en el contorno.



La sensación general de que, más allá de las situaciones desperdiciadas algo bueno está sucediendo.


Y ahí anda la sensación dando vueltas: La Estrella Catorce no es un imposible. Se trata de una ilusión naciente.


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PARA VER: