lunes, mayo 26, 2014

Un punto, un dolor, más suspenso...



Talleres 0-Huracán 0
Dejamos pasar una chance inmensa. Apenas eso. Todo eso. Más un dolor por el gol ausente. Y más el suspenso que continúa...

Así estamos:
En la tabla
En los promedios
En el fixture
Entre los goleadores

domingo, mayo 25, 2014

Seguimos arriba...

La última Copa Nacional ganada por Huracán, la Competencia Britànica de 1944, título oficial de la AFA. Fue la sexta conquista del Globo de Newbery en este rubro.  

River ganó ayer una nueva Copa Nacional y dejó a San Lorenzo sin nada. El desenlace de la Superfinal y la entrega del trofeo, deja todo como estaba en el rubro de las competiciones coperas de la AFA: Huracán 6 - San Lorenzo 1.

El Globo de Newbery fue campeón de la Copa Estímulo (disputada por todos los equipos de la máxima categoría) en 1920; la Copa Ibarguren de 1922 y de 1925; la Copa Adrián Escobar de 1942 y de 1943 y la Copa Competencia Británica de 1944 (en la final ante Boca y con vuelta olímpica en el Gasómetro de Avenida La Plata). San Lorenzo apenas obtuvo la Copa Ramírez de 1943.

Lo que sigue es un texto sobre los alcances de la competición de ayer y de las Copas Nacionales.

Por Oscar Barnade
Esta noche, en San Luis, San Lorenzo o River festejarán no sólo un triunfo; también una nueva conquista. Una final que por reglamento define ganador al que obtenga la Copa Campeonato de Primera División 2013/14. En tiempos de revisionismo y reacomodamiento de piezas, de informaciones cruzadas y desinformaciones, de oportunistas y despabilados, en fin, de grandes confusiones, una duda se instala entre los hinchas. ¿Qué se festeja? ¿Un título? ¿Una Copa? ¿Apenas la clasificación a otras copas?

La AFA recordó la semana pasada la letra del reglamento: “Se recuerda que de acuerdo con las disposiciones reglamentarias vigentes al día de la fecha, arts. 2 y 3 (Boletín n° 4794), el Torneo Inicial 13/2014 y el Torneo Final 13/2014 de Primera División, clasifican un ‘campeón’ cada uno de ellos; mientras que el partido a disputar entre ambos por la Copa Campeonato de Primera División 2013/2014, clasificará al ‘ganador’ de dicha Copa” . ¿Clarísimo? No es campeón, pero gana una Copa. No es un título de Liga pero es una final por una Copa Nacional. Que no es una Copa cualquiera, sino la histórica Copa Campeonato, que la ganó Alumni en 1900, River en 1945 y San Lorenzo en 1946, por citar tres casos de tantos. Claro, pero confuso.

Antes este panorama, vale aclarar qué es un título de Liga y otro de Copa. Y el mejor ejemplo es lo que sucedió con los mismos protagonistas de hoy, hace 78 años, en 1936. Una situación calcada. Dice el reglamento del torneo de ese año, en su primer punto: “ (...) en 1936, a manera de ensayo, los clubs de primera categoría disputarán dos concursos de primera división, por puntos, sin ‘revanchas’ y en 17 fechas cada uno” . San Lorenzo fue campeón del primero y ganó la Copa de Honor. River, del segundo, y se quedó con la Copa Campeonato. Luego, disputaron una final, por la nueva Copa de Oro, para definir quién jugaba con el campeón uruguayo. Es decir, dos títulos de Liga y uno de Copa. Como ahora.

Más:
El listado oficial de Copas Nacionales de la AFA.

viernes, mayo 23, 2014

"No hay obstáculo imposible"



Frank Kudelka, el análisis, su mirada, el hoy y el futuro inmediato. Y dice una verdad que cuenta el campo de juego: "No hay obstáculo imposible".

La hinchada juega en Primera



Jueves, día laborable, al principio de la tarde (el partido comenzó a las 15.30), con lluvia, televisado. Importó poco. Más de veinte mil Quemeros estuvieron alentando a Huracán frente a Douglas Haig. La hinchada juega en Primera.

jueves, mayo 22, 2014

Vivan los pibes



Desequilibrio de Gonzalo Martínez, por la izquierda, centro impecable, aparición de Cristian Espinoza en el segundo palo, toque y gol. Es el segundo grito de Huracán ante Douglas Haig. Es la victoria que nace. Es el regreso que asoma. Que vivan los pibes, que son de Primera.

Huracán está volviendo...



Huracán 2 Douglas Haig 1
Volvió a ganar, volvió a darlo vuelta (como contra Sarmiento), volvió a ser protagonista de las portadas de diarios y portales, volvió a jugar como un equipo convencido, volvió a preocupar a sus rivales directos (Instituto e Independiente)... Huracán, señores, está volviendo...

Así estamos:
En la tabla
En los promedios
En el fixture
Entre los goleadores

miércoles, mayo 21, 2014

El 94, en la tapa


Faltó un empate en aquella última fecha ante Independiente, en Avellaneda, para gritar campeón. Pero el recorrido de aquel equipo de Héctor Cúper por el Clausura 94 merece todos los aplausos. Y también aquella tapa, tras el triunfo agónico por 3-2 ante Mandiyú, en Corrientes.

domingo, mayo 18, 2014

Nuestras sonrisas de Primera


Huracán 3 - Sarmiento 1
Ahí estamos, en la pelea. Se lo dimos vuelta a Sarmiento. El equipo sigue ofreciendo hermosas señales de vida y de compromiso con la lucha que se hizo objetivo latente, posible. El contorno -nosotros, la gente- demostramos que también apoyamos. No jugamos, claro. Pero estamos siempre. Y así, juntos, unos y otros, nos encontramos sonriendo. Y así, juntos, esperamos compartir un desenlace perfecto: felices y abrazados. En Primera, nuestro lugar.

Así estamos:
En la tabla
En los promedios
En el fixture
Entre los goleadores

Pensar, creer, seguir



Frank Kudelka, presente y futuro. El y Huracán. Nosotros.

El Superhéroe alternativo





Leandro Caruso merecía salir del equipo. Y salió. Y desde entonces se transformó en un jugador clave de esta campaña reciente. Fue crack en la Copa Argentina (se puso el equipo al hombro para eliminar a Crucero del Norte) y se convirtió en el perfecto desequilibrio que Huracán ofrece desde el banco. Aplausos para él, también por sus dos goles contra Sarmiento...

Wanchope, el acróbata



Wanchope Abila vuela en el aire del Palacio Ducó. Y hace magia allí arriba. Transforma un centro complejo en un gol que parecía imposible. La jugada dura un suspiro. Se trata también de un segundito que durará para siempre en la memoria.

jueves, mayo 15, 2014

Un Chocolate en el arco


Héctor Chocolate Baley, uno de los grandes arqueros de los años setenta, campeón del mundo en el 78, figura -y figurita- también en Huracán. Un orgullo de aquellos días de protagonismo grande.

miércoles, mayo 14, 2014

No se puede creer


La increíble posibilidad desperdiciada por Villafañez, sobre la hora.

Villa San Carlos 0-Huracán 0
Había que ganar. Era ese partido al que no le cabía otro resultado, ante un rival descendido. Pero no. Más allá de méritos, más allá de llegadas, Huracán se quedó sin gol y sin triunfo. La consecuencia de los dos puntos perdidos la determinará el tiempo. Es curioso y también cierto: las posibilidades siguen latiendo.

Así estamos:
En la tabla
En los promedios
En el fixture
Entre los goleadores

sábado, mayo 10, 2014

La fiesta, ese abrazo



Antes y durante y después también volvimos a ser todos. Los de adentro, que entendieron el mensaje. Los de afuera, que estamos siempre. Así, juntos, la fiesta es posible. Así, juntos y abrazados, la fiesta sucede.

Vení, sigamos gritando



Huracán 3-Banfield 0
No analicemos esta estupenda actuación. Gritemos. Sigando gritando. Vení, dale. El sueño late. Y crece. Es de todos...

Así estamos:
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Entre los goleadores

jueves, mayo 08, 2014

Desde adentro...



La victoria (por penales, claro), desde adentro. El clip oficial de la Copa Argentina del partido frente a Crucero del Norte, en Sarandí.

Otro penal, una despedida



Gastón Monzón vivió un día de sensaciones encontradas. Atajó el penal decisivo en el que fue -quizá- su último partido como arquero de Huracán. Un día especial, de todos los modos...

miércoles, mayo 07, 2014

Al fin...



Huracán 2 (5) - Crucero del Norte 2 (4), en Arsenal
Por primera vez en sus casi 106 años de historia, Huracán ganó una definición por penales. Había disputado seis y las había perdido todas (ante Colón en la Copa de 1969, ante Ferro y Chacarita en los Viejos Nacionales, el día del descenso frente a Italiano en 1986, y las dos anteriores en la Copa Argentina, frente a Excursionistas y con Godoy Cruz). Así, abrazado a este detalle histórico, el Globo de Newbery accedió a los 16avos de la Copa Nacional. Para gritarlo un rato largo... Al fin...

La gran Caruso



Leandro Caruso apareció en su mejor versión. Se pareció a aquel que Angel Cappa señalaba como uno de los mejores delanteros del fútbol argentino, en 2009. Hizo dos goles frente a Crucero del Norte, fue la figura, convirtió su penal. No es poco...

martes, mayo 06, 2014

Infante, también un grito Quemero


Ricardo Infante es uno de los grandes goleadores de la historia del fútbol argentino. Se ubica séptimo en la tabla del Profesionalismo, con 217 tantos en 439 encuentros. En Huracán jugó entre 1953 y 1956. Alguna vez, en el Bar La Ley de La Plata, en ocasión de la presentación del libro del periodista Gustavo Flores referido a la historia de Estudiantes, me lo crucé. Tenía una sonrisa en el recuerdo de su paso por Huracán. "Me trataron muy bien siempre. Merecimos en esos años más que lo que obtuvimos", me dijo. Lo percibí Quemero en el fondo de su espíritu.


Herederos de sensaciones


El Huracán que nos contaron parece -visto con los ojos de este tiempo- una mentira bien relatada o una fábula para entretener desprevenidos. Pero no. Mi viejo, tu abuelo, algún tío, ese vecino proclive a la exageración no mentían. Sí, no se trata de un mito: éramos los mejores. No es sólo la leyenda de nombres irrepetibles como Onzari o Stábile. En los años 20, el fútbol del Río de la Plata era, claramente, el más exitoso del mundo. Así lo corroboró cada contacto internacional (Juegos Olímpicos, Copas América, giras, amistosos) que sucedió en aquella década. El Mundial de 1930, con Uruguay y Argentina en la final, fue la consecuencia más notable y más visible. En aquel contexto, Huracán resultó -junto a Boca, aquel Viejo Clásico- el más campeón de esta orilla. Del otro lado, la gloria se la repartían Nacional y Peñarol. En suma, los Cuatro Reyes de ese fútbol entonces inmejorable.

Por eso, cuando en La Bonavena la bandera gigante dice "Grande se nace" está contando con tres palabras aquella verdad. Cuando las Once Estrellas -las oficiales, las de la AFA, las de la historia exhibida en su totalidad- comiencen a lucirse en la camiseta, tal como corresponde, estarán ampliando el concepto. Cuando en La Alcorta, algún tipo de esos que mucho sabe de nosotros evoque a Herminio, a Tucho o a Baldonedo estará afianzando la idea. Cuando ese señor de la Miravé al que el tiempo no le lastimó la elegancia cuente que en este 2014 se cumplen 70 años de la décima vuelta olímpica de Huracán (la Copa Competencia Británica del 44) estará ofreciendo un riguroso acto de justicia con el pasado que pretende ser pisado. Cuando otro se llene la boca de historias sobre los años setenta, sobre El Equipo de los Sueños, sobre el Loco René, sobre Miguelito estará resucitando la verdad enterrada de nuestra grandeza. Cuando Buglione recuerde, en la mágica Mutual de Veteranos, lo precioso de ganar en el desaparecido Gasómetro estará cobijando el sueño de todos aquellos que no pudimos quedarnos disfónicos en Avenida La Plata.

Hoy, ahora, parecemos rotos, lastimados, vencidos. Como si el presente desencantador se permitiera hacer difuso todo aquello. Pertenezco a la Generación Sub 40, la que nació después de las luces divinas del 73, la que no lo vio campeón al Globo de Newbery, la que padeció cuatro descensos, mil angustias, 13 temporadas en el Nacional, un montón de decepciones, varios despojos. Pero hay otra cosa, la más importante: somos -todos- herederos de sensaciones. De ese mismo sentimiento que tenía el Negro Laguna en los tiempos fundacionales.

La lógica de estos días -de hinchas de las vueltas olímpicas; de futbolistas millonarios precoces- sentencia una trampa: somos unos perdedores. Cada vez que lo pienso, comprendo que no entienden nada. Jamás vieron asomar allá en el fondo La Torre del Palacio Ducó, bajando por Jujuy, llegando a Colonia. Nunca, pero nunca, fueron peregrinos de la calle Luna Quemera rumbo a Alcorta, al estadio del Oscar, que allí siempre espera. Tales momentos, que anteceden a esa fiesta que excede al resultado, son una consagración de cada fin de semana. No necesita de un gol de Di Stéfano o de Pastore para sostenerse. Y mucho menos de un árbitro que juegue a ser ciego por un rato. Sucede naturalmente. Las preguntas nacen: ¿aquellos que dicen que somos unos perdedores estuvieron ausentes en sus propias derrotas? ¿Nunca se fueron a la B? ¿No vieron llorar en silencio al de al lado, en la tribuna, cuando algún tropiezo se les cruzó en el camino? ¿No entienden? ¿No saben de qué se trata?

Este libro, hermoso retrato de un modo de sentir, indaga en el más profundo de nuestros lugares: el club como espacio de pertenencia, como herencia, como búsqueda colectiva impermeable a la posibilidad de perder. Sugiero mansamente su recorrido. De algún modo o de todos, nos refiere a nosotros. Y nos abraza.

Prólogo publicado por el fundador del Blog en el libro De fútbol, de barrio y de otros amores, de Marcial Sarrías y Juan Rey, recientemente presentado en la Feria del Libro de Buenos Aires.

sábado, mayo 03, 2014

viernes, mayo 02, 2014

Las luces las pusimos nosotros


Huracán-Douglas Haig
Se suspendió por falta de iluminación el partido frente al equipo de Pergamino, en el Palacio Ducó. No importa, las luces las pusimos nosotros...

Así estamos:
En la tabla
En los promedios
En el fixture
Entre los goleadores

Más:

Las razones de la suspensión.