domingo, junio 29, 2008

Así se juega y se gana la Promoción

Cuatro equipos disputarán hoy el partido decisivo de cada una de las dos Promociones: Racing recibirá a Belgrano de Córdoba y Gimnasia de Jujuy será local ante Unión de Santa Fe. En ambos casos, el partido de ida finalizó 1-1. El año pasado, Huracán disputó su tercera edición consecutiva de esta suerte de reválida o repechaje y lo hizo con todo lo que hay que ofrecer en una instancia semejante: coraje, convicción y juego. Así, construyó la mayor diferencia en favor de un equipo de la B Nacional respecto de uno de Primera (5-2 en el global) en las ocho ediciones disputadas desde su aparición en el año 2000. Acá, dos videos para recordar aquella instancia clave, que significó el regreso de Huracán a la máxima categoría.







Más:
El repaso de aquellos días memorables, en el Blog.

Post publicado desde Córdoba.

viernes, junio 27, 2008

De La Quema a Los Angeles

Eduardo Domínguez ya no jugará en Huracán. Ahora, ya se presentó como nuevo futbolista del L.A. Galaxy, el equipo de la Liga de los Estados Unidos para el que juega David Beckham. Desde acá, un gracias por el Clausura compartido y un deseo de éxito en este nuevo emprendimiento...

Más:
Los detalles, en Olé.

jueves, junio 26, 2008

Franzoia, el Rey de los goles lindos

A pesar de los vaivenes de la campaña en el Clausura, hubo goles para recordar. Aunque no fueron tantos (Huracán convirtió apenas 15, menos de uno de promedio por encuentro, y tuvo el segundo ataque menos eficaz), hubo algunos muy buenos, todos con Andrés Franzoia involucrado. Lo que sigue es el Top 3 de Blog Quemero:

PRIMERO: El gol inaugural de Franzoia en el triunfo por 2-1 frente a Tigre, en Victoria, por la tercera fecha.


SEGUNDO: El segundo tanto de Huracán y de Franzoia en el 3-0 ante Olimpo, en el Diego Maradona, por la undécima fecha.


TERCERO: Otra vez Franzoia, otra vez a Tigre. En este caso, el segundo y decisivo grito para el triunfo ante el subcampeón del Apertura.

miércoles, junio 25, 2008

La matriz de la consagración mundial


Se cumplen hoy 30 años del primer título mundial para la Selección argentina. Y esa Copa del Mundo, disputada en nuestro país, mucho tuvo que ver con uno de los equipos más emblemáticos de la historia de Huracán: el campeón de 1973. Sucede que aquella consagración en el Metropolitano y ese protagonismo impulsado desde el año anterior fueron la matriz futbolística del equipo que venció a Holanda en el Monumental.
Más allá del contexto tremendo (la dictadura más cruel de la historia argentina), ese ciclo resultó el comienzo de una refundación para los seleccionados nacionales. A consecuencia de aquel notable Huracán, la AFA le ofreció a César Menotti la reestructuración de la Selección, tras el recorrido errático por el Mundial de Alemania 1974. Ya se sabía que la Argentina sería el organizador de la Copa del Mundo de 1978. Menotti aceptó y procuró armar su equipo a imagen y semejanza de aquel Huracán que se había convertido en paradigma. Lo consiguió: la primera gloria mundial para el fútbol argentino resultó el perfecto desenlace de aquel comienzo bajo el cielo del Ducó.


Más:
El recuerdo, en Clarín.

lunes, junio 23, 2008

Lo mejor y lo peor del Clausura


Lo que sigue es el balance de este último Clausura, que empezó para entusiasmar y tuvo un final deslucido:

Lo mejor:
1) La permanencia garantizada. A cinco fechas del final, Huracán ya tenía garantizado su día del Centenario en la máxima categoría. Considerando los últimos cinco años (de un descenso penoso y de cuatro campañas con vaivenes en la B Nacional), no es poco.
2) La sensación de equipo bravo, al comienzo. Como en el Apertura, Huracán brindó la impresión de ser un equipo aguerrido, duro, luchador, granítico en defensa.
3) Un punto con historia. Huracán le empató 0-0 a Boca, en La Paternal. Parece un reparto de ceros, apenas. Pero hay un impulso que trae la historia para valorarlo: después de once derrotas consecutivas (con un 6-0, un 6-2 y un 4-0 incluidos) y tras más de una década sin sumar (la última vez había sido el 1-1 del 26/5/1997, con gol de Claudio García) sumó ante el entonces campeón de América y subcampeón del Mundial de Clubes.
4) La localía valiosa. El equipo, a pesar de no poder jugar en el Ducó, se hizo fuerte en La Paternal y en toda la temporada no perdió contra ningún grande. Recién se quedó sin invicto en la última fecha, ante Vélez.

Lo peor:
1) El cierre de la campaña. El equipo terminó el Clausura del peor de los modos: sacó sólo dos puntos de 15. Y ante Racing y frente a Vélez disputó dos de sus tres peores encuentros en el torneo (el otro, ante Arsenal, en el debut).
2) La falta de gol. Huracán hizo apenas 15 tantos en las 19 fechas. Fue el segundo equipo con menos goles a favor (Racing, el peor, hizo 14).
3) La intolerancia de muchos hinchas. La gente se tiró contra el equipo tras la floja actuación ante Racing. Creando fantasmas e incomodidad. Así, no se construye. Así se rompe un idilio entre ese equipo que parecía inquebrantable y un público que estaba orgulloso.
4) Los arbitrajes. Cuatro árbitros (Brazenas, Pitana, Collado y Laverni) fueron sancionados por malas actuaciones en perjuicio de Huracán. El equipo de Parque de los Patricios fue, además, el que menos penales a favor tuvo en la temporada (sólo uno).

Jugadores:
El mejor:
1. Marcelo Barovero.
2. Hugo Barrientos.
3. Federico Poggi.
3. La dupla central (Paolo Goltz y Eduardo Domínguez y, ocasionalmente, Angel Puertas).

La revelación:
1. Omar Zarif.
2. Eduardo Domínguez.
3. Patricio Toranzo.

El peor:
1. Francisco Maciel.
2. Franco Mendoza.
3. Cristian Sánchez Prette.
3. Antonio Barijho.


Más:
Lo mejor y lo peor del Apertura, en el Blog.

sábado, junio 21, 2008

Un final de pobres


Clausura, decimonovena fecha: Huracán 1-Vélez 2, en el Diego Maradona. Jugamos mal como contra Racing. Y perdimos en consecuencia. Fue la primera derrota como local en la cancha de Argentinos. Fue una despedida con sensación de pobreza, de tristeza, de amargura. Una lástima para una campaña que, sin embargo, merece muchos aplausos. Ahora, a partir de agosto, volverá el tiempo de seguir luchando. Con la impronta de aquellos días no tan lejanos. Y felices.

El mejor: Hugo Barrientos.
El peor: Claudio Guerra.

Más:
Sigue Leandro Díaz, en Patria Quemera.
El último gol de Huracán en la temporada, el número 39:

Así estamos:
En el Clausura
En los promedios
El fixture

viernes, junio 20, 2008

Los aguafiestas y la amargura ajena

Clausura, decimonovena fecha: Huracán-Vélez, en el Diego Maradona. Aquel 3 de octubre de 1971 Huracán lo dejó a Vélez sin esa fiesta en la que ya estaban listos los fuegos artificiales. Por el Metropolitano de ese año Vélez e Independiente peleaban cabeza a cabeza por lograr el título. Ambos equipos llegaron a la última fecha con derrotas. Los Avellaneda venían de perder 3-1 frente a Argentinos, en la cancha de Ferro; y los de Liniers habían caído ante Racing por 1-0.
En la última fecha del torneo Velez recibió en su estadio a Huracán e Independiente jugaba como local contra Gimnasia La Plata. Vélez tenía una ventaja relevante de un punto. Si vencía al equipo de Parque de los Patricios, era campeón. Pero no. No pudo.
Sucedió lo inesperado. Ante los ojos tristes de los hinchas de Vélez, el Huracán de Alfio Basile, Carlos Babington, Miguel Brindisi y Roque Avallay (foto), entre otros, venció a Vélez por 2-1. Mientras que en Avellaneda, Independiente se sorprendía a sí mismo por el resultado en el otro estadio de definiciones. Le ganó 3-1 a Gimnasia y se consagró.
Ya a los 7 minutos del partido, y como era de suponer, los locales ganaban 1-0 con gol de Mario Lamberti. Pero en la segunda etapa la historia fue otra. El Globo torció la historia y con goles de Luis Giribet y de Roque Avallay rompió en mil pedazos la pretensión de gloria de Vélez.
Ese día, Huracán formó con: Néstor Hernandorena; Luis Raspo, Daniel Buglione, Basile, Francisco Lavorato; Brindisi, Luis Maidana, Babington; Narciso Doval, Avallay y Giribet. Ellos fueron desde entonces y para siempre Los Aguafiestas.

Más:
El historial, en el Blog.
El último partido, en el Blog.

miércoles, junio 18, 2008

Los quemeros que temía Brasil


Argentina enfrentará hoy a Brasil, en el Mineirao de Belo Horizonte, por la sexta fecha de las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010. En la historia de este clásico inmenso del fútbol universal, hay un capítulo que tiene que ver con la impronta quemera, con tres de sus máximos exponentes: Emilio Baldonedo, Herminio Masantonio y Norberto Tucho Méndez. El siguiente texto lo publiqué en Clarín bajo el título "Los goles que venían de Huracán", el 31/05/04:

Hay curiosidades infinitas alrededor de la historia del Superclásico sudamericano: de partidos, de figuras, de disputas, de goles, de estadios, de expulsiones... Y entre ellas brota una a la que le caben todos los asombros: los tres máximos goleadores de las 86 ediciones de este clásico son futbolistas de Huracán. El primero, Emilio Baldonedo, convirtió siete en cinco encuentros; el segundo, Herminio Masantonio (foto), hizo seis en seis; y el tercero, Norberto Tucho Méndez, anotó cinco en tres. Ellos surgieron de las inferiores del club de Parque de los Patricios y siempre portaron con orgullo su condición de quemeros.
"Mamita, Mamita, ganaré dinero/seré un Baldonedo, un Martino, un Boyé/dicen los muchachos del Oeste Argentino/que tengo más tiro que el gran Bernabé...", dice el tango El Sueño del Pibe (de Reinaldo Yiso y Juan Puey) que alguna vez cantó Diego Maradona. Baldonedo fue un grande de las décadas del 30 y del 40. Actuó como mediocampista izquierdo en Huracán (257 partidos; 165 goles) y en Newell's (cinco partidos). Y en la Selección tuvo una especialidad: cinco de los seis partidos que jugó en la Selección fueron contra Brasil. Y le convirtió siete goles, todos en 1940. Un caso irrepetible.
Masantonio es el tercer máximo goleador de la historia del fútbol argentino: convirtió 256 tantos en 358 partidos y se ubica detrás de Arsenio Erico y de Angel Labruna. Sucesor de Guillermo Stábile, le decían El Mortero en Ensenada, donde nació el 5 de agosto de 1910. Masantonio es además el sexto goleador en la Selección (también tiene el mejor promedio de gol, con 21 goles en 19 partidos). Y fue el máximo anotador de la Copa América en 1935 y en 1942. Y participó, junto a Baldonedo, de la máxima goleada de Argentina frente a Brasil: el 5 de marzo de 1940, 6-1 en la cancha de Sportivo Barracas. Ese día los goles fueron convertidos por Carlos Peucelle (tres), Masantonio (dos) y Baldonedo.
Tucho Méndez fue uno de los grandes mediocampistas de la historia del fútbol argentino. Jugó en Huracán, en Racing y en Tigre. En total disputó 392 partidos e hizo 123 goles. También se destacó en la Selección: es el máximo goleador histórico de la Copa América (hizo 17 tantos, al igual que el brasileño Zizinho), un trofeo que conquistó en tres ocasiones (1945, 1946 y 1947).
Sin embargo, desde el 18/6/78 ningún jugador de Huracán participa del clásico ante Brasil. En esa ocasión, en el 0-0 en Rosario por el Mundial de Argentina, Osvaldo Ardiles fue titular y René Houseman, suplente. Otro dato: desde 1991 un futbolista de Huracán no es titular en la Selección. Entonces Alfio Basile incluyó a Antonio Mohamed.

martes, junio 17, 2008

Socios y sabuesos

Hay dos caminos para recorrer en nombre de progresar en este fútbol argentino con tendencia creciente a parecerse al uruguayo (con Boca y River jugando a ser Peñarol y Nacional). El primero es mirar hacia adentro (como lo consiguió Lanús), sumar socios, generar ingresos genuinos, integrar a los espacios de pertenencia. El segundo, y principal desde lo económico, es garantizar calidad de inferiores (como lo consiguiò Vélez). Para eso es necesario invertir, planificar y sostener un proyecto, incluso más allá de los resultados de corto plazo. Y procupar no caer en ese círculo vicioso de los necesitados, que incluye vender rápido y mal para tapar agujeros.
Para todo eso se necesita, sobre todo, imaginación y unidad. Para lo primero es imprescindible la participación y la pluralidad. Lo segundo se consigue con tolerancia y honestidad. Armar un Huracán más grande requiere esfuerzos enormes, mucha paciencia e ideas.
Desde este Blog se sugiere el "Plan Sabuesos", que consiste en realizar convenios de colaboración mutua con todos los Huracanes del país para la captación de futbolistas juveniles y su desarrollo. Eso garantizaría presencia en casi todas las provincias para encontrar talentos lejanos. Estar en tantos rincones puede facilitar y mejorar la calidad de las inferiores. Huracán de Parque de los Patricios sería, en tal caso, una suerte de sede central de un Gran Huracán con carácter nacional y con un mayor sentido de pertenencia. Es cuestión de encontrar la forma de hacerlo viable y ventajoso para todos. Resulta también un punto de partida.

lunes, junio 16, 2008

1969: En la mitad del camino

El equipo de Huracán, en 1969. Fue el primer año en el que jugaron juntos dos glorias del club: Miguel Brindisi y Carlos Babington, quien debutó esta temporada.

Huracán realizó una campaña que, como en gran parte de la década, merodeó entre el protagonismo, la pretensión inicial de pelear el título y la decepción de quedarse a mitad de camino. Sucedió en los dos torneos, pero sobre todo en el Nacional, que se jugó en la segunda parte del año.
El equipo debutó en el Metropolitano el 21 de febrero y perdió frente a Quilmes (0-1, de visitante). Formó parte del grupo B y terminó cuarto entre once equipos, de los cuales los dos primeros accedían a las semfinales. Aquella derrota inaugural, más las dos sufridas contra Platense y la caída frente a Deportivo Morón se parecieron mucho a las razones de no haber accedido al tramo decisivo. En este grupo B se clasificaron Racing y River, a los que Huracán no consiguió derrotar. Sin embargo, lo mejor para el Globo de Newbery en este Metropolitano sucedió en los clásicos frente a San Lorenzo, que finalizó quinto en el grupo A. Huracán se impuso en los dos interzonales: en el primero, 2-1 en el Gasómetro; en el segundo, 3-1 en La Bombonera.
La campaña en el primer certamen de la temporada permitió la clasificación para el Nacional: lo realizado en este torneo, en el que participaron 18 equipos, fue casi insólito. Disputadas diez de las 17 fechas, Huracán marchaba con paso de campeón: tenía siete victorias, dos empates y sólo una derrota (curiosamente, 0-3 frente a Sportivo Desamparados, como local en la cancha de Ferro). Con los goles de Luis Giribet, el fútbol pleno de Miguel Brindisi y la seguridad de Raúl Navarro (este año estableció el récord de 738 minutos con el arco invicto), Huracán iba tras los pasos de su quinto título de Liga. Pero no, de repente, ese equipo para el entusiasmo se desvaneció y sumó apenas un punto en las siete fechas que quedaban. En consecuencia, terminó octavo, igualado con Racing. Un dolor, considerando aquel arranque de festejos repetidos.

Campaña:
Metropolitano: Cuarto, grupo B. G 8; E 8; P 6 / GF 38; GC 29.
Nacional: Octavo*. G 7; E 3; P 7 / GF 22; GC 18.
*Igualado con Racing.

Posiciones:
Metropolitano:
1. Chacarita.
2. River (finalista).
3. Racing (semifinalista).
3. Boca (semifinalista).

Nacional:
1. Boca 29 pts.
2. River* 27 pts.
3. San Lorenzo 27 pts.
*Fue subcampeón tras derrotar a San Lorenzo en el desempate.

Figuras:
Metropolitano:
1. Miguel Brindisi, mediocampista.
2. Luis Giribet, delantero.
3. Hugo Tedesco, delantero.
3. Alberto Dopacio, defensor.

Nacional:
1. Raúl Navarro, arquero.
2. Luis Giribet, delantero.
3. Miguel Brindisi, mediocampista.
3. Rodolfo Vilanoba, defensor.

Partidos para la historia:
1. 22/6: Huracán 3-San Lorenzo 1. En la cancha de Boca, Huracán completó un valioso ritual del Metropolitano: ganarle a San Lorenzo.
2. 20/4: San Lorenzo 1-Huracán 2. Fue el primer triunfo como visitante en el clásico desde 1956.
3. 5/10: Huracán 5-San Lorenzo de Mar del Plata 0. Máximo goleada del equipo en la temporada. Con el añadido de que sucedió ante un San Lorenzo.

Plantel:
Metropolitano: Luis Abdenur (4); Edemil Araquem de Melo (11, 4); Carlos Babington (7); Miguel Brindisi (18, 8); Alberto Cabaleiro (1, 1); Edgardo Cantú (22); Rodolfo Chazarreta (16, 1); José Diez (16); Alberto Dopacio (20); Héctor Fresneda (5); Luis Giribet (22, 10); Tito Manuel Gómez (7); Néstor Hernandorena (7); Francisco Lavorato (1); José Antonio López (1); Juan Carlos López (5); Nelson López (7); Leonardo Mansueto (1); José Meija (14, 2); Raúl Navarro (15); Alfredo Obberti (3); Jorge Olmedo (10); Hugo Tedesco (17, 8); Sebastián Viberti (5) y Rodolfo Vilanoba (20, 2).
Nacional: Luis Abdenur (3); Edemil Araquem de Melo (7, 1); Carlos Babington (5, 1); Miguel Brindisi (17, 5); Daniel Buglione (4); Edgardo Cantú (16); Rodolfo Chazarreta (9); José Diez (10); Alberto Dopacio (6); Luis Giribet (17, 9); Tito Manuel Gómez (3); Néstor Hernandorena (3); Juan Carlos López (5); Nelson López (13); José Meija (8); Raúl Navarro (14); Alfredo Obberti (12, 4); Jorge Olmedo (15, 1); Enrique Ramírez (1); Hugo Tedesco (2); Sebastián Viberti (10) y Rodolfo Vilanoba (17).

viernes, junio 13, 2008

El protagonismo homologado

Juan Pratto fue un emblemático zaguero de Huracán en la década del 20. Junto a Carlos Nóbile conformaron la dupla de backs más exitosa de la historia del club. Ellos compartieron el equipo en los cuatro títulos de Liga obtenidos en ese tiempo. Y también fueron partícipes de las otras conquistas de esos años: Pratto ganó la Copa Estímulo de 1920; ya juntos, fueron parte del plantel al que Peñarol desistió de enfrentar en la final de la Copa Río de la Plata de 1921; y compartieron las dos consagraciones en la Copa Ibarguren, en las ediciones de 1922 y de 1925.

La Copa Ibarburen fue una competición que se disputó originalmente entre el campeón de la Liga Nacional y el de la Liga de Rosario. Se comenzó a desarrollar de ese modo en 1913 y continuó así hasta 1941, salvo cuando se interrumpió entre 1926 y 1936. Ya entre 1942 y 1958, el ganador de la Liga Nacional definía con el vencedor de la Copa Presidente. El trofeo había sido donado originalmente por el Dr. Carlos Ibarguren, Ministro de Instrucción Pública de la Nación, para que fuera disputado por los campeones de todas las Ligas regionales.

En su condición de campeón de 1921, Huracán disputó esta Copa frente a Newell's. Y la victoria fue 3-0 para el campeón rosarino, el 29 de enero de 1922. Pero en breve, llegaría la revancha: En 1922, ambos equipo repetirían el título obtenido el año anterior. En el partido decisivo, tras igualar 1-1 en el primero, Huracán se impuso 1-0 con un gol de Angel Chiesa.

En 1925, Huracán obtuvo su tercer título de Liga, tras definir en desempate frente a Nueva Chicago. Entonces, otra vez, accedió a la final de la Copa Ibarguren. El rival no era esta vez ninguo de los dos gigantes rosarinos (Rosario Central y Newell's): el representante era Tiro Federal.

El encuentro decisivo se disputó el 19 de setiembre de 1926, en la cancha de Huracán. Y se impuso el equipo de Parque de los Patricios por 2-1. En el primer tiempo, a los seis minutos, Guillermo Stábile abrió el marcador; y a los 30, Juan Pratto alargó la diferencia. Ya en el segundo tiempo, a los 15 minutos, descontó López. Huracán formó ese día con: Armando Ceresseto; Carlos Nóbile, Juan Prato; Pablo Bartolucci, Giglio, Souza; Adán Loizo, Ángel Chiesa, Guillermo Stábile, Mario Fortunato y Cesáreo Onzari.

Huracán también debía disputar la final de la Copa Río de la Plata de 1925, pero como consecuencia de la ausencia de un representante uruguayo y de cierta tirantez entre la Asociación Argentina y la Asociación Uruguaya, la final no se llevó a cabo. Es decir, Huracán fue ese año el único campeón oficial del Río de la Plata, entonces el mejor fútbol del mundo.

miércoles, junio 11, 2008

Elijo creer


Estoy convencido de algo de lo que casi nadie está convencido: de que Huracán fue al frente contra Racing. Estuve en la cancha, vi el partido, miré luego por televisión las repeticiones y los resúmenes. Insisto: no tengo dudas.
Le creo cada una de las palabras a Claudio Ubeda. Sí, le creo. El, como yo, como cada quemero, quería ganar.
Le creo a Angel Puertas, aunque jugó mal (porque también es posible jugar mal).
Le creo a Marcelo Barovero, porque lo vi atajar casi tanto como contra Boca.
Le creo a Leandro Díaz, porque jugó como Claudio Cabrera, el Chacho, mi primer ídolo quemero: con todo lo que podía.
Le creo a Alan Sánchez, porque pateó incluso mejor que casi siempre. Y no entró.
Le creo al japonés Kato porque tiró ese centro filoso que merecía el gol del empate.
Le creo a Andrés Franzoia, que jugó tan mal como en los anteriores cuatro partidos.
Les creo a todos, de verdad.
Les creo a tantos imparciales que vieron lo mismo que yo.
No soy irónico, ni ingenuo, ni pelotudo. Simplemente elijo creer porque nada ni nadie puede demostrarme de ningún modo lo contrario. Y porque para sugerencias, tengo las mías: estuve en la cancha. Vi lo que pasó: Huracán jugó casi tan mal como contra Gimnasia de Jujuy y Olimpo (en el Apertura) y como ante Arsenal (en el Clausura) y perdió en consecuencia. Porque no tenemos un gran equipo, más allá de su indudable tenacidad. Porque sin Hugo Barrientos sumamos dos puntos de 27 posibles. Porque cabe la posibilidad de perder, incluso contra este Racing de penas y sin gloria.

lunes, junio 09, 2008

Preguntas a la desconfianza

Recibí muchos mails por la opinión publicada en Clarín ("Una ingratitud sin razones") y reproducida en este Blog. La amplia mayoría de ellos, con una sensación diferente, con una queja. Para todos aquellos que sospechan respecto de la actitud del equipo, para todos aquellos que insultaron, se quejaron, se indignaron, los invito a reflexionar, a hacerse estas seis preguntas:

1) ¿No era más fácil que Marcelo Barovero sacara las manos mínimimante para que Huracán no estuviera al borde del empate incluso hasta la última jugada?
2) ¿Usted piensa que Alan Sánchez pateó para que no entrara? ¿Cuál sería la queja si cualquiera de sus dos tiros rozaba en alguien y entraba, cuando ya no quedaba tiempo para nada?
3) ¿Lo vio jugar a Leandro Díaz? Parecía Barrientos, Carrizo y el Chacho Cabrera juntos.
4) Contra Arsenal, por ejemplo, el equipo jugó muchísimo peor. Ni hablar contra Olimpo y ante Gimnasia de Jujuy, en el Apertura. Nadie se quejó. ¿Por qué? Porque no estaba todo el morbo del que piensa mal.
5) Sin Barrientos, Huracán sumó apenas dos puntos de 27 posibles. ¿No habría que buscar las razones más por ese lado?
6) ¿Por qué Federico Nieto se fue aplaudido y siete minutos después, tras el gol de Sava, todos insultaban a todos?

sábado, junio 07, 2008

El fracaso del contorno


Clausura, decimoctava fecha: Racing 1-Huracán 0. El reproche final, con insultos incluidos, para los jugadores y el cuerpo técnico de Huracán fue la certeza de una ingratitud. No se entiende. Son los mismos que, con varias fechas de anticipo, garantizaron el centenario quemero en Primera. No se explica. Son los mismos que escucharon ovaciones por el coraje, por la entrega, por la capacidad de lucha, a lo largo de las 36 fechas anteriores. No se puede interpretar. Se trata de un plantel recién llegado de la B Nacional, reforzado con futbolistas de la B Nacional que se plantó ante los cinco grandes en La Paternal y no los dejó ganar, pocos meses después de jugar contra Ben Hur o ante Defensa y Justicia. No se puede admitir. Se trata de insultos nacidos de una derrota posible ante un Racing en días de urgencias. No se puede coincidir. Poner bajo sospecha a este Huracán bravo porque un sábado a la tarde jugó mal resulta algo mucho peor que una torpeza de tribuna: es una injusticia propia de quien sólo puede ver miserias, incluso donde no las hay.

Texto publicado en Clarín.

El mejor: Marcelo Barovero y Leandro Díaz.
El peor: Andrés Franzoia y Eduardo Domínguez.

Más:
Broncas y explicaciones, en Olé.

Así estamos:
En el Clausura
En los promedios
El fixture

viernes, junio 06, 2008

Jugar en la cornisa

Claudio García y Claudio Morresi, a principios de la década del 80, cuando todavía eran suplentes, tras un exitoso paso por las inferiores del club. En el Metropolitano de 1983, el Turco le hizo dos goles a Racing, a dos semanas del descenso del equipo de Avellaneda. Ese día, Huracán se impuso 3-1. Ellos, auténticos quemeros, fueron dos de las caras más felices de ese tiempo. Morresi, luego de sus actuaciones destacadas en Huracán, pasó a River. García fue transferido a Vélez, tras el descenso de 1986. Más tarde jugó en Racing.

Clausura, decimoctava fecha: Racing-Huracán. Sucede ahora, en cada rincón en el que un hincha de Racing y otro de Huracán se cruzan. "Che, díganle a Ubeda que nos dé los puntos... Ustedes ya están salvados...", solicitan los primeros, a consecuencia del promedio escaso. La respuesta es sólo una y tiene dos letras: "No". Racing, casi tan complicado ahora como en su único descenso en 1983, se enfrentará hoy a Huracán, en el Cilindro. La situación no es nueva. Ya se conocen de instancias similares.
Rcing fue el primero de los dos en descender. En el Metropolitano de 1983 (cuando se reinstauró el sistema de promedios) se fue a la B el 18 de diciembre. Catorce días antes, tuvo que enfrentar a Huracán en Parque de los Patricios y se impuso el local por 3-1, con dos goles de Claudio García y otro de Miguel Converti; Diego Castelló descontó para Racing.
Luego, Huracán descendió en tres ocasiones. Y en dos de ellas se cruzó ante Racing. En la temporada 1985/86, la del primer retroceso, no enfrentó a Racing, que se encontraba disputando su segunda campaña en la Primera B. En la campaña 1998/99, el equipo de Avellaneda se impuso 2-1 en el Tomás Ducó, por la octava fecha. Ese 29 de abril, Pedro Ojeda y Javier Lux hicieron los tantos visitantes y Marcos Barlatay convirtió para el local. En tanto, el 14 de febrero de 2003, por la primera fecha del Clausura de ese año, Racing venció 1-0 (con gol de Gabriel Lobos, en contra) y le dio inicio a una pésima campaña de Huracán, que derivó en el tercer descenso de su vida de casi 100 años.
Ahora, en Avellaneda, habrá un nuevo enfrentamiento con particularidades afines. Del resultado depende buena parte del desenlace de Racing en la temporada. La historia cuenta que el que jugó en la cornisa, perdió.

Texto publicado en Clarín.

Más:
El historial, en el Blog.
El último partido, en el Blog.

jueves, junio 05, 2008

Lucho, un gigante en Portugal


Lucho González se formó en Huracán. Y hoy es una figura de dimensión universal. Un dato reciente lo cuenta: fue elegido como el mejor futbolista de la Liga Portuguesa por los entrenadores. El internacional argentino recibió 34 votos, dos más que su compatriota y compañero en el Porto Lisandro López, quien resultó además el máximo goleador del campeonato. Entre ambos consiguieron esta temporada el tricampeonato lusitano.
Este gran momento de Lucho, que incluye tambièn una elevada cotización ante pedidos varios de grandes clubes europeos, es un repetido mensaje para la conducción del club: el futuro está en La Quemita. Ese es el camino para el crecimiento futbolístico y para el reestablecimiento económico.


Más:
Detalles, en Clarín.com
Así juega Lucho en el Porto, en el video:

miércoles, junio 04, 2008

Detalle de un tipo agradecido


A Claudio Borghi le preguntaron en el programa Estudio Fútbol, de TyC Sports, cuál había sido el club en el que más cómodo se había sentido.
--En Huracán, sin dudas.
--¿En Huracán? Pero fuiste ídolo de Argentinos, pasaste por el Milan, estuviste en River, en Independiente...
--Sí, sí, pero cuando estuve en Huracán me trataron mejor que en cualquier otro lado. El cariño de la gente, el grupo que se formó, todo... Ahí, fui feliz.

Borghi también fue el Bichi para Huracán. Llegó al club para jugar en la temporada 91/92: disputó 22 encuentros, hizo un gol y la revista El Gráfico lo seleccionó como el mejor enganche del campeonato. Huracán finalizó noveno en el Apertura (igualado con Argentinos, Ferro e Independiente) y repitió la posición en el Clausura. En cada caso, con cinco victorias, nueve empates y cinco derrotas.
Con esa campaña, Huracán accedió a la Liguilla Pre-Libertadores. Pero se quedó afuera en los cuartos de final, tras perder 1-0 frente a Vélez, en la cancha de Ferro.
Borghi, que tenía entonces 27 años y venía de jugar en Unión de Santa Fe, era el mejor exponente de un plantel interesante (compuesto, entre otros, por Sergio Saturno, Fernando Quiroz, Walter Pelletti, Hugo Morales, Jorge Cruz, Hugo Corbalán y Carlos Amodeo) que compitió en la segunda temporada de Huracán tras su primer regreso a la máxima categoría. Y, claro, escuchó aplausos y ovaciones. Los mismos que lo esperan cuando vuelva a cruzarse con el público de Huracán, ya como entrenador de Independiente. La gratitud se paga con gratitud.

martes, junio 03, 2008

En el nombre de Diego

Diego Maradona, en su debut en Primera. Sucedió en 1976, en la cancha de Juan Agustín García y Boyacá, frente a Talleres. Ahora, Huracán se hace fuerte en el nombre de Diego.

Hubo un día en el que, mágicamente, la historia comenzó a cambiar para un Huracán a la deriva: el 16 de octubre de 2006, jugaba contra Unión, en Ferro, por la décima fecha de la B Nacional. Era el regreso de Antonio Mohamed como entrenador. Y recibió una visita inesperada e influyente: Diego Maradona. Desde entonces, Huracán -que dos meses antes había perdido ante Tiro Federal 5-1 en el Ducó- sacó el 73,52 por ciento de los puntos como local (22 triunfos, nueve empates y tres derrotas). Y también gracias a eso regresó a Primera. Pero hay más del influjo de Diego: a consecuencia de la inhabilitación del estadio de Alcorta y Luna, Huracán comenzó a hacer de local en el Diego Maradona de La Paternal. Y allí nunca perdió.
Huracán jugó en el Cajón de Boyacá y Juan Agustín García diez encuentros en esta temporada 2007/08: ganó cinco y empató cinco. En la B Nacional ya había ganado dos veces, contra Ferro y ante Defensa y Justicia.
Y sus resultados tuvieron también cierto carácter histórico: por primera vez en los últimos 25 años finalizó invicto como local ante los cinco grandes y apenas recibió un tanto (le ganó 2-1 a River, 3-0 a Racing e igualó 0-0 ante Boca, Independiente y San Lorenzo).
Ayer, enfrentó a otro rival encumbrado: el ahora ex líder Estudiantes. Y Huracán también se hizo fuerte en el Maradona: empezó perdiendo a los tres minutos, pero lo empató y puso a Verón y compañía en la cornisa de la derrota. Lo explicó Claudio Ubeda, el técnico, tras el 1-1 bajo el cielo de La Paternal: "Es cierto que acá nos sentimos cómodos. Pero el equipo respondió toda la temporada jugando como local. No sólo en esta cancha. Apenas perdimos un partido (contra Gimnasia La Plata, en el Apertura). Por eso, no creo que sólo sean las dimensiones del campo de juego. Hoy (ayer) se jugó bien y demostramos que también en este terreno se puede jugar por abajo". La cancha de Argentinos es la de dimensiones más pequeñas de Primera: 100 por 66 metros. El campo de juego del Nuevo Gasómetro, por ejemplo, tiene 110 por 70. Es decir que la diferencia entre uno y otro es de 1.100 metros cuadrados.
Los jugadores de Estudiantes hicieron referencia a la cuestión del tamaño. Pero no lo pusieron como excusa. "Es una cancha complicada, a la que la mayoría de los equipos no están acostumbrados. Nosotros tampoco. Pero, igual, hay que adaptarse y encontrar variantes para imponerse", señaló el entrenador de Estudiantes, Roberto Sensini.
Ahora, a Huracán sólo le queda enfrentar a Vélez en condición de local. Será en la última fecha. Y lo volverá a hacer en ese escenario en el que tan a gusto se siente. Como si la magia de llamarse Maradona tuviera que ver con aquella noche de octubre, la del abrazo del Turco con Diego. El día en que todo cambió. El día en que todo empezó...

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.

domingo, junio 01, 2008

El Cabezón Nieto

Federico Nieto lleva cuatro goles convertidos en el Clausura. Con una particularidad propia de su juego: todos fueron de cabeza. Ante Estudiantes, ganó en el primer palo ante los centrales rivales, tras un centro con pelota detenida de Omar Zarif. Además, Leandro Desábato le cometió un penal (codazo adentro del área) que Saúl Laverni no sancionó. Y, más allá de algunas torpezas que invitan al fastidio ocasional, el Cabezón Nieto es importante para el equipo. En ataque porque es una referencia y un luchador sin quebrantos. Y también resulta muy importante en el juego aéreo defensivo.

¿Mística? Sí, la quemera


Clausura, decimoséptima fecha: Huracán 1-Estudiantes 1, en el Diego Maradona. Un periodista le preguntó a Federico Poggi qué fue lo mejor de Huracán, recién terminado el partido. La respuesta fue pura mística quemera:
--Los huevos de todos.
Eso fue este Huracán también ayer. Como en toda la temporada: puro coraje, entrega, tenacidad, constancia. A veces jugó mal; en otras, como ayer, jugó mejor. Ya tiene 52 puntos que merecen ser más (sobre todo por algunos arbitrajes que atentaron contra una campaña aún mejor). Por eso, la despedida con aplausos para el equipo. ¿Que Estudiantes dejó buena parte del Clausura en La Paternal? No es problema de Huracán. Tal vez sea porque el equipo de La Plata no tuvo aquella mística pincha de días no tan lejanos...

El mejor: Patricio Toranzo.
El peor: Andrés Franzoia.

Más:
El comentario, en Clarín.com.

Así estamos:
En el Clausura
En los promedios
El fixture