viernes, febrero 28, 2014

Huracán y la fábrica de sombreros



Lo leí en el Foro de Patria Quemera y es una invitación a reflexionar y discutir: "Alguien alguna vez comparó a Huracán con una fábrica de sombreros. Hace 80 años casi nadie salía de su casa con la cabeza descubierta, el que no llevaba un sombrero llevaba una boina. En pocos años los sombreros cayeron en desuso. Algunas fábricas, con directivos más avispados, hicieron una reconversión para producir otras cosas, las que no lo hicieron fueron decayendo hasta agonizar y finalmente desaparecer. Pasan los años, pasan las décadas, y Huracán quiere seguir fabricando sombreros".

miércoles, febrero 26, 2014

¿Fin?


San Martín de San Juan 3-Huracán 0
Más allá de las matemáticas, el golpe -duro, durísimo, sin excusas- recibido en el Hilario Sánchez es una despedida. Salvo una reestructuración de los torneos (es decir que en la temporada 14/15 jueguen en Primera 30 o 32 equipos, como propone Julito Grondona, el presidente de Arsenal), todo indica que no habrá regreso a la A. La ilusión se está muriendo casi al nacer. Esa maldita costumbre que ya lleva no menos de tres décadas, al margen de espasmódicas excepciones. Es triste y cierto: Huracán se acostumbró a ser un dolor interminable, crónico. Por eso, otra vez tres letras retratan el desenlace anticipado: fin.

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domingo, febrero 23, 2014

Cuando juegan a no jugar...



Gimnasia de Jujuy jugó a no jugar. ¿Qué se hace cuando esto sucede? Más allá de las quejas al árbitro, habrá que encontrar soluciones. No será la última vez que se presente un rival así en la temporada.

sábado, febrero 22, 2014

Un dolor de cabeza



El gol de Gimnasia de Jujuy, en el Palacio Ducó. Dos cabezazos en el área y un dolor. El autor, un tal Milton Céliz...

Palabras para un desencanto



Huracán 0-Gimnasia de Jujuy 1
Que lo explique otro. Frank Kudelka, tras la derrota de Huracán frente a Gimnasia de Jujuy, en el Ducó. Ese tropiezo absurdo e impensado que bastante se parece a la despedida del objetivo obligatorio: el regreso a la A.

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viernes, febrero 21, 2014

Una historia, Once Estrellas


Por Roberto Guidotti
Queridos Quemeros:

A partir de un intenso trabajo que venimos desarrollando un grupo de historiadores de diferentes clubes desde hace muchísimo tiempo hemos conseguido que la AFA y la gran mayoría de los medios nacionales (sobre todo los diarios de mayor circulación) cuenten la historia del fútbol argentino de manera completa. Es muchísimo lo que hemos tenido que batallar para que esto pudiera concretarse y lo hemos logrado también gracias al excelente laburo de varios de los periodistas y estadígrafos que trabajan en Olé, La Nación, Clarín, Crónica y Popular, por citar a los medios más masivos a nivel nacional (también se ha logrado que varias páginas web cuenten la historia en su totalidad, como por ejemplo Playfutbol, Sobre fútbol o Universo Fútbol entre otras).

Es importante que todos los hinchas del Globo tengamos claro que la historia del fútbol no arrancó en 1931 (año de inicio del profesionalismo) sino 40 años antes de esa fecha, en 1891. Vaya a saber porque decisión equivocada de arrastre, los medios, con el tiempo, fueron informando la historia de manera incompleta como si en esos años fundacionales la pelota hubiese sido cuadrada y los arcos redondos, una soberana falta de respeto a los protagonistas de aquellos torneos, tan oficiales e importantes como los de ahora, obviamente con algunos equipos que fueron desapareciendo pero que eran fuertes en aquella época.

Para que todos entendamos bien de que se trata todo esto, sobre todo los pibes más jóvenes, es necesario también explicar que durante toda la historia se jugaron los campeonatos de Primera División regulares, los de todos los fines de semana (en Europa los llaman Torneos de Liga) y paralelamente -de manera más discontinua- se jugaron también 89 Copas Nacionales desde el inicio del fútbol hasta la actualidad. Tanto los torneos de Primera como las Copas Nacionales son torneos oficiales organizados y homologados por AFA.

Tenemos que estar atentos y defender con orgullo nuestra historia porque ya aparecieron los detractores de siempre, hinchas de otros equipos a los que no les conviene contar la historia completa por el escaso protagonismo que han tenido en otros tiempos y en consecuencia minimizan los títulos logrados en la era amateur o las copas locales, sin ningún fundamento serio.

En consecuencia, Huracán ha obtenido 11 títulos homologados por AFA de primer nivel (5 Títulos de Liga y 6 Copas Nacionales) que estarán en breve en toda la indumentaria del club como lo han prometido los actuales dirigentes.

El Globo también ha conseguido 2 títulos oficiales de Ascenso (Nacional B 89-90 y B Nacional 99-00) y una Copa Consuelo Beccar Varela (1933) pero estos tres títulos –si bien son oficiales- tienen un nivel menory hay que ser siempre serios en los criterios adoptados.

Para que quede bien claro el carácter oficial de nuestros logros, recientemente las guías de los principales medios gráficos han publicado las tablas de títulos como debieron haberlo hecho siempre. Clarín pone sólo los títulos de Primera División (no agrega Copas Nacionales por un criterio propio pero no niega su existencia ni su oficialidad). La Nación y Olé hacen un listado más completo agregando las copas locales también. En el caso de la Nación nos ubica con 7 copas porque cuenta la Consuelo Beccar Varela pero dicho torneo no figura en la lista de AFA que es la que oficializa todo.

A continuación van las tres listas de guías publicadas por los medios. Si bien nuestro presente lejos está de la época de mayor gloria, este texto tiene el sentido de que todos los Quemeros, desde los más jóvenes a los más grandecitos, defendamos con orgullo nuestra historia y mandemos a informarse a todos aquellos negadores que por conveniencia minimicen la historia completa del fútbol argentino. Ni vale la pena nombrarlos, sabemos muy bien de donde vienen las malas ondas.

miércoles, febrero 19, 2014

Adolfo, el de Huracán



Adolfo Pedernera, en su llegada a Huracán, en 1970. Cuando Luis Seijo contrataba a los mejores. Ya había sido jugador en dos ciclos (uno en 1948 y el otro, ya en su despedida, en 1954) y entrenador en los años cincuenta. Más allá de estar identificado con La Máquina de River y con el Ballet Azul de Millonarios de Bogotá, El Maestro Adolfo siempre tuvo el corazón mirando al Sur...

martes, febrero 18, 2014

Aplausos para Salvini


Juan Carlos Salvini, crack de los años 40, en la tapa de El Gráfico. Centrodelantero, hábil, también goleador. Es el octavo máximo anotador de Huracán en la Era Profesional. Aplausos para él. Ayer, hoy y siempre.

lunes, febrero 17, 2014

Villafañez, un gol, un significado



Sportivo Belgrano de San Francisco 0-Huracán 1
El gol de Lucas Villafañez frente a Sportivo Belgrano, en San Francisco, tiene una curiosa y enorme relevancia. No sólo porque significó tres puntos y renovó la sensación de que el regreso es posible, también porque es el primero que Huracán convierte en el Interior tras 762 minutos*, una racha que no tenía registro en nuestro historia. Una maldición que bajo el cielo de Córdoba acaba de finalizar...

*El último gol en el Interior lo había marcado Mauro Milano en el 2-0 ante Gimnasia de Jujuy, por la última fecha de la pasada temporada.

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viernes, febrero 14, 2014

El clásico que late


Por Néstor Vicente* y César Francis**
Café de por medio, en la emblemática esquina Homero Manzi, en San Juan y Boedo, comenzó a enamorarnos la idea de que la ciudad tenía también un pedacito de identidad, de patrimonio cultural, en ese clásico que está rozando los cien años de vigencia y que tiene un sabor a barrio que no posee ningún otro. Fue en octubre de 1915 que se enfrentaron por primera vez para, de ahí en más, ir construyendo la historia y la leyenda del clásico más porteño, de la confrontación futbolística barrial más importante del mundo. Paradójico encuentro en esa esquina. Homero, hincha del Globo, poniéndole nombre a un enclave porteño pintado de azulgrana.

San Lorenzo enfrentando a Huracán, Huracán enfrentando a San Lorenzo, es sinónimo de interminables charlas de café, de mesa familiar con pasiones encontradas, de calles compartidas y de compases de tango acunando los sueños y el amor de cada uno por los colores de su camiseta. Es nerviosa vigilia en Parque de los Patricios y en Boedo, es el andar presuroso por el Pasaje Pedro Bidegain, homenaje al dirigente que le da su nombre al nuevo estadio de San Lorenzo o por la calle Herminio Masantonio, reconocimiento a quien marcó más goles con un Globo en el pecho.

Nosotros no pudimos resistirnos a la tentación de recordar goles tallados en nuestras almas futboleras, aquel de Sanfilippo en el Gasómetro, el de Goltz en cancha de Boca, o rememorar aquellas humillaciones convertidas en afiche, en canción de tribuna. No le esquivamos al presente, dulce para unos, semi-amargo para otros, esperanzado para ambos.

Hubo una coincidencia que también aportó a la entrañable vinculación que “cuervos” y “quemeros” tenemos con la ciudad que nos vio nacer. Ambos sentimos que “Fundación Mítica de Buenos Aires”, el poema de Borges, algo tiene que ver con nuestras patrias chicas. Y ambos alguna vez repetimos, refiriéndonos a nuestros clubes, que se nos hacía cuento que alguna vez habían comenzado, que los imaginábamos tan eternos como el agua y el aire. Y apareció en la charla la figura de Jorge Newbery y la del padre Lorenzo Massa, y ya en el segundo café arremetimos con la música de la ciudad y comenzamos a tironear si eran los “cuervos” o los “quemeros” los que estábamos más entrañablemente vinculados con los compases del dos por cuatro. Hicimos una tregua cuando comenzamos a rememorar el andar de Julián Centeya por esas calles compartidas, y lo imaginamos tomando un feca en La puñalada de Boedo y Rondeau, o en el legendario Café Benigno al 2100 de la calle Rioja.

Para reafirmarnos en nuestra estirpe tanguera, compartimos parte de la letra del tango “El sueño del pibe”, muy posiblemente el más popular de los cientos de tangos dedicados al fútbol. Cuando dice “seré un Baldonedo, un Martino, un Boyé”, coloca Yiso, el autor de la letra, a un jugador de Boca, otro de Huracán y otro de San Lorenzo. No lo deja afuera a River porque hace referencia a Ferreyra al versear “que tengo más tiro que el gran Bernabé”.

Hubo un momento para cierto tono académico. Nadie mejor que Discépolo en “Cafetín de Buenos Aires” para explicar cómo ese ámbito milagroso “de sabihondos y suicidas”, tan nuestro, convoca a la reflexión. Recordamos a Eduardo Archetti, ese antropólogo argentino que vivió en Noruega y nos regaló un libro imperdible, "El potrero, la pista y el ring, las patrias del deporte argentino", y coincidimos en su rol de adelantado en colocar al deporte como objeto de estudio y resaltar su aporte a la identidad nacional. El nos dio el pie necesario para sostener que nuestros clubes contribuyeron y siguen contribuyendo a la identidad de la ciudad y conforman, por tanto, parte de su patrimonio cultural. Nos comprometimos entonces a convertir el tema en proyecto de ley, llevarlo a la Legislatura y conversar con algunos diputados para que lo asumieran como propio.

Días después lo concretamos y tomamos otro café, en este caso en Yrigoyen y Perú, y mientras las cucharitas diluían el edulcorante nos miramos convencidos de que en algún lugar el Gordo Soriano estaba abrazando a Ringo Bonavena.

*Ex presidente de Huracán.
**Dirigente de San Lorenzo.

miércoles, febrero 12, 2014

Gritalo Araquem



El mejor brasileño de la historia de Huracán, Edemil Araquem de Melo. Acá, en un gol sin relato, frente a Rosario Central, en el Palacio Ducó, en 1968. Para que lo gritemos y le demos vida y recuerdo.

domingo, febrero 09, 2014

Pato Conducción



Patricio Toranzo, tras el regreso, la victoria y la ovación. El deseo de todo Huracán: Pato Conducción.

sábado, febrero 08, 2014

Que lluevan victorias

Huracán, ante Crucero del Norte, en el Ducó, bajo la lluvia. Imagen: Télam.

Esa gente que se moja bajo la lluvia y que con casi nada se entusiasma merece el desenlace que se avecina. Llueve mucho desde el cielo de Parque de los Patricios y Huracán está perdiendo ante Crucero del Norte. La Bonavena es un padecimiento para esa gente que se inquieta en su sábado entregado al Globo de Newbery. Pero el Palacio Ducó, de repente, se transforma: en un puñado de minutos (esos 240 segundos que transcurren entre la angustia de la derrota parcial y ese remate victorioso de Matías Defederico) todo se resignifica. El equipo -otra vez vestido de verde, en homenaje a los gloriosos tiempos fundacionales- consigue dar vuelta a un rival bravo, la gran revelación de la primera rueda. Y el triunfo -ese ajustado 2-1- lo relanza en nombre de su gran objetivo: volver a Primera, su espacio histórico. Está demasiado lejos el deseado Puesto 3 (ahora ocupado por Independiente, que suma 10 puntos más y un partido menos), pero desde ayer quedó más cerca en la cabeza de esos hinchas que empapados y todo se animaron a gritar que van a volver a la A.

Huracán ganó más por espasmos que por juego. Crucero perdió porque creyó que con aquel golpe inaugural -ese cabezazo oportuno de Claudio Fileppi, a los 13 minutos del primer tiempo- y con la solidez de casi siempre le alcanzaba. Pero no. En el Nacional no hay fórmulas que garanticen desenlaces favorables.
En definitiva, otra vez, la clave del partido estuvo asociada a la lógica de esta categoría notablemente pareja: Huracán se impuso en los detalles. Sirve un ejemplo determinante: la torpe infracción que Dardo Romero le cometió a Germán Mandarino y que derivó en el penal y en el empate convertido por Leandro Caruso. Fue un hito en el partido. Resultó el principio de la victoria para el conjunto de Frank Kudelka.

Así, sin brillos, pero con constancia; sin magia, pero con intensidad, Huracán renueva la búsqueda. El 2014 lo muestra distinto. Tiene claro un detalle fundamental: cada partido es -para los jugadores y para el contorno- la final de la Champions League . O algo así. Lo saben y lo reconocen todos: no hay margen de error. Pero en el horizonte una posibilidad asoma...

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.

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Dos gritos, tres puntos, una ilusión



Huracán 2-Crucero del Norte 1
La victoria de Huracán frente a Crucero del Norte, en el Palacio Ducó. Con los goles de Leandro Caruso (de penal) y de Matías Defederico, el equipo de Kudelka lo dio vuelta. Y dejó una impresión que agrada: hay equipo.

viernes, febrero 07, 2014

El Clásico, ese Patrimonio


San Lorenzo y Huracán, protagonistas del llamado Clásico de Barrio más grande del mundo, realizaron una presentación conjunta ante la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en nombre de que el emblemático duelo entre ambos sea reconocido como Patrimonio Histórico y Cultural. Los impulsores del proyecto son el dirigente del club de Boedo, César Francis, y el ex presidente del club de Parque de los Patricios, Néstor Vicente.

 En la presentación ante las autoridades explican entre los motivos: "No hay duda sobre la identificación con la ciudad que tienen ambas instituciones. Representan realidades barriales que han sabido confundir sus fronteras y también extenderlas pero que nunca dejaron de estar entrañablemente afincados en Boedo y Parque de los Patricios. Ambas instituciones tienen lazos profundos con la cultura y la música de la ciudad y su rivalidad nació de esa actitud picante y sana con que el porteño vive los avatares de las patrias futbolísticas que los definen. San Lorenzo y Huracán, Huracán y San Lorenzo, son sinónimo de clásico, representan con sus centenarias historias, ribetes de porteñidad indiscutibles, más allá que sus simpatizantes alberguen en la totalidad del territorio nacional".

Y agregan: "El clásico de San Lorenzo y Huracán tiene una riquísima historia que se desarrolla en el campo de juego pero cobra vida en la mesa familiar o en el bar de la esquina. En última instancia somos "primos" y por paradoja porteña Homero Manzi, hincha de Huracán, le pone nombre a la esquina de San Juan y Boedo, corazón ciudadano pintado de azulgrana".

Aunque en el inminente torneo Final de Primera no habrá encuentro entre ambos, hay una historia construida desde aquella primera década del Siglo XX. Este duelo fue un paradigma del fútbol como espacio de pertenencia: el clásico entre San Lorenzo y Huracán resultó siempre una fiesta de personajes irrepetibles, de cracks repartidos, con el tango como inevitable música de fondo. Lo saben quienes caminaron sus calles: allí, en esa geografía, sucedió la Navidad del Tango; también en sus espacios secretos nacieron las mejores letras.

Desde el primer encuentro, en 1915, se trató de una cita armónica en tiempos en los que la cuestión de pertenencia geográfica delimitaba también pasiones. El Santo y El Globo. Los de Boedo y los de Parque de los Patricios. Los Cuervos y los Quemeros. Apodos entre primero, en definitiva. Nacieron vecinos, allá en 1908. Barrios bravos, de laburantes, de empedrados nacientes, de construcciones módicas, de almacenes que todavía fiaban, de bares que cobijaban desencantos. Se criaron y crecieron como tales, bien cerca, con historias entrecruzadas, con el encanto de la rivalidad sin enemigos. Los penosos enfrentamientos entre barras nacieron luego, mucho más tarde, ya en los noventa. Pero ni asì pudieron contra la mágica esencia.

La Avenida La Plata fue territorio de estadios emblemáticos de ambos. La distancia no excedía el puñado de cuadras, las fronteras se recorrían caminando sin miedos y sin desprecios. Se miraron siempre de reojo, pero sin rencores ni amenazas. Como primos, casi como hermanos en disputa sana. San Lorenzo le lleva ventaja amplia en el historial y la AFA dice que en su territorio oficial le lleva cómoda ventaja: 16 títulos contra 11, incluyendo Copas Nacionales. Los de Huracán -sin comprobación- sostienen que son más leales y que nunca se fueron del barrio. Es un caso de asombro: en el fondo se quieren, aunque elijan siempre la derrota ajena. Detalles mágicos de la Ciudad de Buenos Aires, esa de la que ya son Patrimonio Histórico.

Texto publicado en Clarin.com

jueves, febrero 06, 2014

Feliz domingo



Aquel día precioso, ese 3-0 a San Lorenzo. Inesperado, mágico, para abrazar siempre. En el Palacio Ducó, otro domingo feliz...

martes, febrero 04, 2014

El calor lo ponemos nosotros


Sucedió siempre... El partido entre Huracán y Boca, en el Gasómetro de Avenida La Plata, el 30 de mayo de 1943, se jugó con una temperatura de dos grados. Ese registro nunca había sucedido en el fútbol argentino, según cuentan. El encuentro, en el que se impuso el Globo de Newbery por 3-1, comenzó a las 10 de la mañana y a pesar del frío fue presenciado por 65.000 espectadores. El calor, claro, lo pusimos nosotros. El Viejo Clásico de los años 20 estaba otra vez en escena. Y el hincha de Huracán, presente. Como ayer, como hoy, como siempre. Y como el sábado ante Crucero del Norte, claro.