miércoles, marzo 30, 2011

Wembley, nuestro sucesor


La primera escena del film “El discurso del rey” (la última ganadora del Oscar a la mejor película) sucede en un estadio de fútbol. Allí, en pleno Wembley, el rey Jorge VI -protagonizado por Colin Firth- se expone ante su gente y frente a su tartamudez. El detalle no es apenas eso: por segundo año consecutivo y por tercera vez en la historia del premio, un emblemático estadio de fútbol aparece involucrado en una consagración.
El fundador de este rubro fue El Molinón, escenario del Sporting de Gijón y sede del Mundial de España. En 1983, el film español “Volver a empezar”, de José Luis Garci, obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera. En ella, aparecen ese estadio -el más antiguo de España-, hinchas, jugadores y dirigentes del club asturiano.
El año pasado, la notable película argentina “El secreto de sus ojos” puso en la gran escena al Ducó de Parque de los Patricios. Allí, de acuerdo con la crítica especializada, sucede una de las mejores escenas del film. Lo escribió Pablo Scholz en la revista Ñ: “Prepárense cuando vean el estadio de Huracán desde el aire para disfrutar un plano secuencia de 5 minutos exactos, que entra y sale del campo de juego y se mete por los rincones del Ducó”.
Ahora, le llegó un nuevo espacio de gloria al inmenso Wembley. Sin embargo, no se trata del único anclaje con el fútbol de esa película. Jorge VI donó a la AFA, en la década del 40, un trofeo que se llamó Copa Competencia Británica y que fue ganado por Huracán, Racing y Boca. El detalle no lo retrata “El discurso del rey”. Forma parte de la historia de este fútbol omnipresente.

Texto publicado por el autor del blog en Clarín.



EL trailer oficial de "El discurso del rey", subtitulado.

martes, marzo 29, 2011

El Mariscal Tito, el resucitador



Algunos socios, en la platea Alcorta, ya lo comenzaron a llamar "Mariscal Tito". Roberto Pompei, con su modo sencillo, con su corazón quemero, con su entusiasmo de entrenador flamante, aparece como el resucitador de un equipo que parecía roto, deshecho, muerto. Si mantiene a Huracán en Primera habrá que empezar a aplaudirlo hasta que duelan las manos.

lunes, marzo 28, 2011

Nuestro Día


El día fundacional resultó el memorable 28 de marzo de 1998. Fue el Primer Banderazo de la historia; aquella marcha de los barrios del Sur (de Lugano, de Pompeya, de Soldati, de Parque de los Patricios, de Barracas, de San Telmo, de San Cristóbal). Cerca de 10.000 personas participaron de ese evento inexplicable: era sábado, no había fútbol, Huracán iba último y con sensación de descenso. Entonces, sucedió: la caminata desde la Sede de Caseros al Ducó, los gritos, las banderas, las murgas, la pirotecnia, la celebración de la condición de Quemeros. Fue una fiesta que duró más de 24 horas. Al día siguiente, sucedió el pequeño milagro: luego de 131 días sin triunfos, Huracán le ganó 3-1 a Ferro.

Desde entonces, cada 28 de marzo cambió de significado: hoy se cumplen doce (trece) años del nacimiento del Día Mundial del Hincha de Huracán, aunque se comenzara a celebrar más tarde. Y esta vez, claro, también habrá festejos, en La Quemita. Seguro que Jorge Newbery, desde algún lugar, lo mirará contento. Y asombrado.

Texto publicado originalmente el 28/3/10.

domingo, marzo 27, 2011

El equipo de las simpatías


Por Horacio Pagani
Será por la vieja y rica historia del amateurismo de hace más de 80 años o por los recuerdos de Guillermo Stábile, goleador en el Mundial del 30. O por Herminio Masantonio, ídolo, figura, pero especialmente un guapo de verdad o por Tucho Méndez, uno de los símbolos del fútbol argentino. O por aquella triunfal aventura del 73 con el Flaco Menotti a la cabeza, más el Loco Houseman, Brindisi, Babington, el Coco Basile o será por el sino de Parque de los Patricios, el barrio y el tango unidos en la memoria de la porteñeidad. Lo cierto es que Huracán despierta una simpatía cómplice de los neutrales de la reina del Plata.
Y por eso fue el equipo del pueblo, aquel del tiki tiki que pergeñó Angel Cappa. Pero Huracán, su gente, sufrió mucho más de lo que disfrutó en los últimos años, con descensos incluidos. Y otra vez pareció condenado a la decepción tras aquel roce con el título de campeón en Liniers hace un par de años.
Estuvo en caída libre con el propio Cappa. Y no pudo enderezarse con Héctor Rivoira. Y tampoco alcanzó el halo quemero de Miguel Brindisi. El equipo quedó sin rumbo. Y se instaló en la zona roja. Roberto Tito Pompei, bombero en Boca para reemplazar a técnicos renunciantes, cómodo entrenador de la Reverva, trajo como única garantía su credencial de hincha verdadero; y todo su entusiasmo. Y el presidente Babington se jugó la última carta.
Empezó en la cuarta fecha con un vibrante empate ante Newell’s en Rosario. Después un triunfo ante Quilmes, rival directo en la indigencia futbolera. Y luego empate en Banfield tras ir perdiendo 2 a 0. Pompei quiso afirmar un equipo de memoria.Los designó a Campora y a Roly Zárate en la dupla de ataque. Y el regreso de Cristian Maidana aportó juego en tres cuartos. Orden, presión y pelota al piso fue la consigna.
El partido frente a Gimnasia tenía una importancia capital. Porque los tres puntos de distancia lo eran hasta el descenso directo. Fue una victoria nítida. Que significa alivio, que lo alejó seis puntos del peligro máximo, que alargó el invicto de Pompei a cinco partidos, que le permitió llegar a los 10 puntos y a la mitad superior de la tabla. Y como Huracán despierta simpatía...

Texto publicado en el diario Clarín.

sábado, marzo 26, 2011

El pibe y el goleador



Rodrigo Battaglia -ese pibe que juga para el aplauso- convirtió su primer gol en la máxima categoría tras definir como si siempre hubiera sido delantero. Javier Cámpora sumó su quinto tanto en siete fechas y está en lo más alto de la tabla de su rubro. No sólo eso: hasta parece posible que, como en 2005, sea el goleador del fútbol argentino. Cosas de este Huracán imprevisible...

Gritemos juntos...


Clausura, séptima fecha: Huracán 2-Gimnasia La Plata 0, en el Ducó. Una final, un partido de antes y después, una cita con la realidad. Ante ese escenario, Huracán jugó su mejor media hora en el torneo y en mucho tiempo. Después se pareció a ese equipo que ocasionalmente preocupa. Pero alcanzó para ganar, para sostener el invicto en el ciclo de Tito Pompei, que ya entusiasma. No es poco. Sobre todo cuando hace un par de meses el fantasma tan temido del cuarto descenso en 25 años parecía un vecino de Alcorta y Luna.

Así estamos:
En el Clausura
En el promedio
El fixture

viernes, marzo 25, 2011

Cappa, nuestro amigo


Angel Cappa lo sabe y lo reconoce: no se trata de un partido más. Lo cuenta la tabla de los promedios; pero sobre todo se lo señala su corazón, que se hizo quemero en su paso por Parque de los Patricios. En un fútbol proclive a los dramatismos y a las fáciles grandilocuencias, el técnico de Gimnasia dice y repite: “Se trata de un partido de amigos; así lo vivo”. Hoy, el hombre que forjó aquellos Angeles de Cappa -protagonistas centrales del fútbol argentino en 2009- volverá al lugar de los hechos felices: el Ducó. Enfrente tendrá a un Huracán diferente: la sexta estrella ya no es una búsqueda; ahora la prioridad es zafar del cuarto descenso en 25 años.

Se trata, más allá de las cuestiones sentimentales, de un duelo directo por la permanencia. Gimnasia está en zona de descenso, a sólo tres puntos de Huracán, que habita las incomodidades de la Promoción. Curiosamente, no vienen tan mal: con Cappa, el equipo platense no perdió como visitante, suma ocho unidades (cinco menos que Olimpo, el líder al inicio de la fecha) y viene de derrotar a Tigre (2-1, en el Bosque). Huracán, en tanto, apenas perdió un partido de los últimos siete y no perdió desde la llegada de Roberto Pompei.

“Tal vez seamos íntimos enemigos durante 90 minutos. Antes y después, seguiré sintiendo lo mismo: a Huracán siempre me unirá un gran afecto”, expresó Cappa respecto del partido de esta tarde. El año pasado, el entrenador -entonces en River- también pasó por el Ducó. Hubo aplausos y reconocimientos. La escena, claro, volverá a suceder desde la Miravé, desde la Alcorta y desde la popular Ringo Bonavena. Todo, más allá de ese carácter de final por subsitir en la máxima categoría.

Texto publicado por el autor del Blog en Clarín.

martes, marzo 15, 2011

Ese desahogo



Los dos goles para ganar; el descuento ajeno para sufrir. Y ese final de tres puntos para abrazar y para gritar este desahogo...

lunes, marzo 14, 2011

Un triunfo que sirve de respirador


Clausura, quinta fecha: Huracán 2-Quilmes 1, en el Ducó. No fue poco: el primer triunfo en el torneo; el invicto sostenido (aunque breve en Parque de los Patricios); un rival directo y vencido; un triunfo que sirve para respirar. Aunque sea con un respirador...

Así estamos:
En el Clausura
En el promedio
El fixture

martes, marzo 08, 2011

Muchos gritos, un avance



Huracán convirtió tres goles en Rosario. Y eso es una grata novedad. Alcanzó para sumar un punto. También para dar un paso adelante.

lunes, marzo 07, 2011

Un punto y puntos suspensivos


Clausura, cuarta fecha: Newell's 3-Huracán 3, en el Coloso Marcelo Bielsa. El punto se pareció a un pequeño milagro. Genera tantos entusiasmos y tantas dudas, pero suma...

Lo contó la Agencia Télam:

Un verdadero show de goles se vivió en el estadio Coloso Marcelo Bielsa, de la ciudad de Rosario. Newell’s y Huracán igualaron 3-3, luego de que el local estuviera 2-0 arriba y que la visita lo haya dado vuelta (3-2), todo en el primer tiempo. Bieler, Fideleff y Sperdutti anotaron para los dirigidos por Roberto Sensini, mientras que para los de Pompei convirtieron Maidana, Mateo –en contra- y Quintana.

Newell’s encontró rápidamente la ventaja, cuando capitalizó un error de la defensa de Huracán, a los 4 minutos, y se puso en ventaja con un remate de tijera de Claudio Biler tras un centro de Diego Mateo. La respuesta del Globo fue tibia y, por el contrario, el equipo local trató de aprovechar el desconcierto de su adversario. Por ese motivo no extrañó que a los 24 Newell’s marcara el segundo tanto. En este caso lo hizo Ignacio Fideleff, de cabeza, al conectar un centro que llegó desde la izquierda.

Sin merecerlo, pero con la razón propia del gol, Huracán descontó a los 28 minutos, con un golazo de Cristian Maidana de tiro libre. El gol pegó duro en el local, que se durmió y a los 41 minutos, después de otra jugada con pelota detenida, el volante Mateo desviara un centro de Maidana y anotara en contra el empate del Globo. No terminaría ahí. Y un minuto antes de que finalizara el primer período, Huracán pasó a ganar. El gol fue obra de Quintana, de cabeza, a la salida de un corner.

Newell’s tuvo que esforzarse para revertir la situación y evitar lo que por entonces era difícil de asimilar. Así, con más empeño que ideas, el equipo de Sensini estableció la igualdad con un remate cruzado de Mauricio Sperdutti, a los 12 minutos del segundo tiempo. Ambas defensas siguieron dando muestras de debilidad y el encuentro estuvo para cualquiera. Dentro de ese contexto fue Newell’s quien más luchó por el triunfo, mientras que Huracán se conformó con el punto obtenido de visitante luego de ir perdiendo por 2 a 0 y en su comprometida situación con los promedios, que por ahora lo mantienen en zona de Promoción


Así estamos:
En el Clausura
En el promedio
El fixture

martes, marzo 01, 2011

Un gol, un dolor, mil dudas



Las alegrías en Huracán duran uno o dos suspiros. Casi nunca más. Volvió a suceder ahora, ante Arsenal, en el Ducó. Como frente a Argentinos, el equipo no pudo sostener la ventaja. Y dejó otros dos puntos como local. No sólo eso: también -otra vez- dejó preocupaciones.