Festejo de futbolistas de la Fiorentina con el goleador Osvaldo. El ex Huracán fue titular y marcó dos goles. En el banco, ante Livorno, esperaba un histórico del fútbol italiano: Cristian Vieri. Foto publicada por Gazzetta dello Sport.
Daniel Osvaldo ya no juega en Huracán desde hace dos años. Después de 11 goles en 33 partidos, esos mandatos económicos del fútbol nuestro de cada día se lo llevó al calcio. Luego de dos temporadas en la Serie B (jugó en Atalanta y en Lecce), llegó a la Fiorentina para disputar la campaña 2007/08. Y el sábado, en su debut como titular, este pibe de 21 años con futuro de Caso Camoranesi convirtió dos goles en el 3-0 ante Livorno. "A tutto Osvaldo", sostiene La Gazzetta dello Sport. Es un testimonio elocuente de las capacidades del ex delantero de Huracán en tiempos recientes de la B Nacional. Con sus goles, el equipo violeta se ubica tercero en la lucha por el scudetto (está a dos puntos del líder Inter y a uno del escolta Juventus).
Pero no hay caso, acá, en Parque de los Patricios, la sensación es desoladora: qué poco duran los buenos jugadores en el club. Se trata de una realidad que duele, que inquieta. Es que, al margen de los nombres, lastima observar a figuras recientes resolver cuestiones ajenas. Como ahora Osvaldo, partícipe involuntario de una situación triste e irremonatable: el éxodo precoz de figuras destacadas de nuestro club. Mientras tanto, uno de los pecados de Huracán en el Apertura es justamente su escaso índice de eficacia entre lo que genera y lo que resuelve.