sábado, marzo 28, 2009

Aquel espíritu, este festejo


El sábado, a la sombra de Argentina-Venezuela, que significará el primer partido de Diego Maradona como técnico de la Selección en las Eliminatorias, habrá otro evento, más periférico, pero también único: se trata del partido más grande de la historia. O al menos así se presenta. Se enfrentarán dos equipos de cien mujeres cada uno, en plena calle porteña, con arcos gigantes y pelota inmensa. El nombre oficial es El Partido del Barrio de La Quema y será el momento más relevante de una conmemoración que ya lleva once años: el Día Mundial del Hincha de Huracán.La cancha estará delimitada por calles: se realizará sobre la Avenida Caseros entre Esteban de Luca y Deán Funes. La inscripción para armar los dos megaplanteles (uno se llamará Parque de los Patricios y el otro Nueva Pompeya) ya está abierta y se realiza de lunes a viernes de 15 a 20 en el microestadio de Huracán.
Esta idea, nacida e impulsada por el Centro de Gestión y Participación Comunal Número 4 de la Ciudad de Buenos Aires, la Subcomisión del Hincha de Huracán y QueTal (Quemeros de la Tribuna Alcorta y Luna), es para evocar aquel Banderazo del 28 de marzo de 1998, cuando unos ocho mil hinchas de Huracán se juntaron espontáneamente, un sábado previo a la fecha, frente a la concentración del estadio Tomás Ducó, para alentar a un plantel que iba último y sumaba trece fechas sin victorias. Al día siguiente y luego de 131 días, Huracán le ganó a Ferro por 3-1. Ahora, aquel espíritu encontrará un nuevo espacio para manifestarse: un partido gigantesco en la emblemática Avenida Caseros, esa que tanto sabe de la vida de Huracán.

Texto publicado el lunes 23/4/09 por el autor del Blog, en Clarín.

jueves, marzo 26, 2009

El Huracán de los toques

Mario Bolatti, Javier Pastore, Angel Cappa, Francisco Russo y Matías De Federico. Juntos, en la mañana de La Quemita. Huracán es la sensación del comienzo del Clausura.

Ahora, en la mañana de La Quemita, un plantel feliz desmiente el pasado reciente: jugadores a gusto se entrenan en la última cancha, como si los frecuentes atrasos en los sueldos no condicionaran el ambiente. La pelota, como en cada práctica desde la llegada de Angel Cappa, es protagonista principal. Está ahí, entre los titulares que golearon el domingo al Lanús puntero. No es casualidad: los métodos de entrenamiento de este cuerpo técnico tienden a reproducir las situaciones de juego. "No vamos a sobrecargar a los futbolistas con bolsas de cien kilos. Pero claro que vamos a hacer trabajos físicos propios de cada partido. Saltos, piques, potencia, velocidad", explica el técnico. No hay azar ni improvisación: Cappa tiene más de 20 años de experiencia y dialoga con frecuencia con diferentes entrenadores y preparadores físicos de diversos orígenes y hasta con futbolistas como Cesc Fabregas. Habla de fútbol, de formas de practicar, de ejercicios tácticos, de definición. "Es la consecuencia de la experiencia y de la investigación", cuenta.
En esos aspectos, que parecen detalles, también está explicado este presente para el asombro: Huracán, que venía de sumar apenas 20 puntos tras terminar en el puesto 16 en el Apertura, está ahora a sólo dos unidades de lo más alto y a uno de River y Colón, su próximo rival. Pero eso quizá no sea lo más relevante: Huracán juega para el aplauso. "Nosotros tenemos una idea. Y eso es lo que tratamos de transmitirle a los jugadores. Pero el mérito es de ellos. Como en una orquesta: si yo toco el bandoneón, hasta la mejor partitura puede sonar mal".
Cappa habla de fútbol y de su Huracán con una pasión que entusiasma. Y sus jugadores lo escuchan. Y esa resulta otra razón decisiva: el convencimiento. "A mí no me sorprende lo del equipo. La idea fue clara desde el principio. Y todos los entendimos así, nos sentimos cómodos jugando de este modo", le dice a Clarín, Mario Bolatti, quien llegó a Huracán hace apenas siete partidos y el domingo escuchó que todo el Ducó gritaba su apellido. Bolatti hace todo sencillo. Quita, toca, juega a no más de dos toques, llega, lidera. "Parece una gacela", dice Francisco Russo, el mediocampista central del Huracán campeón del Metropolitano de 1973. Su presente en el fútbol argentino invita a pensar que en el Porto se equivocaron en prescindir por seis meses de este cordobés impecable, que juega a lo Marangoni. "Son cosas del fútbol. Yo estaba bien, podía jugar en el equipo. Pero quizá no encajaba con la idea del entrenador, con la manera en que paraba el equipo", explica. En Huracán todavía le están agradeciendo a Jesualdo Ferreira, el técnico del líder de la Liga de Portugal.
El domingo, Matías De Federico armó una jugada en la que parecía Messi y que derivó en el tercer gol de Huracán. Corrige Cappa: "No, no parecía Messi. Parecía De Federico". Antes de la llegada del técnico, a De Federico le costaba hasta ganarse espacio en el banco de suplentes. "Me ponían más de delantero. Y yo soy enganche, me gusta ser enganche. Así jugaba en inferiores". Cappa lo ubicó en su lugar natural, lo rodeó de afecto, le ofreció libertades. Y este porteño de 20 años le respondió del mejor de los modos, a pura osadía. Sin embargo, aclara: "Tenemos que estar tranquilos y tener los pies sobre la tierra. Hay que pensar en cada partido. No tenemos que apurarnos". Como si hubiera escuchado en detalle el mandamiento público de Cappa: "Todavía no conseguimos nada. Estamos en construcción".
Es el final de la práctica. Javier Pastore firma autógrafos en remeras, pantalones, mochilas, papeles, revistas, gorros. Se saca fotos con quien le pide. Invierte tiempo en sonrisas ajenas. Su cara es la de un chico de 19 años. Alguien le comenta que lo puso en el Gran DT. Y este admirador de Kaká sonríe, agradece. Asume la responsabilidad de jugar bien. Es uno de los niños mimados de Cappa: la inclusión de Pastore como titular fue la primera decisión de Don Angel. "Disfruto cada práctica con este grupo. Se está armando algo lindo. Y es un gusto formar parte", cuenta. También se refiere a su juego. Y se confiesa: "Quizá antes no me comprometía tanto con la marca. Pero sé que tengo que ayudar a mis compañeros también en eso. Y sin perder llegada al área". El 3-0 a Lanús lo tuvo como protagonista en esos dos rubros: hizo dos goles y sorprendió recuperando varias pelotas.
Ellos son las caras más visibles de un Huracán cuyo rasgo central es el juego colectivo. "A dos toques, a dos toques", es la indicación que da Russo, durante la práctica de fútbol en espacios reducidos. "Todos se suman a la idea de tocar la pelota. Y eso incluye a los laterales, a los centrales, a todos. Lo principal de este equipo es eso: lo colectivo. Pero tenemos que ser cautos. Se trata de un equipo joven. Y no por la edad de los futbolistas sino por el tiempo de trabajo que llevamos. Pero es cierto que la idea se incorporó rápido. Incluso antes de la pretemporada, en el partido contra Vélez", sostiene Cappa.
Un rato después, escuchará a niños diciéndole "señor Cappa" y solicitándole una foto para guardar. Sabe que están ilusionados. Con el retrato, con el recuerdo. Pero sobre todo con ese equipo que él ideó y que, ahora, juega, gusta, gana. Y, sobre todo, asombra.

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.

miércoles, marzo 25, 2009

La idea, más allá de las comparaciones


Ya no queda casi nadie que haya visto los días más felices de Huracán en su historia, aquella lejana década del 20, en la que fue el más campeón del fútbol argentino (junto a Boca, su archirrival de entonces). Pero sí quedan muchos testigos y varios protagonistas de su consagración más emblemática: la del Metropolitano de 1973. Aquel equipo que cobija aún hoy varios apodos, como El Equipo de los Sueños o El Equipo del Siglo.
A Francisco Russo ya le decían Fatiga. Jugaba como volante central en un mediocampo estelar que completaban Miguel Brindisi, Carlos Babington y Omar Larrosa. Hoy es el ayudante de campo de Angel Cappa. Y dice: "Más allá de las comparaciones, que no tienen sentido, la idea de este equipo es la misma. Tratar de jugar, de tocar, de llegar con mucha gente. Y ojo, sin perder de vista lo importante que resulta recuperar la pelota".
Russo, quien jugó 31 de los 32 partidos en el Metro inolvidable, luce entusiasmado en el entrenamiento de Huracán. Colabora con el técnico, indica, organiza. Como suele reconocer Cappa sobre su ayudante en tiempos de jugador: "¿Bueno? Muy bueno era Fatiga. Corría, quitaba, pero también jugaba y mucho. Era importantísimo en la organización".
A Cappa le resultan molestas las comparaciones. Opta por prescindir de ellas. "Es imposible comparar a este equipo con aquél. Pero eso no es culpa nuestra. Sucede que un equipo como el del 73 se da una vez cada 100 o cada 200 años. Pero hay algo importante también: aquel equipo es un modelo. Para nosotros debe ser un espejo en el cual mirarnos". Y agrega sobre aquel Huracán y este Huracán, en términos de ideas: "Sería bueno poder reconocernos en aquel Huracán, por supuesto. Sería también un motivo de orgullo. Pero también para eso se necesita trabajo, tiempo, continuidad. Nosotros sabemos que debemos cuidar la pelota, que debemos jugar a dos toques, que tenemos que ser colectivos para crear y también para recuperar".
Acontece una curiosidad: ninguno de los integrantes del actual plantel había nacido el día en el que Huracán dio su única vuelta olímpica en el profesionalismo. Es más: la última vez que Huracán peleó un campeonato hasta la última fecha (el Clausura de 1994, con Héctor Cúper como entrenador) ninguno había debutado en Primera. Y a varios, como a Javier Pastore o a Matías De Federico, no los dejaban salir a la calle porque eran muy chicos. "No hay que pensar en otra cosa que en el próximo partido. Ahora tenemos en la cabeza a Colón", sostiene Cappa. Lo mismo, casi calcado, dicen Russo y el resto de los jugadores. Sin embargo, todos saben que jugando así objetivos más osados pueden ser posibles. Más allá de las comparaciones con aquel equipo de 1973 para el que nunca existirá olvido.


Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.

Bolatti es contagioso

Mario Bolatti llegó a Parque de los Patricios porque no lo tuvieron en cuenta en Portugal y porque algunos clubes argentinos dudaron de su presente. Se decidió por Huracán, impulsado por Lucho González, su ex compañero en el Porto. Y desde su llegada hay un equipo que juega a lo que él juega: un fútbol sencillo, de dos toques, sin falsos lujos, elegante, en el que el coraje no está reñido con el pase fino. Eso se llama contagio.

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.

martes, marzo 24, 2009

Entusiasmos y razones


Angel Cappa llegó a Parque de los Patricios en días que parecían cualquier cosa menos sencillos. Una campaña floja en el Apertura (cuatro victorias en 13 encuentros), un promedio en decadencia y un equipo que generaba menos que poco. En esos días, Javier Pastore iba ocasionalmente al banco; Matías De Federico jugaba en la Reserva; Federico Nieto esperaba una chance que nunca llegaba en el Banfield de Jorge Burruchaga; Eduardo Domínguez jugaba poco o nada al lado de David Beckham en Los Angeles Galaxy; Mario Bolatti era inexplicablemente desplazado en el Porto tricampeón de Portugal; y Kevin Cura soñaba con que algún día le dieran la posibilidad de mostrarse...
Un día, bajo el cielo del Ducó, Cappa decidió juntar a todos. Primero les habló de una idea. Los convenció que jugar es el camino más corto para ganar. Puso la pelota como elemento central de cada entrenamiento, desde su práctica fundacional, pocos días después del Centenario Quemero, en el último noviembre. Creyó, sin inhibiciones, en los que no tenían espacio y jugaban para el aplauso en La Quemita. Los miró a sus ojos de pibes y les hizo entender que también en Primera se podían mostrar sin ataduras. El gol que De Federico le hizo a Lanús, a lo Messi, parece darle la razón.
Hubo un hito en el recorrido: la derrota en el clásico ante San Lorenzo (1-4 en La Bombonera) marcó el final de dos jugadores en el plantel: el arquero Alejandro Limia y el defensor Diego Herner. Dos semanas después, el 13 de diciembre, en el regreso al Ducó luego de 438 días, Huracán goleó a Vélez. Esa fue la matriz. Una suerte de espejo de lo que vendría...
"Cappa nos metió en la cabeza que podemos jugar lindo", dice De Federico. "Cada práctica es para disfrutar", sostiene Pastore y repite César González, integrante del seleccionado venezolano que el sábado enfrentará a la Argentina, en el Monumental, por las Eliminatorias. Cada uno de ellos, como los demás integrantes del plantel, lucen convencidos de la idea.
Y lo están demostrando en este Clausura que lo tiene a Huracán como revelación, a dos puntos del líder Lanús. No fue casual lo que sucedió al final de la tarde del domingo: por primera vez en 15 años, desde aquel subcampeonato con Héctor Cúper como entrenador, la gente de Huracán se animó a gritar "todos la vuelta vamos a dar". Cappa, que sabe de consagraciones y de entusiasmos, no los invita a bajarse de esa preciosa locura: "Está bien. Que la gente se ilusione, que sueñe, que vuele. Es lo más lindo que tiene el fútbol para el hincha. Eso sí, a los jugadores no hay que bajarlos de nada. Porque ellos no se subieron a ningún lado".

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.

Más:
El Huracán de Cappa es noticia en España. En Marca.

lunes, marzo 23, 2009

Poesía pura y quemera


Por Juan Sasturain
Para Luis Durán y Pablo Vignone, quemeros.

Ayer me sentía mal y la amargura
tenía una razón empecinada:
quería –y no podía– escribir nada
que no fuera un insulto, bronca pura.
Como a muchos, me enferma tanta dura
campaña de derecha, enmascarada
por medios que –lo digo a la pasada–
no cuestionaron a la Dictadura.
Ya estaba por putear y no me explico
qué me pasó con esta contratapa.
De pronto apareció De Federico,
–con el flaquito Pastore de yapa–
y a puro toque y gol volví a ser chico,
me eché a volar con el Globo de Cappa.

Texto publicado en Página 12.

domingo, marzo 22, 2009

Vení, cantá, soñá...



Huracán contra Lanús. La gente. Una fiesta bajo el cielo del Ducó.

Tres veces mejor



Huracán goleó al líder Lanús. Fue superior en todos los aspectos del juego y le hizo tres goles por distintos caminos: el primero de pelota parada (Gastón Esmerado, de cabeza); el segundo tras una jugada colectiva resuelta por Javier Pastore; y el tercero tras una apilada a lo Messi de Matías De Federico y el toque final del cordobés. Uno modo de demostrar en números que Huracán fue tres veces mejor...

Este equipo emociona


Clausura, séptima fecha: Huracán 3-Lanús 0. De repente, un equipo que sumó apenas 20 puntos y terminó en el puesto 16 en el Apertura se transforma. Y ahora juega para el aplauso, seduce, invita a ir a la cancha y está a apenas dos puntos del líder. No sólo eso: una tarde de domingo el puntero lo visita y aquel equipo que no generaba nada lo derrota. La descripción obedece al Huracán de Angel Cappa que goleó al encumbrado Lanús y escuchó ovaciones.¿Qué cambió? "Bueno, algunos jugadores no son los mismos. Y tratamos de ofrecer lo mejor de cada uno. Creo que la explicación está en los jugadores. El mérito de que la gente se entusiasme es de los futbolistas. Este equipo emociona", explica el técnico ante la consulta de Clarín.
Y entre los jugadores hay tres casos que tienen que ver muchísimo con esta otra cara de Huracán. El primero es Mario Bolatti, uno de los refuerzos. El mediocampista es el dueño del equipo. Quita, toca, juega, llega, lidera, conduce. Llegó del Porto a préstamo por seis meses, impulsado por Lucho González. "Un milagro", suele decir uno de los dirigentes más relevantes sobre Super Mario. Ayer, al final del partido, escuchó que todo el Ducó coreaba su nombre. Mientras, él decía: "Hicimos un gran partido. Fuimos superiores a un equipo de jerarquía y ganamos bien. Pero esto recién empieza..."El segundo es Matías De Federico, la joyita forjada en las inferiores. Ante Lanús fue el ideólogo de dos de los tres goles, el segundo con una jugada a lo Messi, arrancando detrás de la mitad de la cancha. Antes de la llegada de Cappa jugaba en la Reserva y sólo ocasionalmente iba al banco. Ahora, con todas las libertades para moverse, desequilibra con frecuencia. "Jugar en este Huracán es un placer. Me gusta la idea de tener la pelota, de tratar de recuperarla rápido, de llegar con mucha gente", sostiene este pibe de 20 años, que suma 22 partidos y tres goles en la A. El tercero es Javier Pastore, autor de dos goles ayer. Es cordobés, tiene 19 años y lleva cuatro tantos en 19 partidos. A su juego fino, con algunos firuletes, ahora le está agregando intensidad. Incluso, ante Lanús, una de sus principales virtudes estuvo asociada con la recuperación de la pelota. "Disfruto jugar en este equipo, lo siento, me gusta. Hasta en las prácticas. Y también sé que tengo mucho por aprender, por escuchar a Angel...", señala. Se lo ve entusiasmado.

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.

El mejor: Mario Bolatti y Matías De Federico.
El peor: Vacante.

Más:
El comentario. En Clarin.com.
Con aquel estilo lujoso, por Horacio Pagani. En Clarín.
"Que de la mano de Angel Cappa..." En Olé.
El cerebro se llama Bolatti. En Olé.
De Federico, el pichón de Messi. En Olé.

Así estamos:
En el Clausura.
En los promedios.
El fixture.

sábado, marzo 21, 2009

Una final

Javier Pastore y Matías De Federico, dos talentos para imaginar un domingo feliz. Mañana llega el Lanús puntero al Ducó.

Mañana nos jugamos tres puntos. Y bastante más: la posibilidad de imaginar que es posible pelear en este Clausura. Este es un partido para recibirse de pretendiente, para sentarse a la mesa de los candidatos. Enfrente va a estar Lanùs que ganò 12 de los últimos 14 partidos del campeonato local. Será una prueba para determinar dónde está parado este equipo que entusiasma desde el juego.
Mañana, en realidad, nos jugamos una final. Quizá sea la última. Pero tal vez sea la primera. Y eso serìa mucho mejor, sobre todo considerando que el liderazgo quedará a sólo dos puntos y que los próximos tres partidos se jugarán en el Ducó. Dicho de otro modo: ganar esta final abrirá la puerta a todas las otras finales. No es poco para una tarde de domingo bajo el cielo del Palacio.

Clausura, séptima fecha: Huracán-Lanús, en el Ducó. Domingo, desde las 17.10.

viernes, marzo 20, 2009

"Rodo, Rodo, Rodo..."


Rodolfo Graieb ocupa un lugar en la historia de Huracán. Lo avalan los números: está en el top 20 de los futbolistas con más presencias en el club. Jugó 211 partidos entre 1997 y 2003. Y conoció todos los vaivenes propios del Huracán de esos días. Descendió en 1999, ascendió al año siguiente con una campaña para el aplauso, fue cuarto en 2002 (la segunda mejor campaña de los últimos 32 años) y volvió a descender una temporada después. Más allá de ese subibaja, ofreció siempre lo mismo: entrega total, regularidad, constancia. Este cordobés de Río Ceballos que tiene 34 años llegó de Talleres de Córdoba, tuvo un breve paso por Barcelona de Guayaquil y recaló en Lanús, donde ganó todo el respeto y el único título del club en Primera. El domingo volverá al Ducó por primera vez desde aquellos días bravos del último descenso. Rodo, nuestro Rodo, merece un abrazo colectivo y todos los aplausos.

Clausura, séptima fecha: Huracán-Lanús, en el Ducó. Domingo, desde las 17.10.

miércoles, marzo 18, 2009

Atajala, Borzi

Carlos Dantón Seppaquercia, con la camiseta de Gimnasia La Plata. Hace 30 años convirtió el gol más rápido de la historia del fútbol argentino, en la A. Se lo hizo a Jesús Borzi, arquero de Huracán, a los cinco segundos. Un verdugo supersónico.

Carlos Dantón Seppaquercia no habita el pedestal de los grandes cracks de la historia del fútbol argentino. Sin embargo, con apenas 33 partidos en la máxima categoría se ganó un resquicio entre los protagonistas memorables. El episodio que lo hizo conocido, más allá de las singularidades de su apellido, sucedió hace 30 años: el 18 de marzo de 1979, convirtió el gol más rápido de la era profesional, en la A.
Jugaban Gimnasia La Plata y Huracán, en el Bosque, por el Metropolitano de ese año. El equipo platense llegaba muy mal. No había razón para ninguna osadía. Pero Seppaquercia creyó. "Tocala para adelante que le pego", le dijo el delantero a su compañero de equipo, Antonio García Ameijenda. Entonces, en cinco segundos --lo que duró el recorrido de la pelota desde la mitad de la cancha al gol histórico-- Seppaquercia supo que había conseguido algo inédito.
En el arco, todavía tratando de marcar con sus botines las líneas de las áreas, estaba Jesús Osvaldo Borzi. Miró incrédulo. Entendió, cuando ya era tarde, que esa había sido su incómoda manera de entrar en la historia.
El partido terminó 1-1. Empató Carlos Babington, de penal.
Más allá de aquel día, ninguno de los dos protagonistas principales tuvo una carrera estelar. Seppaquercia hizo sólo ocho goles en Primera, entre River y Gimnasia. También jugó en Flandria y en Deportivo Italiano, en el Ascenso. Lo de Borzi es aún más curioso: llegó a Huracán procedente del Brisbane City, de la entonces remota liga australiana. Disputó 103 partidos con el Globo de Jorge Newbery en el pecho. Luego, nunca más fue arquero en el país. Quizá empujado por el estigma de aquel gol tan rápido.

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.

martes, marzo 17, 2009

Se viene, se viene...


El sábado 28 de Marzo a partir de las 19 se festejará una nueva Edición del Día Mundial del Hincha de Huracán. Mientras la Selección Argentina esté enfrentando a Venezuela por las Eliminatorias para Sudáfrica 2010 (el partido se proyectará por pantalla gigante) sucederá un evento único: El Partido del Barrio de la Quema. Consistirá en un encuentro de fútbol femenino entre dos equipos de 100 jugadoras cada uno, llamados Parque Patricios y Pompeya. El partido se jugará a realizarse sobre la Avenida Caseros entre Esteban de Luca y Deán Funes. El terreno de juego tendrá dos arcos gigantes y una enorme pelota inflable.
Quienes quieran inscribirse lo pueden hacer en el Microestadio Faryd Mohamed, de lunes a viernes de 15 a 21. El costo de la inscripción es de 20 pesos. Se entregará un bono y una camiseta a utilizar el día del partido.
También se proyectará el documental "Centenario del Pueblo Quemero".

Invitan:
Subcomisión del Hincha de Huracán:
Web: www.locosporelglobo.com.ar
Mail: subdelhinchahuracan@yahoo.com.ar

QueTal (Quemeros tribuna Alcorta y Luna):
Mail: quemerostribunaalcortayluna@gmail.com

Centro de Gestión y Participación Comunal Nro. 4

lunes, marzo 16, 2009

Ya van 46 fechas sin penales...



A Huracán, desde su regreso a la máxima categoría en 2007, le sancionaron un penal a favor en 63 partidos. Es, en consecuencia, el equipo con menos penales a favor de las últimas dos temporadas. La única infracción dentro del área cobrada para Huracán aconteció en el estadio Ciudad de La Plata, el 25 de noviembre de 2007. Ese día, Sergio Pezzota vio una infracción de Marcos Angeleri a Cristian Sánchez Prette y cobró lo que luego Cristian Cellay transformó en gol y en empate definitivo 1-1. Desde entonces pasaron 46 partidos. Y varias infracciones obvias y/o discutidas que no se sancionaron. Las más memorables fueron: frente a San Martín de San Juan, en Cuyo, por el Clausura 2008; el día que Javier Collado omitió tres penales en el clásico ante San Lorenzo, también en el Clausura 2008; y los últimos dos que generaron el fastidio de Angel Cappa en el vigente torneo: el de Claudio Morel Rodríguez a César González ante Boca, en La Bombonera; y el más reciente a Matías De Federico, contra Newell's.

Más:
El enojo de Cappa, en Clarín.

Araujo, nuestro Cafú



Carlos Araujo nos ganó a todos: llegó entre dudas, confirmó ciertas inquietudes en el Apertura, pero desde la llegada de Angel Cappa se transformó. El ex lateral de Racing y de Newell's es, a esta altura del Clausura, no sólo la revelación del equipo sino uno de los mejores defensores del torneo. Marca de manera aplicada y aparece en ataque a velocidad supersónica y con criterio. Además, en Rosario, hizo uno de los grandes goles de la fecha. Parecía Cafú o Josimar. Pero no. Se trata de Araujo, el que lleva el Globo de Newbery en el pecho. El que el domingo escuchará aplausos como nunca antes desde su llegada a Parque de los Patricios.

Nieto, el Coloso



Federico Nieto, el autor del primer gol ante Newell's, ya lleva tres tantos en seis fechas (fue titular en cinco). No es poco. A ese ritmo cumplirá con una de las necesidades del equipo desde su regreso a la A: un delantero capaz de ofrecer nueve o diez goles por torneo.
Pero no sólo eso: él fue, en 2007, el autor del gol con el que Huracán derrotó 1-0 a Newell's. Así, en aquella oportunidad, el equipo consiguió una victoria con historia: se impuso en el Coloso por primera vez en 17 años.

domingo, marzo 15, 2009

De pie, señores


Clausura, sexta fecha: Newell's 2-Huracán 2. Más allá del punto conseguido en Rosario, Huracán consiguió dos cosas más valiosas: primero, el respeto de todos por la actuación; segundo, el convencimiento de que jugando así en este torneo imprevisible hasta lo más osado puede ser posible. No sólo eso: tal como dijo Angel Cappa, el equipo demostró que se puede jugar bien y ser aguerrido.
Huracán jugó como debe jugar un equipo con ambiciones de campeón: con autoridad, más allá del contorno, sin negociar jamás (ni con un hombre menos) la posibilidad de la victoria. Así, ante este equipo hay que ponerse de pie. Mirar y aplaudir.

El mejor: Mario Bolatti y Carlos Araujo.
El peor: Vacante.

Más:
Huracán se quedó corto, en Clarín.
No pierde el Angel, en Olé.

Así estamos:
En el Clausura.
En los promedios.
El fixture.

viernes, marzo 13, 2009

El diez del Diez


Daniel Montenegro, otra vez convocado a la Selección. Y en esta ocasión con un agregado: Diego Maradona anunció que es uno de los candiatos para llevar la camiseta número diez. Una consecuencia de La Quemita. El diez del Diez. Nada menos.

Más:
Maradona y su diez, en Olé.
La lista, en Clarín.

Clausura, sexta fecha: Newell's-Huracán, en el Parque de la Independencia. Domingo, desde las 17.10.

jueves, marzo 12, 2009

Las lecciones de Cappa


Ahora, en este tiempo de la historia y de los medios de comunicación, en un escenario de tanta estupidez elevada al cubo y de tanto chisme presentado con estatura de algo importante, Ángel Cappa atrapa un micrófono, mira hacia los rostros de cientos de pibes y les explica, paciente y fervoroso, que el fútbol vale la pena, entre otras cosas, porque ayudó a que los oprimidos del mundo tuvieran acceso a la belleza. Ahora, también ahora, Cappa insiste frente a esos chicos y les cuenta que la pelota no es cualquier objeto, sino una identidad y un vínculo de amor y de solidaridad. Ahora, y las veces que haga falta, Cappa les hace a esos jóvenes un comentario que les mueve la cabeza, la conciencia y, seguro, el corazón: "Si me van a preguntar para qué sirve jugar bien, yo les voy a preguntar para qué sirve ser feliz". Felices están los que lo escuchan: aplauden.
No importan todos los vaivenes que tuvo o tendrá Cappa como entrenador de Huracán o de cualquier equipo. No importan cuántos puntos sume o reste porque, al cabo, no es cierto que sumar puntos sea la medida del valor de nadie. Lo importante es que Cappa conversa con alumnos flamantes de la escuela de periodismo DeporTea y pronuncia lo que ya casi no pronuncian los notorios del deporte: que el fútbol es un juego y no un drama, que está hecho para el disfrute colectivo y no para el maltrato de los unos a los otros, que la gente es lo que es por un pasado y por una infancia y que nadie en el pasado y en la infancia se decía "cómo voy a sufrir esta tarde" cuando soñaba un picado con amigos. Que ganar es un objetivo evidente, pero que hay más objetivos que ganar.
Ahora, cuando transcurre otro de sus regresos a la Argentina, Cappa no anda a contramano de la época, sino que la época hace imperar concepciones que andan a contramano del fútbol y de la vida. Quien lo dude puede escucharlo, igual que lo hacen esos muchachos y muchachas a los que las ideas que defiende Cappa les redescubren las magias de la cancha. Ocurre que Cappa es entrenador, pero sobre todo es otra cosa: un portador de verdades viejas pero no envejecidas, verdades heridas pero no olvidadas, verdades que fueron justas y que serán justas siempre. Esos cientos de pibes ya lo saben.

Texto publicado hoy por Ariel Scher, en Clarín.

miércoles, marzo 11, 2009

Tan pobres...

Imágenes: Blog en una baldosa.

En octubre de 2003, cuatro meses después del tercer descenso, Huracán debía enfrentar a Godoy Cruz, en el Ducó. Como en la indumentaria del equipo mendocino predominaba el blanco, el local tenía que recurrir a sus camisetas suplentes. Entonces, sucedió lo insólito: la empresa Signia no proveía de juegos alternativos desde hacía varios meses. En consecuencia, Huracán se vio obligado a salir a la cancha con unas camisetas que ya no se usaban por esos días. Y que ni siquiera eran de la marca que lo vestía en su sexta temporada en el Ascenso (la primera de la tercera etapa). La camiseta en cuestión era una de Adidas, roja con vivos negros, que había sido estrenada en 1996 y siguió usándose hasta el final de la temporada 1998/99. Hubo más: ante Godoy Cruz en utilería tuvieron que tapar el logo de Adidas con cinta adhesiva. Tampoco dio resultado: durante el partido, se despegaron y quedaron desnudas la verdad y la carencia. No fue todo: a modo de colmo de las desprolijidades, los pantalones y las medias pertenecían a Signia.
No se trata de una casualidad. Ese hecho resulta también un testimonio de días difíciles. La era del vaciamiento al club. De grandes transferencias y de dinero volátil.
Aquel 30 de octubre, sin embargo, el grotesco episodio de las camisetas trajo suerte: por la undécima fecha del Apertura de la B Nacional, Huracán ganó 2-0, con goles de Carlos Yaqué y de Silvio Duarte (en contra). De todos modos, la campaña terminó en desencanto: el equipo finalizó noveno en el Apertura (seis victorias, ocho empates, cinco derrotas) y noveno en el Clausura (siete victorias, siete empates y cinco derrotas) y ni siquiera accedió al Reducido. Un dolor, más allá del papelón de la indumentaria.

lunes, marzo 09, 2009

Creer bajo la lluvia


Todos ellos creen. En un torneo en el que todo parece posible para cualquiera, también resulta razonable imaginar que este comienzo tendrá continuidad. Hay buenas ideas y actitud para ejecutarlas. Hay un plantel decidido a ofrecer su mejor versión. Hay jugadores (como el notable Mario Bolatti) para atreverse a protagonizar.
Ya se jugó poco más de un cuarto del Clausura (cinco fechas de 19) y el equipo está a sólo tres puntos de un líder que además juega en la Copa Libertadores (Lanús). Se consiguió la máxima victoria como visitante ante Racing en toda la historia, desde el primer enfrentamiento en 1914. Se consiguieron puntos valiosos que lo ponen a Huracán con garantías de continuidad en la máxima categoría. No es poco. Lo suficiente para creer bajo la lluvia del Ducó en una tarde de sábado.

Actualidad:
Los micros para ir a Rosario, en la Página Oficial.

domingo, marzo 08, 2009

Los dimos vuelta


Por segunda vez en cinco fechas, Huracán dio vuelta un partido. Como en el 4-1 a Racing, en Avellaneda, el equipo de Cappa empezò perdiendo temprano. Pero se recuperó, fue superior y ganó en consecuencia. Esta vez, los goles fueron de Federico Nieto y de Paolo Goltz.

sábado, marzo 07, 2009

Jugar y ganar


Clausura, quinta fecha: Huracán 2-Gimnasia de Jujuy 1. Huracán jugó a jugar, incluso en desventaja y sin desesperaciones. Y a consecuencia de eso, sin abrazos del azar ni beneficios arbitrales, ganó con claridad más allá del resultado exiguo. No es una victoria más: ahora, el descenso y la Promoción parecen situaciones posibles sólo para otros rivales. Incluido el equipo de Omar Labruna, que perdió y parece condenado. Por eso, bajo la llovizna del Ducó, Huracán consiguió algo más que tres puntos: tranquilidad para afrontar objetivos más ambiciosos y confianza para creer que eso es posible.

El mejor: Mario Bolatti.
El peor: Vacante.

Así estamos:
En el Clausura.
En los promedios.
El fixture.

viernes, marzo 06, 2009

De aquella promesa a este rival


Pablo Calandria fue una explosión inicial surgida de La Quemita. De repente, con apenas 16 años llegó a la Primera y era el niño mimado de los seleccionados juveniles. Era una aparición tan vertiginosa que parecía un llamado a la continuidad de los centrodelanteros de elite: Gabriel Batistuta, Hernán Crespo. Debutó en 1999, en un Huracán a la deriva, en la antesala de su segundo descenso. Flaco, rápido, definidor, nueve de alma. Oro en goles.
Desde muy chico lo pretendieron clubes de elite. Estuvo cerca de pasar a River (foto) justo antes de ser transferido --en una oscura negociación-- al Olympique de Marsella. A esa altura, ya había deslumbrado con la camiseta celeste y blanca del Sub 17 y del Sub 20. Previo al Mundial Juvenil de Argentina 2001 tuvo una actuación consagratoria: marcó 5 goles (uno de ellos de taco) en la goleada 7-0 sobre Bolivia.
En breve, comenzó su aventura española: Málaga, Leganés, Sporting Gijón, Hércules y Albacete. Jamás, en ninguno de esos destinos, consiguió corroborar todo aquello que sugería este porteño. En total, en el fútbol ibérico, hizo 40 goles en 186 encuentros.
El año pasado regresó al país: recaló lejos del Campo de Deportes Jorge Newbery, que lo vio formarse. Lo contrató Gimnasia de Jujuy. Y allí anda ahora también. Por eso, mañana será rival de Huracán.
Ahora, a los 26 años, recuerda --consultado por Olé-- los días difíciles en el Huracán de la temporada 98/99: "El equipo descendió y la dirigencia necesitaba la plata para afrontar la B Nacional. Me tocó elegir entre irme a Francia o jugar en el Ascenso, y a todos nos convenía más una venta. Así que nos negociaron a todos: el Rolfi Montenegro que se fue conmigo al Olympique, a Silvera, al Mumo Peralta, a Lucho González... Igual, me quedé con ganas de jugar más tiempo".


Gol de Pablo Calandria a San Lorenzo jugando para Gimnasia de Jujuy, su club actual. De algún modo, un grito quemero.

Clausura, quinta fecha: Huracán-Gimnasia de Jujuy, en el Ducó. Sábado a las 17.10.

jueves, marzo 05, 2009

¿Te imaginás?



Daniel Montenegro en Area 18. Y una confesión que es sueño: la idea de volver a jugar en Huracán con Lucho González; y el deseo de tener a Antonio Mohamed como entrenador. Todos bajo el mismo cielo del Ducó. Y con el Globo de Newbery y las cinco estrellas en el pecho. ¿Te imaginás?

lunes, marzo 02, 2009

La fiesta que no fue


Imágenes de Patria Quemera TV.

Cada visita a La Bombonera tiene, en la previa, una sensación que crece: la de la posibilidad de una cita con la historia. No es para menos: Huracán apenas ganó ocho veces en 79 visitas, desde la victoria inaugural de 1915. No sólo eso: ya son casi tres décadas sin victorias allí ante Boca. Y desde 1992 que el Globo de Newbery no suma ni un punto.
Aquella vez, aquel día tan cercano en la memoria y tan lejano en términos de tiempo, Pedro Damián Monzón, que venía de disputar la final del Mundial dos años antes, jugó a ser un Hulk barrial ante La Doce (se subió las mangas y desafió a todos y a cada uno de los que lo insultaban desde la bandeja media); Enzo Trossero mandó al equipo a jugar y a buscar, también con el cuchillo entre los dientes; Hugo Morales demostró que ya estaba dejando de ser Moralito aunque continuara siendo un pibe; Walter Pelletti fue ese delantero de goles decisivos y pura garra charrúa... Fue 2-2 ante un Boca que en ese mismo torneo sería el campeòn. El empate, además, dejaba a Huracán con expectativos de consagración...
Esta vez, 17 temporadas después, volví con la sensación repetida de cada año: Esta vez sí vamos a ganar, ¿por qué no? Y encima vamos a subirnos a la punta. Creí que la fiesta de la Tercera Bandeja iba a ser la fiesta de un domingo para la historia. Pero no, tampoco esta vez pudo ser. Faltó convertir. Perdimos en la verdad del área. Y la fiesta, en consecuencia, no encontró su espacio en la historia. Y, al cabo, me quedó otra impresión que también habla de nuestros días bravos: aquellos protagonistas de ese domingo de 1992, bajo el sol de La Bombonera, se parecen cada vez más a los superhéroes que alguna vez permitieron alguno de los ocho festejos quemeros al borde del Riachuelo.

El estilista noqueado


Clausura, cuarta fecha: Boca 3-Huracán 1, en La Bombonera. Como si fuera un mandato. Como si alguna maldición de origen incierto permaneciera al borde del Riachuelo. Tampoco esta vez Huracán pudo imponerse en la cancha de Boca, donde sólo ganó en ocho ocasiones en 79 partidos, desde la primera visita en 1915. Esta vez le pasó lo que les suele suceder a los boxeadores estilistas cuando se cruzan con un noqueador de esos a los que hay que golpear ante cada mínimo resquicio que otorgue. Cuando pudo golpear, Huracán no le dio duro a su rival. Despuès, ya era tarde: el noquedor lo habìa sacado del ring.

El mejor: Gastón Esmerado y Mario Bolatti.
El peor: Gastón Beraldi.

Más:
El video de los goles


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domingo, marzo 01, 2009

La posibilidad de un principio

Imágenes del último enfrentamiento ante Boca, en el Apertura 2008. Fue derrota 3-0 en La Paternal. Huracán sumó apenas un punto de los últimos 39 que disputó ante Boca (un empate, el 0-0 del Clausura 2008, y 12 derrotas).

Más allá de que recién se está jugando la cuarta fecha del Clausura, este partido tiene un carácter relevante y afín para ambos equipos: para Boca y para Huracán el encuentro de esta tarde, en la Bombonera, puede marcar rumbos. Para el equipo de Carlos Ischia, defensor del título obtenido en el Apertura, esta cita se parece mucho a una última llamada para recibirse de candidato en el ámbito local. En su defecto, deberá dedicarse en exclusiva a su máximo anhelo, la Copa Libertadores. Para el equipo de Angel Cappa esta visita también ofrece dos posibilidades como consecuencia: la chance enorme de soñar una campaña con rol protagónico o el contacto directo con la necesidad de sumar para permanecer en la máxima categoría sin incomodidades.
Hay datos que sostienen esas situaciones: sólo diez de los treinta y cinco campeones en torneos cortos perdieron más de dos partidos. Y Boca ya cayó en dos de sus tres presentaciones en el certamen.
Ischia ya anunció que se trata de un partido "muy importante" respecto de las posibilidades del equipo en el Clausura. "Es probable que los punteros lleguen a diez puntos en esta fecha y no podemos alejarnos más", dijo el técnico.
Por eso, para esta tarde incluirá desde el inicio a Juan Román Riquelme y Martín Palermo jugará como titular después de la lesión que lo mantuvo fuera del campo de juego durante seis meses. Además, Damián Díaz estará entre los once por primera vez en el torneo local; Claudio Morel Rodríguez regresará como lateral izquierdo; y Pablo Mouche será el socio de Palermo Récord.
Para Huracán el partido ofrece también una oportunidad histórica: lleva casi 29 años sin ganar en la Boca (desde el 4-1 del 5/11/1980) y no suma ni un punto desde 1992. Más: sólo le ganó 8 veces en 78 visitas, desde el primer triunfo en 1915. Ni siquiera lo derrotó en los años 20, cuando ambos fueron los más campeones de esa década y clásicos rivales de la Asociación Argentina. Se trata de una maldición casi centenaria. Pero, más allá de esos detalles, Cappa y sus jugadores dicen que están convencidos para construir un domingo sin olvido...

Texto publicado por el autor del Blog en Clarín.

Clausura, cuarta fecha: Boca-Huracán, en La Bombonera. Hoy a las 19.30.

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