Al fin. Después de tres partidos sin puntos y sin goles, Huracán volvió a gritar, a sumar y a entusiasmarse. Todo en la tarde de la revancha frente al San Martín de Fernando Quiroz. Luciano Varaldo hizo su primer gol en la A en su segundo partido y Cristian Sánchez Prette marcó su primer tanto en el Apertura. Ellos fueron los generadores de esos miles de gritos, de tantos desahogos. De la sensación de que La Quema está en orden. También por ellos nació la certeza de que la autoestima comenzó a reforzarse del mejor de los modos: ganando. Y con un impulsor que vino a dar la cara: Osvaldo Ardiles, el crack de los 70, el técnico de hoy, de estos días difíciles.