viernes, marzo 28, 2008
Inquietudes compartidas
Hoy se conmemora la décima edición del Día Mundial del Hincha de Huracán. Desde aquel mágico y memorable Banderazo del 28 de marzo de 1998, aquel que impulsó a un grupo de pibes a ganar un partido (3-1 a Ferro) tras 131 de padecimientos sin victorias. El siguiente texto, publicado por Pablo Provitilo en el blog El Rincón de los Hinchas, retrata inquietudes propias de muchos hinchas de Huracán y de otros clubes. Se trata, también, de un espacio de crítica y reflexión referido al fútbol argentino. Y de un homenaje al sentimiento auténtico.
Bordeando el estadio de San Lorenzo, riñón del Bajo Flores porteño, conversábamos con un amigo de Huracán. De su pasión por el globo, el barrio chico y su infancia en Pompeya. Es hincha-hincha este amigo pese a la seguidilla de causas que lo alejaron definitivamente del Ducó, las populares visitantes y la televisión paga. "Es todo muy trucho", se quejó. Y remitió a los negocios que salpican al juego. Eso que a muchos nos interpela con frecuencia y no le damos importancia porque necesitamos creer en algo. Para vivir y darle sentido a las cosas.
Mientras intentaba replicar sobre los efectos del despojo televisivo, Fito, mi amigo, me paró en seco. "Pará, pará. No sólo vació a los clubes, también implementó un modo de hacer periodismo nefasto. Hacerles creer a millones de pibes que la vida pasa por ahí, la televisión, la vida fácil, minitas, la casa del jamón y vender alarmas de seguridad y hojitas de afeitar", agregó entre la rabia y la resignación. La caminata siguió en dirección a la cancha auxiliar de San Lorenzo y el tema ya no era Huracán sino el modelo periodístico impuesto por TyC. En algo coincidimos: ese modelo daña al juego y el oficio de muchos colegas que enaltecieron la profesión. Pero este amigo agregó que también es autodestructivo de acuerdo a la competencia feroz que impera en el marco de una lógica feroz.
Las imágenes de esta semana parecieron certificar las conjeturas que Fito, mi amigo, le dispensaba a alguien que no piensa exactamente igual a él pero que acuerda en algo sustantivo. Y, en realidad, es algo que nada tiene de novedoso. No hacía falta comprar el diario deportivo para enterarse del divorcio de los relatores famosos o prender la tevé y advertir el cruce salvaje de dos títeres de la señal poderosa. Esto viene de hace tiempo y por eso no pude contener el escepticismo que, lamentablemente, nos hace ver todos los días, a toda hora, que la maquinaria sigue de pie y sabe abroquelarse con fluidez en los momentos de crisis.
Ya en el final del trayecto, camino a Parque Patricios, la charla fue desensillando todavía más. A muchos como Fito, mi amigo, nos gustaría esa rebelión de los hinchas. Por vías pacíficas y sin desviaciones contraproducentes. Militancia Leprosa -opositora al despótico Eduardo López, presidente de Ñuls- y la gente Racing van aprendiendo en la marcha cuántos intereses están en juego. Y van entendiendo, entre discusiones y el respaldo de afines a la causa, cuan imprescindible es no abortar un movimiento fructífero proyectando a futuro.
Con mesura y sin ver espejismos que hoy no existen, se trata de una tarea paciente que debemos ir construyendo con todos los justos que habitan este país.