lunes, agosto 13, 2007

Punto a punto

Apertura, segunda fecha: Lanús 1-Huracán 1. Lo que sigue es un tramo del comentario publicado por Olé, en su edición del lunes. Un reconocimiento a este Huracán del Turco Mohamed que apuesta a jugar, más allá de circunstancias, escenarios y rivales:
Por Fernando Otero
Huracán conoce el estigma del ascensor, esa secuencia de ascenso y descenso que se le recuerda desde tribunas ajenas. También sabe de estirpes distinguidas, como aquella conquista singular, por número y estilo, de 1973. Lejos de aquel prestigio, pero cerca de la voluntad de aquellos tiempos, este nuevo retorno a la A no lo ha puesto en un cruce de caminos, en el que un recorrido se opone a otro. Ayer dejó en claro que su propósito de permanencia no le marca una supervivencia a costa de un ensayo de buen juego.
En dos semanas, los del Turco Mohamed pasaron por exámenes diversos, de la ciencia aplicada de Arsenal a la fantasía animada de Lanús. En los dos arrancó igual, con desventaja prematura, y en los dos reaccionó de idéntica manera, con empate inmediato y, sobre todo, con un conjunto parado más allá del medio, una línea de tres real —el enunciado mucha veces no se verifica en la cancha— y volantes resueltos a llegar al fondo. Sirve lo de Huracán, porque remite a la confianza renovada a buena parte de la nómina que consiguió el ascenso y al ojo baqueano del técnico para sumar refuerzos con un presupuesto acotado. Aclaración urgente: el Globo no voló a alturas espaciales; es más, Lanús, por oficio conocido, una vez acomodado se movió con fluidez natural. Lo de Huracán resalta por una decisión que sólo fue flexible desde la mitad del segundo tiempo, cuando renegar de un empate parece ingenuidad antes que convicción a ultranza.


El mejor: Hugo Barrientos.
El peor: Walter Coyette.

Más:
El comentario, en Clarín.
El análisis de Mohamed, en Olé.

Así estamos:
En el Apertura
En los promedios
El fixture

El gol del empate para Huracán, luego del 1-0 de Diego Valeri.