viernes, diciembre 11, 2015

Lo que viene...


El dolor todavía habita el ambiente y cada cuerpo quemero. Es lógico: Huracán estuvo a casi nada de ganar su primer título internacional, de sumar la Estrella Catorce. Pero no. No pudo ser: la definición por penales ante Independiente Santa Fe lo dejó vacío, roto, deshecho. No hay reproches en público ni en privado. El mágico impulso internacional de este 2015 terminó con medalla de plata en la Copa Sudamericana, con aplausos, con reconocimiento. Ya pasaron las lágrimas de madrugada en la concentración del hotel Radisson Airport. Ahora, es tiempo de planificar lo que viene, de reconstruir. Se viene un 2016 intenso: otra vez con la Libertadores en el horizonte, con la necesidad de consolidar al Globo de Newbery en Primera como prioridad, con la Copa Argentina como nueva tentación de conquista.

Hay una prioridad: que al rompecabezas que se armó en los últimos tiempos (este plantel que devolvió a Huracán a Primera, que ganó dos títulos, que se transformó en la Bestia Negra de River, que reinstaló al club en el ámbito internacional) no le saquen a sus piezas principales. Ese es el objetivo de Eduardo Domínguez, quien comanda ahora el proyecto. Lo dice, palabras más, palabras menos: encontramos un camino, creemos en él, debemos seguirlo. Por eso, el entrenador ya les manifestó a los dirigentes la prioridad: sostener a este plantel, sobre todo a los once titulares. El escenario no es simple -nunca lo es en Huracán-, pero hay optimismo al respecto.

El panorama arranca con los personajes fundamentales del equipo. El arquero Marcos Díaz tiene contrato hasta diciembre de 2018. "Es nuestro, se va a quedar. Y ojalá podamos tenerlo mucho tiempo. Como dicen los que saben: es el mejor arquero de nuestra historia", le cuenta un dirigente a Clarín. Wanchope Abila -goleador de la Sudamericana- también tiene contrato por tres años más. Su cláusula de rescisión es de cinco millones de dólares. La idea de la conducción es hacer un nuevo contrato, aumentarle los ingresos al futbolista y esa cláusula. Al nueve lo quieren desde el fútbol brasileño. Cristian Espinoza -la joya de La Quemita; líder en asistencias en la Sudamericana- también tiene vínculo con el club hasta el fin de 2018. Hubo una oferta del Villarreal. Fue insuficiente. Seguirá, a menos que desde Europa (trascendió un interés del Arsenal) ofrezcan una cifra capaz de conmover.

Hay otros dos titulares con contrato vigente. José San Román tiene contrato hasta junio de 2016. La idea de los dirigentes y del cuerpo técnico es que extienda el vínculo. Mauro Bogado -pieza clave para Domínguez- firmó a préstamo por dos años (finalizará en junio de 2017).

Pero hay varios casos por resolver de futbolistas cuyo contrato vence a fin de año. Los dirigentes pretenden acordar con todos los que juegan de titulares sin condicionar el patrimonio de un club que acaba de levantar el traumático concurso preventivo (la victoria institucional del año y de varias décadas). A Hugo Nervo -el capitán- le quieren comprar el 50 % del pase, a Federico Mancinelli le quieren hacer un contrato de modo tal de que se retire en el club, Federico Vismara es prioridad, Patricio Toranzo es un emblema del que no se quieren despojar "nunca". También quieren negociar la continuidad de Luciano Balbi. ¿Y Rolfi Montenegro? El presidente Nadur quiere tenerlo; cuentan que hay ofertas del mundo árabe.

En cuanto al resto de los futbolistas hay algunas certezas y varias dudas. Entre los que alternan: se sabe que Lucas Villarruel (contrato hasta 2018) y Ezequiel Miralles (préstamo vigente) estarán en 2016 en el club. David Distéfano y Santiago Echeverría cuenta con el visto bueno del cuerpo técnico. Se analizarán sus casos. También hay varios que -parece a esta altura- no continuarán: Carlos Arano, Iván Moreno y Fabianesi, Agustín Torassa, Iván Borghello, Agustín Gil Clarotti, Germán Mandarino, Nicolás Bruna, Guillermo Sotelo, entre otros..

¿Y los refuerzos? "De calidad y sólo de acuerdo a necesidades específicas", dice el presidente Nadur. Suenan algunos nombres, al margen de esa definición: Nahuel Zárate y Claudio Pérez, ambos pertenecientes a Boca. Se verá. Cuando pase el dolor...

Texto publicado por el fundador del Blog en Clarín.