viernes, octubre 02, 2015

Un equipo muy bien diez

Eduardo Domínguez ya dirigió sus primeros diez partidos. El invicto continúa y el objetivo de ir tras de la Sudamericana, también...

Huracán parece empecinado en repetir ciclos. Su último año es un sorprendente recorrido a pura adrenalina entre infiernos y paraísos. El primer día de noviembre del año pasado, tras perder de local contra Sportivo Belgrano de San Francisco (0-3, en el Palacio Ducó, con escándalo incluido), quedó último en el Nacional, casi sin chances de ascenso. Un mes después, volvía a Primera y levantaba la Copa Argentina, su primer título luego de 41 años. Algo parecido le sucedió en el último abril: cuatro días después de perder frente a Mineros -rozando el papelón- y de quedarse afuera de la Libertadores, le ganó la final de la Supercopa a River (1-0, en San Juan) y sumó la Estrella 13. Vertiginoso e indescifrable.

Ahora, está sucediendo algo parecido: luego del insólito 0-3 frente a Nueva Chicago, se quedó sin técnico, tras la partida de Néstor Apuzzo. Entonces, Eduardo Domínguez dejó de ser el capitán y pasó a ser el entrenador. Y, otra vez, el milagro de la resurrección en tiempo récord: diez partidos después, aquel equipo que no podía caminar sin tropezar es motivo de entusiasmo y de aplausos. Huracán está invicto en este nuevo y breve ciclo. Cuatro victorias, seis empates, seis encuentros con el arco en cero. Incluidos el triunfo que bajó a San Lorenzo de la punta y esta clasificación a los cuartos de final de la Sudamericana, frente a Sport Recife. Sí, el mismo plantel que todavía tiene que mirar la tabla de los promedios está en el top 8 de la competición continental. En definitiva, en diez partidos, un equipo muy bien diez.

La gente se lo reconoció en el estadio, cuando el miércoles se hacía jueves. Hubo un “ole, ole, ole” unánime luego del tercer gol, aplauso teatral ya cerca del final y una ovación en la despedida del equipo. “La actuación fue muy buena. Y creo que por eso la gente nos despidió de esa manera. Si seguimos jugando así, será lógico que se repitan ese tipo de respuestas del hincha”, explicó Domínguez. Siempre cauto, incluso sobre el futuro: “Recién estamos en cuartos de final. Y ahora no podemos pensar en otra cosa que en el partido del domingo contra Newell’s”. Lo sabe: Huracán necesita garantizarse la permanencia antes de imaginar horizontes continentales. El escenario: le lleva 9 puntos a Chicago y 12 a Crucero del Norte. Quedan 4 fechas.

De todos modos, en la sede de la Avenida Caseros son muchos los que ya imaginan rivales en las siguientes rondas y hasta eventuales viajes. El entusiasmo crece. La Sudamericana, de repente, se estableció como prioridad en la vida de este Huracán que parece capaz de cualquier cosa. De derrotas absurdas y de consagraciones históricas. Más capítulos esperan...

Texto publicado por el fundador del Blog, en Clarín.