viernes, noviembre 27, 2015

Gritos del alma


Por Ricardo Sapia
¡A la finaaaaaaaaaaaal!, Dios, bendito. Dios de mi existencia. Me moría si no so lograba el pase. No, por lo que más quieras no me martirices, mi corazón fue y es una bomba de tiempo a punto de explotar. Y se desbordó nomás. Es pura pasión y adrenalina. Es la historia que estamos escribiendo. Vamos por un trofeo internacional. Por la gloria, más que ésta que ya conseguimos y que es el súmmum de lo posible. Claro que tuvo vaivenes esta gesta. Disfrute y delirio. Nervios y apretar los dientes. Imposible todo color de rosa. Pero que sea así, no me importa un carajo. A Colombia. A Bogotá. Allá iremos con la luz de la esperanza. A definir esta mágica sensación de caminar por el espacio. Qué te vas a ir a dormir. Salí y abrazate. Vivilo a pleno. Quedan dos pasos para que la historia sea completa. Nos van a tener que sacar con los pies para adelante. Obligados a dejar la piel. Como la dejó el Quemero en el cemento del Ducó. Inolvidable grito del alma.

Huracán, sos lo mejor que nos pasó en la vida.

Texto publicado en el diario Olé.