jueves, agosto 21, 2008

Un triunfo para resistir

Claudio García fue uno de los principales referentes de Huracán en la década del 80. En total, incluyendo su breve paso por el Nacional B 86/87, hizo 49 goles en 255 encuentros. Fue figura, más allá del descenso, del equipo de la campaña 85/86. Lo vivió con un dolor doble: como jugador y como hincha, como cada auténtico quemero.

Apertura 2008, tercera fecha: Gimnasia La Plata-Huracán. Lo que sigue lo voy a contar a título personal. Porque la condición de quemero se construye en momentos como el que sigue:
El maldito promedio nos tenía mal y preocupados. Era el verano de 1986. Hacía calor en mi casa de Núñez, sobre la calle Campos Salles, a un par de cuadras de Libertador. Me acuerdo como si fuera hoy. Tenía diez años. En vez de escuchar el partido en el equipo de musica de mi hermano Alejandro, opté --a modo de cábala-- por seguirlo a través de la Noblex Carina de mi viejo. Viví todos aquellos días bravos con muchísima intensidad, quizá como nunca antes y nunca después. Había ido al 3-0 contra Racing de Cordoba, en la reanudación del campeonato. Sufrí la derrota categórica contra Newell's (0-4, en el Parque de la Independencia) desde Buenos Aires. Y en la semana anterior habíamos empatado contra Vélez (0-0 en el Ducó).
No era fácil: Huracán no ganaba frente a Gimnasia en La Plata desde 1973. Pero sí muy imporatante para descontarles puntos a Platense y Temperley y mantener la ventaja con Chacarita, los tres rivales directos en la lucha por la permanencia: a la tarde, Platense había igualado con Ferro (1-1 en Caballito), Boca había vencido a Temperley (1-0 en La Bombonera) e Independiente había derrotado a Chacarita (2-0 en San Martín).
Recuerdo que fue un partido luchado, que el Chacho Cabrera y el arquero Carlos Gay fueron los mejores de la cancha. Que los últimos minutos, a partir del descuento de Pedrazzi, fueron un suplicio con sensación de interminable. Pero se ganó. Se sumaron dos puntos que aún permitían imaginar un horizonte de Primera.
Huracán, entonces dirigido por Pedro Dellacha, formó ese 9 de febrero de 1986 con: Gay; López Turitich, Beltrán (fue expulsado sobre la hora), Papa, Córdoba; Labaroni, Claudio Cabrera, Jorge Vázquez, Herrero (luego Messina); José Iglesias (Torino) y Claudio García. Héctor Herrero, a los 6 minutos del primer tiempo, y el Toti Iglesias, a 12 minutos del final del partido, hicieron los goles quemeros. Ellos fueron los protagonistas de la única victoria de Huracán como visitante de Gimnasia en los últimos 35 años.

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Los antecedentes, en el Blog.