César González, mediocampista. A los 25 años, ya es un habitué del seleccionado de su país, la sorprendente Vinotinto. Este mediocampista nacido en la ciudad de Maturín, que ofrece buen manejo y eficiente pegada con su pie izquierdo, llega desde Colón, donde en la última temporada hizo tres goles en 22 encuentros. Antes había jugado en tres equipos de Venezuela (Monagas, Atlético Huila y Caracas, con el que se consagró bicampeón de la Liga) y en uno de Colombia (Deportivo Cali). Muchos le adjudican cierta inconstancia a su juego. Sin embargo, en su país todos los conocen como El Maestrico. Y ese apodo no es para cualquiera.
Hernán Barcos, delantero. Su altura (1,88) representa, cuanto menos, una sensación: es importante en el juego aéreo. ¿Será una suerte de Federico Nieto? Al margen de ese detalle, sus antecedentes son dispares. Hizo las inferiores y debutó en la Primera de Racing, pero actuó en apenas tres encuentros durante la temporada 2003/04. En la campaña siguiente se fue a Guaraní, de Asunción: tuvo continuidad e hizo 9 tantos en 40 encuentros. Enseguida, para la 2006/07, se fue al Olmedo, de Riobamba, y fue una sensación: con él como revelación y goleador (hizo 22 en 43 encuentros) el equipo se clasificó por primera vez a la Copa Sudamericana, tras ganar la Primera Fase del Campeonato Nacional. Eso llamó la atención de un equipo de Europa: lo contrató el Estrella Roja, de Belgrado, el campeón de Europa y de la Intercontinental en 1991. Como el equipo serbio había sido campeón de la Liga y de la Copa, disputó la Champions League 2007/08. Y Barcos se dio el gusto de disputar tres de los cuatro partidos que jugó el ahora subcampeón invicto de la Liga Serbia (conocida como Meridian Superliga). Tiene 24 años y llega con ganas de tener su preciosa revancha en el fútbol argentino.
Fernando Pagés, delantero. Su llegada resulta un despropósito, al menos en apariencia: se trata de la contratación de un delantero que convirtió apenas siete goles en sus 92 partidos en distintos equipos del Ascenso (Argentino de Quilmes, Los Andes y Tristán Suárez). Mientras, en la Reserva se destacan Gino Clara y Luciano Nieto, dos jóvenes que, además de hacer goles, son patrimonio del club.
Lucas Calviño, arquero. Poco se sabe de él y casi ni se le conoce la cara. Tiene 23 años y llega como tercer arquero. Atajó en Gimnasia de Mendoza, San Miguel y Almagro. Pero estuvo más sentado en el banco que bajos los tres palos. Mide 1,85.