sábado, febrero 23, 2008

Silencio: estamos soñando


Clausura, tercera fecha: Tigre 1-Huracán 2. Sépanlo todos: tengo ganas de soñar con que el año del centenario puede ser el del obsequio de un presunto imposible. Sí, quiero soñar con todo. Con el título. Con la gloria inmensa de venir de la B y ser campeón, como sólo pudo hacerlo Rosario Central en la temporada 86/87. Sí, hagan silencio, estoy soñando. Estamos soñando...
Pero no se trata sólo de una voluntad. Podemos agregar estos cinco detalles a modo de sostén de esta pretensión:
1) El equipo es el que más transmite en no menos de los últimos 20 años. Mete, quiere, busca, da lucha. Salvo pequeñas grietas anímicas en algún partido (como contra Arsenal en este Clausura o frente a Olimpo, en el Apertura), Huracán demuestra tener una condición indispensable: mística.
2) Hay hambre. Y se percibe sobre todo ante la dificultad y después de partidos flojos.
3) Defensivamente el equipo es un bloque sólido. Más allá de errores individuales.
4) A pesar de jugar con diez (por la presencia ya inaceptable de Franco Mendoza) el equipo está en zona de Copas.
5) De local, se hace fortísimo. Ya sea en La Paternal o en el Ducó.

El mejor: Andrés Franzoia.
El peor: Franco Mendoza.

Más:
El comentario, en Clarín.
La actuación de Franzoia, en Olé.
El contexto de un triunfo notable, en Olé.

Así estamos:
En el Clausura
En los promedios
El fixture