lunes, noviembre 05, 2007

Chipi, el dueño del show


Hubo un mérito de Osvaldo Ardiles en el perfecto show del Chipi Barijho: confió. Tuvo la intuición de los tipos que entienden de clásicos. Lo puso cuando el partido estaba 1-1 y se comenzaba a deshacer en una modorra. Y entró él, tan rechazado por los hinchas de San Lorenzo. Y jugó como se juegan los clásicos. Con picardía, con constancia, con el corazón caliente y la cabeza fría. Fue el dueño de la escena en cada uno de los treinta y pico de minutos que estuvo en el campo de juego. El Nuevo Gasómetro fue de él. Tiró un sombrero impecable, generó la expulsión de Diego Rivero y casi hace un gol de cabeza. Escuchó orgulloso los insultos ajenos. Levantó los brazos hacia la tribuna quemera y festiva. Se fue feliz. Abrazado a todos y sin provocaciones a rivales. El final del partido lo había tenido de principal protagonista.

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