domingo, octubre 21, 2007

Un triunfo, un técnico, un equipo


Apertura, decimocuarta fecha: Huracán 3-Newell's 1, en Vélez. El triunfo imprescindible sirvió no sólo para acrecentar el promedio y para consolidar la posición de Huracán lejos de la zona traumática de la tabla de descensos. Sobre todas las cosas fue útil para demostrar que el entrenador no tiene caprichos y que desde el banco se pueden ganar partidos. Los dos cambios del entretiempo (ingresaron Leandro Díaz y Andrés Franzoia por Walter Coyette y Federico Nieto) marcaron un nuevo rumbo en el desarrollo, que en el primer tiempo había sido favorable al equipo rosarino. Con estos ingresos, Huracán mejoró notablemente. Y resulta, además, un buen indicador de cara al partido más esperado: el clásico contra San Lorenzo, el 4 de noviembre, en el Nuevo Gasómetro.
Hubo otra actuación para tranquilizar: a pesar de que la defensa no tuvo un gran partido frente a la velocidad de los atacantes de Newell's, Marcelo Barovero fue una garantía de seguridad. Sólo de penal pudieron derrotarlo. Antes y después, elasticidad mediante, resultó inexpugnable.
Así, de a poco, más allá de los altibajos, Huracán está encontrando el equipo. Y, mientras tanto, sigue sumando. Lo suficiente como para no mirar la tabla de los promedios por algunas semanas. Y para comprobar que la punta, si no fuera por puntos perdidos de modo discutible (el 1-1 ante Arsenal, el 0-0 frente a Tigre y el 2-2 contra Colón son los mejores ejemplos al respecto), sería un horizonte más cercano. Huracán quedó, ahora, a 8 puntos del líder Lanús, con 15 puntos en disputa.
Por todo esto, es bueno llegar así al clásico. La autoestima elevada es siempre un incentivo para su poseedor. Y ese es el caso de Huracán.

El mejor: Andrés Franzoia y Marcelo Barovero.
El peor: Walter Coyette.

Más:
El día Osvaldo, en Olé.
Mendoza, el hincha y el clásico, en Olé.
La tarde de Barovero, en Olé.

Así estamos:
En el Apertura
En los promedios
El fixture