Escuchó silbidos y rechazos en buena parte del Apertura. Había sido importante en el tramo decisivo de la B Nacional. Pero no estaba jugando bien en este inicio. Incluso muchos de los hinchas reclamaban desde hace no menos de tres partidos que no jugara más. Ante Banfield tampoco había arrancado bien, como mediocampista por la izquierda. Pero en el segundo tiempo, Walter Coyette transformó todo el escenario: aplausos por silbidos, desahogos por ansiedades, gritos por murmullos, felicidades por angustias... Todo por este gol a los 21 minutos del complemento, que valió tres puntos y mucha calma. Sí, Coyette lo hizo...