lunes, julio 07, 2008

En el laberinto del fútbol

Cesc Fabregas, con la camiseta del Arsenal inglés. Rival de Leandro Díaz y de Ariel Colzera, en el Mundial Sub 17 de Finlandia 2003, hoy ídolo en una constelación de estrellas.

Muchas veces, el fútbol se parece a un laberinto. Hace cinco años, en la semifinal del Mundial Sub 17 de Finlandia, Argentina enfrentaba a España. En el equipo que dirigía Hugo Tocalli, Leandro Díaz era uno de los dos mediocampistas centrales titulares (el otro era Lucas Biglia, hoy en el Anderlecht, de Bélgica; y el suplente era Fernando Gago, reciente campeón de la Liga de España con el Real Madrid) y Ariel Colzera usaba la camiseta nueve de goleador. Enfrente, con el número 17, estaba un tal Cesc Fabregas, hoy crack universal, ídolo del Arsenal y campeón de la Eurocopa con España.
Aquel 27 de agosto de 2003, Argentina ganaba 2-0 a los 31 minutos, con tantos de Biglia y de Ezequiel Garay (ahora perteneciente al Real Madrid). Pero España lo igualó con furia en el inicio del segundo tiempo: a los tres descontó Fabregas (entonces futbolista del Barcelona) y a los ocho empató Jurado.
Tuvieron que ir al alargue para conocer al equipo finalista, que debía enfrentar a Brasil. Y en el penúltimo minuto, otra vez Fabregas hizo feliz al equipo de Juan Santiesteban.
Argentina, con Díaz y Colzera de titulares, había llegado a tal instancia con paso firme, con cuatro victorias y sin goles en contra: 2-0 ante Australia en el debut (Colzera convirtió el segundo gol); y completó la primera rueda con un 2-0 contra Costa Rica y un 1-0 frente a Nigeria, siempre candidato en juveniles. En los cuartos de final se cruzó México. Y Argentina se impuso 2-0. Luego llegó el turno de la semifinal del pequeño gigante Fabregas...
Lo que siguió fue una alegría dosificada para Argentina (victoria por penales ante Colombia, por el tercer puesto) y una tristeza enorme para España (derrota 1-0 contra Brasil, en la final).
Ya más tarde, en pleno laberinto, mientras Fabregas levantaba la Eurocopa contra Alemania, Díaz y Colzera se juntaron bajo el cielo de Parque de los Patricios.