lunes, marzo 02, 2009

La fiesta que no fue


Imágenes de Patria Quemera TV.

Cada visita a La Bombonera tiene, en la previa, una sensación que crece: la de la posibilidad de una cita con la historia. No es para menos: Huracán apenas ganó ocho veces en 79 visitas, desde la victoria inaugural de 1915. No sólo eso: ya son casi tres décadas sin victorias allí ante Boca. Y desde 1992 que el Globo de Newbery no suma ni un punto.
Aquella vez, aquel día tan cercano en la memoria y tan lejano en términos de tiempo, Pedro Damián Monzón, que venía de disputar la final del Mundial dos años antes, jugó a ser un Hulk barrial ante La Doce (se subió las mangas y desafió a todos y a cada uno de los que lo insultaban desde la bandeja media); Enzo Trossero mandó al equipo a jugar y a buscar, también con el cuchillo entre los dientes; Hugo Morales demostró que ya estaba dejando de ser Moralito aunque continuara siendo un pibe; Walter Pelletti fue ese delantero de goles decisivos y pura garra charrúa... Fue 2-2 ante un Boca que en ese mismo torneo sería el campeòn. El empate, además, dejaba a Huracán con expectativos de consagración...
Esta vez, 17 temporadas después, volví con la sensación repetida de cada año: Esta vez sí vamos a ganar, ¿por qué no? Y encima vamos a subirnos a la punta. Creí que la fiesta de la Tercera Bandeja iba a ser la fiesta de un domingo para la historia. Pero no, tampoco esta vez pudo ser. Faltó convertir. Perdimos en la verdad del área. Y la fiesta, en consecuencia, no encontró su espacio en la historia. Y, al cabo, me quedó otra impresión que también habla de nuestros días bravos: aquellos protagonistas de ese domingo de 1992, bajo el sol de La Bombonera, se parecen cada vez más a los superhéroes que alguna vez permitieron alguno de los ocho festejos quemeros al borde del Riachuelo.