Mario Bolatti llegó a Parque de los Patricios porque no lo tuvieron en cuenta en Portugal y porque algunos clubes argentinos dudaron de su presente. Se decidió por Huracán, impulsado por Lucho González, su ex compañero en el Porto. Y desde su llegada hay un equipo que juega a lo que él juega: un fútbol sencillo, de dos toques, sin falsos lujos, elegante, en el que el coraje no está reñido con el pase fino. Eso se llama contagio.
Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.