viernes, mayo 02, 2008

Una cosa que empieza con A


Clausura, decimotercera fecha: Huracán 1-Gimnasia de Jujuy 0, en el Diego Maradona. La victoria --mínima, con juego escaso, con sufrimiento-- tiene el valor de una garantía de Primera. Con 47 puntos, Huracán alcanzó un promedio de 1,468. Y en el peor de los casos (seis derrotas en las últimas seis fechas) su promedio será de 1,236. Desde que se instaló el sistema de dos descensos y dos Promociones (en la temporada 1999/2000), sólo un equipo con un promedio igual o superior se vio obligado a jugar la reválida con equipos de la B Nacional: fue Lanús, que en la campaña 2001/02 terminó con 1,245 y debió enfrentar a Huracán de Tres Arroyos para mantenerse en la máxima categoría (ganó 2-1 de visitante y empató 1-1 de local). Por eso, salvo una catástrofe matemática y futbolística, Huracán jugará en la A en el día del Centenario Quemero (el 1o. de noviembre).
Pero no sólo por ese pequeño gran detalle numèrico fue valioso el triunfo ante Gimnasia de Jujuy. También tiene otros aspectos destacados:

1) Es un modo de fortalecer la idea de imbatibilidad del Globo de La Paternal: en diez partidos que Huracán hizo como local en Juan Agustín García y Boyacá, ganó siete encuentros (dos en la B Nacional) y empatò tres (el 0-0 contra Boca, por ejemplo, significò el primer punto desde 1997). Es un dato significativo: según ya lo anticipó el presidente, Carlos Babington, el primer Clásico del Centenario será en ese escenario, allí donde San Lorenzo ya perdió contra Argentinos en este torneo.
2) La Copa Sudamericana no parece un objetivo imposible: Huracán quedó a un punto (con un partido más) de Independiente, el último entre los que se están clasificando.
3) A esta altura del Apertura, el equipo (entonces dirigido por Osvaldo Ardiles) tenía un puntos menos (luego de cuatro victorias, cuatro empates y cinco derrotas).

Es cierto, no se jugó bien contra Gimnasia de Jujuy. Pero del mismo modo es real que, en tiempos no tan lejanos, estos partidos se perdían o se terminaban empatando sobre la hora. Ahora, más allá de la carencia de brillo, este bravo Huracán gana, suma y es de Primera. Y eso no es poco. Para nada.

El mejor: Eduardo Domínguez y Omar Zarif.
El peor: Alan Sánchez.

Más:
El comentario, en Clarin.com.

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El fixture