Cuando Lanús jugaba en Primera C, entre 1979 y 1981 (foto). Hoy aquel presente parece una mentira. Su crecimiento es también un mensaje para la conducción de Huracán.
Lanús acaba de salir campeón del Apertura 2007. No se trata de una casualidad. Es una consecuencia de un trabajo metódico, de largo plazo. Y resulta también un mensaje para clubes como Huracán. El título de Lanús nos dice esto:
1) En 1980, el equipo jugaba sin éxito en la Primera C, tenía un juicio contra la AFA y menos de 5.000 socios. Desde allí, desde ese lugar que ahora parece remoto, Lanús se reconstruyó a sí mismo. "En esa época, para ser dirigente de Lanús, había que ser un héroe", dice ahora Nicolás Russo, integrante de la conducción del club desde 1992. Eso necesita Huracán hoy, héroes.
2) Publicado en Clarín: Ricardo Demagistris jugó como defensor en Lanús durante días complicados, entre 1984 y 1989. Hoy cuenta: "La prioridad en esa época era institucional más que futbolística. El club estaba saliendo de una situación que lo tenía casi con la bandera de remate. Pero igual los dirigentes siempre cumplían y nos tenían al día". Ese pasado parece hoy incluso más lejano que los 20 años que marca el calendario. Y en eso de los cumplimientos de los contratos hay un ejemplo emblemático: en 1991 Miguel Angel Russo se fue al descenso, al año siguiente devolvió al equipo a Primera y en 1993 peleó por el título en la A. Ordenarse en lo institucional debe ser priotario.
3) Hay razones, claro, detrás de este crecimiento y de este título: cuentas claras, austeridad, inversión en inferiores, crecimiento institucional/social, transferencias apropiadas de futbolistas. Tomar nota, Huracán: No desesperarse en vender para subsistir; al contrario, vender y capitalizarse para reinvertir y crecer.