El grito nació unánime desde cada rincón del Diego Maradona: "Ardiles no se va / Ardiles no se va". La gente de Huracán le rendía tributo al entrenador, tras la goleada frente a Racing. Y, sobre todo, le dejaba un mensaje inequívoco a la conducción del club.
Señores dirigentes & Estimado Carlos Babington:
Es el tiempo de no repetir errores. Es el tiempo de sembrar, de creer en el largo plazo, de dar libertades a quienes tienen capacidades, de cumplir con ellos y con todos, de utilizar la imaginación, de mirar más allá del plazo inmediato, de afrontar la realidad del espejo y de modificarla, de unirse (como hicieron, en los días difíciles, en Vélez y en Lanús), de pensar en lo colectivo, de fomentar las inferiores (como también pretende el impecable Ossie), de no dejarse devorar por las urgencias, de tener la humildad que necesita la grandeza, de animarse a la autocrítica...