Pero hay más. No sólo en números y en victorias se define este presente. También en repercusión y en ambiente. Tras el partido en Perú Huracán se convirtió en un fenómeno en las redes sociales. Eran tendencia en la Argentina siete de los diez hashtags vinculados a la goleada (Huracán, Romero Gamarra, Toranzo, Wanchope, Globo, Abila, Ducó). Y #Huracán también estaba en el top 10 mundial de tendencias.
Otra escena cuenta el momento: ayer, en las ventanillas del Palacio Ducó, ya había cola para adquirir entradas para el encuentro del martes, la revancha frente a Alianza Lima. Era el expendio para no socios (a 150 pesos la Popular y entre 300 y 400 las Plateas). Mañana, de 11 a 19, podrán comprar sus localidades los socios. Un poco más baratas, eso sí (la Popular, 110 pesos).
Pero hay más. Los Barrios del Sur también parecen vestidos para la ocasión. Las nuevas remeras de la empresa TBS lucen las estrellas y el recuerdo que todavía late de tantos partidos decisivos recientes. Los hinchas las exhiben con orgullos y con sonrisas. En la sede, cuentan quienes allí trabajan, tendrán que contratar más empleados o voluntarios para la oficina de socios. La demanda crece con las victorias.
También allí, un ex jugador que pertenece a la Mutual de Veteranos cuenta una verdad que todos creen en secreto: “Si Bianchi tenía el Celular de Dios, el Gordo (Apuzzo) ahora tiene el Whatsapp”. La ocurrencia se repite por la Avenida Caseros. Enfrente, en el Parque, hasta el monumento a Ringo Bonavena sonríe, feliz.
Texto publicado por el fundador del Blog, en Clarín.