domingo, septiembre 13, 2015

Un tal VisMaradona



En Córdoba, cuando jugaba en Instituto lo llamaban con un apodo que era un elogio inequívoco: VisMaradona. A la distancia, parecía una exageración. Ahora, en el Palacio Ducó, muchos comienzan a comprender que aquello no era un chiste cordobés. En el clásico, fue la figura de la cancha.