miércoles, febrero 23, 2011

El Club de las Cosas Raras


Suceden cosas raras en Huracán. No es nueva la cuestión, pero cada vez el asombro es más grande. El último lustro resulta una sucesión de desmentidas a su condición de Rey de los Años 20 y a tantos días felices posteriores hasta aquel descenso de 1986 que interrumpió 72 temporadas consecutivas en la máxima categoría del fútbol argentino. Brotan ejemplos desde aquella vergüenza de mayo de 2005 cuando Huracán tuvo que pedirles prestadas camisetas a sus hinchas para enfrentar a Sarmiento de Junín porque no había juego alternativo hasta estos oscuros balances presentados de manera tardía. Hay un rasgo central que muchísimo tiene que ver con su pésimo andar económico: Huracán vende sus futbolistas a precio de saldo e incluso transfiere porcentaje de juveniles que aún no llegaron a debutar en Primera.
El caso de Joaquín Larrivey -goleador en el último ascenso a la A- es emblemático: el juzgado en el que se encuentra el expediente del concurso de acreedores del club -a cargo de Eduardo Malde- desaconsejó la transferencia del delantero en agosto de 2007 a consecuencia de que el monto era escaso. El magistrado sostuvo en su resolución que si el jugador se hubiera mostrado en Primera División, ello habría significado “por sí solo... una mayor cotización y mejores ingresos para la entidad”. Al club ingresaban en aquella situación, apenas 800 mil dólares, de los cuales 720 mil ya habían sido comprometidos a consecuencia de diversas deudas.
Pero hubo más días absurdos: a Cristian Cellay le negaron hasta la ropa para entrenarse por no acordar su contrato; Matías Defederico llegó a la A cuando ya se había vendido un porcentaje de sus derechos económicos; por Javier Pastore nadie del club se animó a comprarle un porcentaje del pase que después valió varios millones; se contrajeron préstamos sin opción de compra... Todo con una lógica: se pensó siempre en tapar agujeros y jamás en capitalizar al club en días difíciles. Es más grave aún: se desaprovechó una oportunidad valiosa en el ciclo Cappa, cuando al amparo de Mario Bolatti y Pastore comenzaban a aparecer jóvenes nacidos en el club. En simultáneo, Gabriel Rinaldi hacía un excelente trabajo en inferiores (título con la Sexta incluido). En enero, lo empujaron a retirarse. Detalles del Club de las Cosas Raras ...

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.