viernes, junio 26, 2009

Como una película...


El siguiente texto fue publicado por "Magalí" en el foro de Patria Quemera. Merece ser compartido:

Las mujeres crecemos viendo películas románticas. Un galán, un conflicto, un adversario, un amor. Se nos caen las lágrimas a rolete, cuando el amor no es correspondido, cuando se concreta, cuando muere uno de los protagonistas, cuando se escapan de los líos, cuando triunfan los malos, cuando triunfan los buenos... Resumiendo, lloramos por todo. Y los hombres nos miran, a veces tentados, y tiran el : "me podés decir por qué estás llorando? es una pelicuuuula!!!!"
Insensibles!!!, pensamos. ¿¿Cómo pueden aguantarse las lágrimas cuando muere jack en titanic?? ¿¿Cómo no se emocionan con shakespeare apasionado??...
Y sin embargo, pasa algo raro. Hay un día en que las emociones de los hombres se mezclan. Ni Simba estaba tan abatido con la muerte de Mufasa, como mi hermano esa vez que perdimos con San Juan. La única vez que vi a mi otro hermano tan contento como en el 4-0 a River, fue cuando se compró el auto a los 21.
Ustedes ven la cara de un hombre cuando grita Gol? Cuando un jugador de su equipo tira un caño? Cuando se viene una contra, y el rival tiene dos defensores? Cuando el referí pita el final en un partido ajustado?. Haría de la enemiga de Bruce Willis en Duro de Matar, antes que cambiarle el canal a un quemero cuando pasan los goles del globo en Fútbol de Primera. 11 protagonistas. 1 Director. Y que empiece el rodaje...
El que te pega, el que se enoja, el que comete una injusticia, el que inclina la historia, el que te guiña el ojo y te deja seguir...
El que te abraza, el que festeja tus logros, el que te sigue de toda la vida, el que te da la pelota y te dice Hacelo...
El que sufre por vos, el que no te da bola, el que estás ahí y no te ve...
El que insiste, el que fracasa, el que mete y mete...
El que se ríe, el que te ignora, el sorprendido, el que te esperó siempre...
El que te odia, el que te ama, el que es amigo, el que es compinche...
El que habla mal de vos, el soberbio, el inocente, el joven...
El experimentado, el creido, el pibe de barrio, el idealista...
El que te quiere arruinar la fiesta, el momento justo...
El que te cambia, el que te hace mejor, el que te enseña a bailar...
El que confia en vos, el arrepentido, el que vuelve por vos...
El que te adula, el que te miente, el que te tiene fe, el que encontrás después de mucho tiempo...
Arbitros. DT. Rival. Pelota. Red. Equipo. Jueces de linea. Hinchadas. Una pasión. Un perdedor, un ganador, o negocio.
Cada club tiene una historia, como cada hincha. Y ya sea por herencia, casualidad, llevados por un amigo, llevados por algun ex o actual, para conocer, por el barrio o porque nacimos así... terminamos siendo de Huracán. Terminamos siendo parte de una historia, y en nuestra historia, Huracán terminó siendo parte nuestra.
Huracán supo ser un drama, un policial, una comedia, y hoy está vestida de suspenso... Pero más allá de esas cuotas adicionales, Huracán va a ser siempre una historia de amor. ¿Cómo te emocionás con algo actuado, después de vivir una realidad así?
Si no entendés como un hombre no llora con Titanic, no lo mires mal.
Mirá fútbol.

Actualidad:
Una goleada para confiar, en Clarín.