miércoles, junio 11, 2008

Elijo creer


Estoy convencido de algo de lo que casi nadie está convencido: de que Huracán fue al frente contra Racing. Estuve en la cancha, vi el partido, miré luego por televisión las repeticiones y los resúmenes. Insisto: no tengo dudas.
Le creo cada una de las palabras a Claudio Ubeda. Sí, le creo. El, como yo, como cada quemero, quería ganar.
Le creo a Angel Puertas, aunque jugó mal (porque también es posible jugar mal).
Le creo a Marcelo Barovero, porque lo vi atajar casi tanto como contra Boca.
Le creo a Leandro Díaz, porque jugó como Claudio Cabrera, el Chacho, mi primer ídolo quemero: con todo lo que podía.
Le creo a Alan Sánchez, porque pateó incluso mejor que casi siempre. Y no entró.
Le creo al japonés Kato porque tiró ese centro filoso que merecía el gol del empate.
Le creo a Andrés Franzoia, que jugó tan mal como en los anteriores cuatro partidos.
Les creo a todos, de verdad.
Les creo a tantos imparciales que vieron lo mismo que yo.
No soy irónico, ni ingenuo, ni pelotudo. Simplemente elijo creer porque nada ni nadie puede demostrarme de ningún modo lo contrario. Y porque para sugerencias, tengo las mías: estuve en la cancha. Vi lo que pasó: Huracán jugó casi tan mal como contra Gimnasia de Jujuy y Olimpo (en el Apertura) y como ante Arsenal (en el Clausura) y perdió en consecuencia. Porque no tenemos un gran equipo, más allá de su indudable tenacidad. Porque sin Hugo Barrientos sumamos dos puntos de 27 posibles. Porque cabe la posibilidad de perder, incluso contra este Racing de penas y sin gloria.