1927: La maldición de los pequeños

Huracán continuó siendo protagonista en 1927, el año de la reunificación de las Asociaciones. Pero se quedó en el umbral del podio. El motivo, esta vez, fue la maldición de los pequeños. El equipo dejó demasiados puntos en el camino ante rivales de escasa tradición y/o de floja campaña. Por ejemplo: perdió contra Sportivo Buenos Aires (0-1, en su cancha de Aristóbulo del Valle y Gaboto), Excursionistas (0-1, en Pampa y Miñones) y San Fernando (0-1, de local) e igualó contra Argentino del Sud (2-2, en Roca y Jaramillo, Sarandí) y Atlanta (0-0, en nuestra cancha de Alcorta y Luna). Todos estos equipos lucharon por evitar los cuatro descensos de la temporada. Y, salvo la decorosa campaña de San Fernando, el resto se salvó con angustia. Esa fue la principal razón para que Huracán no se subiera al podio (terminó quinto). Y eso habla de una campaña irregular.

Otro detalle influyente: en siete años (entre 1920 y 1926), Huracán sólo había perdido cuatro encuentros como local. Y en esta temporada perdió dos (el mencionado ante San Fernando y 1-2 el clásico contra San Lorenzo).

De todos modos, Huracán dio algunas muestras de vigencia en su protagonismo: finalizó arriba de Independiente (campeón el año anterior), Racing y River. Se trató apenas de una señal de lo que se estaba gestando: otro equipo para la historia.

Campaña:
Quinto. G 18; E 8; P 7 / GF 58; GC 28.

Posiciones:
1. San Lorenzo 57 pts.
2. Boca 56 pts.
3. Lanús 50 pts.

Figuras:
1. Angel Chiesa, insider.
2. Carlos Nóbile, back.
3. Souza, half. (foto)
3. Pablo Bartolucci, half.

Partidos para la historia:
1. 27/3: Huracán 2-Independiente 0. Triunfo muy importante ante un Independiente ya protagonista, que venía de ser campeón en 1926. Huracán, además, lo aventaja en la Era Amateur: 3-2-2.
2. 31/12: Gimnasia La Plata 0-Huracán 4. Casi a modo de regalo de fin de año, Huracán goleó en el Bosque, en la cancha de 60 y 118. El encuentro fue interrumpido y no se continuó. El 4-0 parcial quedó como definitivo.
3. 3/4: Boca 1-Huracán 1. Se trató de un empate con sensación de triunfo: sirvió, luego, para que Boca --que sólo perdió tres puntos de local-- no fuera campeón. Es cierto que el título fue para San Lorenzo. Pero una amargura de Boca, en ese tiempo, era también una alegría.