Guillermo Stábile. Símbolo de Huracán y del fútbol argentino en la gloriosa década del 20. Goleador del Mundial de 1930.
Huracán jugó su primera temporada en la máxima categoría en 1914. Ese año terminó sexto del torneo de la Asociación Argentina que ganó Racing. Siete años después, el equipo de Parque de los Patricios dio su primera vuelta olímpica. Y en la gloriosa década del 20 resultó, junto a Boca, el más ganador del campeonato argentino, con cuatro títulos. Lo que sigue es el detalle de las posiciones que ocupó Huracán en esos diez años de protagonismo y de dominio.
1920: Subcampeón.
1921: Campeón.
1922: Campeón.
1923: Subcampeón.(*)
1924: Séptimo.
1925: Campeón.
1926: Tercero.
1927: Quinto.
1928: Campeón.
1929: Décimocuarto.
(*) En 1923 finalizó primero junto a Boca con 51 puntos. Pero Huracán tenía un partido menos disputado. Sin embargo, la Asociación Argentina determinó que se jugara un desempate. Y tras cuatro partidos se impuso Boca.
También durante esa década Huracán se adjudicó la Copa Estímulo en 1920 y la Copa Ibarguren en 1922 y 1925. Y en 1921, en su condición de campeón de Argentina, debía disputar la Copa Río de la Plata / Ricardo C. Aldao, pero Peñarol --el campeón de Uruguay-- desistió de participar. En 1922, por la misma Copa, debía enfrentar a Nacional, pero la relación tirante entre la AAF y la AUF impidió la realización del partido decisivo. Y en 1925, además, no había representante uruguayo, ya que el campeonato de la AUF se interrumpió antes de su definición.
Además, Huracán fue --junto a Boca y a Nacional de Montevideo-- el más campeón del Río de la Plata. Y no se trata de un detalle pequeño: durante esa década, Uruguay y Argentina fueron los dominadores continentales y mundiales de este deporte. En ese período, Argentina y Uruguay se repartieron mitad y mitad ocho de los nueve Sudamericanos (el otro, lo ganó Brasil, en 1922). Y a nivel universal, Uruguay se impuso en los Juegos Olímpicos de París 1924 (Argentina no participó) y de Amsterdam 1928 (en la final ante Argentina). Al primer año posterior a esta década, a modo de demostración de superioridad, volvieron a disputar la final del primer Mundial de la historia (Uruguay 4-Argentina 2, en Montevideo). Casi como un detalle romántico y a la vez sintomático e histórico, Guillermo Stábile --un auténtico quemero-- fue el goleador de esa Copa del Mundo. Y así, El Filtrador incluyó para siempre a Huracán en el Cuadro de Honor de los Mundiales de la FIFA.