sábado, marzo 29, 2014

Un siglo de Primera

Los detalles del primer partido en la máxima categoría del fútbol argentino. Retratados por el diario La Argentina.

Poco más de cinco años antes, en noviembre de 1908, Huracán recién se había fundado oficialmente. Los muchachos del Colegio Luppi -que nada tenían al margen de su pasión sin quebrantos- consiguieron un milagro en poco tiempo. El club nacido entre los rigores de los Barrios del Sur, Los Raneros (como le decían a aquel equipo proletario), ascendió a Primera a finales de 1913 y en 1914 debutó en la máxima categoría del fútbol argentino. El encuentro inaugural sucedió el 29 de marzo de hace exactamente un siglo, en Caballito. Enfrente estaba Ferro y el estreno fue una felicidad: Huracán se impuso 4-2. El encuentro, según cuenta el diario La Argentina en su edición del día siguiente, tuvo dos grandes protagonistas: José Laguna -figura clave de los tiempos fundacionales y emblema histórico- y Elisardo Fernández. Ellos marcaron un doblete cada uno y se destacaron en una formación que incluía a otros personajes mitológicos del nacimiento del club de Parque de los Patricios: Agustín Alberti, Mario Bassadone, Ernesto Dellisola y Martín Salvarredi, autor del primer tanto en la historia del clásico ante San Lorenzo en 1915, y Pedro Martínez, el primer convocado a la Selección.

Fue un año de grandes eventos para el Globo de Newbery. A la semana siguiente del debut, se produjo otro resultado memorable: Huracán venció como visitante por 10 a 1 a Comercio, un club que actualmente no practica fútbol y cuya cancha estaba ubicada en Avenida del Libertador y Manuela Pedraza, en Núñez, muy cerca del actual Monumental de River. La primera derrota llegó el 12 de abril frente a Racing, que en ese año ganaría el segundo de sus siete títulos consecutivos (de 1913 a 1919).

El 2 de agosto, mientras cumplía el sueño de su nuevo escenario con el estreno de la cancha de Avenida La Plata y Chiclana, Huracán se enfrentó a River. Y allí ganó 1-0. El único gol lo hizo -otra vez- el Negro Laguna. En ese encuentro, sucedió un episodio curioso: cerca del final, el árbitro cobró un penal a favor del equipo visitante. Carlos Isola, el arquero de River, fue el encargado. Pateó fuerte y el remate se fue desviado. Así, también con el abrazo del azar, Huracán tuvo su feliz presentación en casa. Siete días más tarde, en el mismo lugar, Huracán jugó y perdió el primero de sus duelos ante Boca, ese rival con el que protagonizó uno de los grandes clásicos de la Era Amateur (sobre todo en los años veinte, cuando ambos se consagraron como los más campeones del fútbol argentino, con cuatro títulos de Liga cada uno).

Al cabo, el sexto puesto en esa temporada la Asociación Argentina de Football terminó siendo un punto de apoyo valioso para el club recién llegado a la máxima categoría. Sin embargo, quedó también una sensación de añoranza en el recorrido. Jorge Newbery, benefactor y personaje imprescindible de los días fundacionales, no pudo ver a su Huracán en Primera. El Padre de la Aviación falleció 28 días antes de aquel estreno contra Ferro: el 1 de marzo de 1914, en Los Tamarindos, Mendoza, la muerte lo encontró en el aire piloteando un avión. Dos semanas antes Newbery había batido el récord de altura en aeroplano al alcanzar los 6.225 metros.

Desde aquel estreno Huracán se mantuvo durante 73 años ininterrumpidos en la màxima categoría (hasta el descenso de 1986, ante Italiano, en la cancha de Vélez). Así se transformó en el cuarto club (detrás de Boca, River e Independiente) con mayor continuidad en la A. Ahora, ya con 12 temporadas disputadas en el Nacional en cuatro ciclos distintos, todo aquello mucho se parece a una historia contada por abuelos entusiastas y exagerados.

Texto publicado por el fundador del Blog en Clarin.com