martes, noviembre 08, 2011
A César lo que es de César
Por Angel Cappa
La Cámara de Diputados de la Nación rindió homenaje a César Menotti, y todos los que sentimos el fútbol que él representa, como algo nuestro, lo vivimos complacidos y reconfortados. Hubo en la historia del fútbol mundial algunos entrenadores que hicieron aportes valiosos al desarrollo de este juego, pero a mi modo de ver, hay dos que fueron los más importantes por su trascendencia. Rinus Michels desde la táctica (a partir de aquel Ajax de Cruyff y de Holanda del 74. Los equipos fueron más cortos, presionaron desde la pérdida de la pelota, y se dio mucha importancia a la tenencia de la pelota, entre otras cosas), y Menotti desde los conceptos.
Con César aprendimos a entender el fútbol desde sus entrañas. Supimos que el juego está antes que las tácticas, y que si un jugador es capaz de entenderlo puede adaptarse a cualquier sistema. Y además modificó la metodología del entrenamiento. Se entrena con conceptos del juego y según las necesidades del equipo. Método que sigue siendo moderno y que utilizan por ejemplo el Real Madrid y el Barcelona. Menotti lo viene aplicando desde hace mas de 40 años. César reune todas las virtudes de un entrenador: tiene un profundo conocimiento del juego, notable capacidad de análisis para definir los defectos y virtudes de un equipo y de un jugador, seducción con la palabra, convicción absoluta, nunca un resultado ni a favor ni en contra modifica su conducta con los jugadores, ni su interpretación de lo que se hizo bien o se hizo mal. En fin y tantas otras que hacen que los jugadores con él se sientan seguros y felices.
No es entrenar su función más notable, no obstante, sino, creo yo, su actividad como formador, casi absolutamente olvidada por la mayoría de los entrenadores en Argentina y en el mundo. Todos los jugadores que pasan por él y quieren aprender, salen mejorados, crecidos. Y no solo en lo futbolístico, sino también en la defensa de la dignidad como futbolistas. Y precisamente otra de las cosas que aprendimos con él, es defender la dignidad de nuestro oficio de entrenadores. Hacer respetar los tiempos y las condiciones de trabajo, a no ceder a presiones ni de los dirigentes ni de la gente ni del periodismo cuando la cosa no funciona, y a respetar y defender el juego en todo momento.
No se trata de ganar como sea, de cualquier manera. Se trata de jugar lo mejor posible para sentirnos dignos, orgullosos, y tener mas posibilidades de ganar, naturalmente. Sin embargo a mí lo que más me sigue asombrando de César es su volutad inquebrantable de lucha, su constancia para combatir la estupidez, el atrevimiento insolente de la ignorancia, su actitud de firmeza frente a tanta miseria de un entorno cada vez más envilecido que solo respeta el resultado. Menotti significa para todos nosotros un ejemplo para no sentirnos abatidos, una voz que nos permite seguir ilusionandonos y tener esperanza a pesar de este momento particularmente penoso del fútbol argentino.
Escuchar a Cesar es encontrar un apoyo para seguir creyendo que aún es posible un fútbol mejor en una sociedad más justa, a pesar de todo. En definitiva yo creo que el homenaje a Menotti es un homenaje al fútbol argentino, porque eso es lo que finalmente representa César como nadie. Gracias a la Cámara de Diputados por este homenaje, y gracias a Menotti porque con él aprendimos a que el fútbol es una excusa para ser felices.
Un abrazo y la seguimos.
Texto publicado por el autor en su blog, El toque de Cappa.