La esencia Quemera en su estado más puro. Un recorrido por el pasado de Huracán, un retrato de su presente, una mirada para ofrecer caminos. Desde 2006, un espacio de pertenencia de nuestro Globo entrañable.
Copa Argentina, 32avos. de final: Huracán 0(3)-Excursionistas 0(4), en Catamarca. Ni más ni menos que lo que se vio: un auténtico papelòn. Huracán quedó eliminado frente a un equipo de la Primera C. Una falta de respeto al Globo de Newbery. Una demostración inequívoca de que no hay equipo para el pronto regreso a la máxima categoría.
Huracán jugará por primera vez en la provincia de Catamarca. Ni en los viejos Nacionales (disputados entre 1967 y 1985) ni en las diez temporadas en la B Nacional ni en ninguna otra ocasión, el Globo de Newbery se presentó oficialmente en esta provincia de la zona andina. Ahora, la Copa Argentina permitirá la posibilidad de un nuevo idilio como tantos otros que brotaron por el paìs, sobre todo en aquellos años veinte de gloria y de seducciòn.
El estadio Ciudad de Catamarca -sede del encuentro frente a Excursionistas, por los 32avos. de final de la Copa Argentina- se encuentra en la zona norte de la capital provincial y cuenta con capacidad para 16.500 personas sentadas y se estimó una inversión cercana a los 40 millones de pesos para su construcción.
"Esta obra no sólo va a servir para la práctica del fútbol, sino que podrá ser escenario de otras disciplinas deportivas o de actividades culturales", dijo el ministro de Obras y Servicios Públicos, Juan Acuña, a la agencia de noticias Télam. El funcionario contó también que el estadio cumple con todas las exigencias actuales de AFA y de la FIFA para ser considerado un estadio de primera categoría.
Además, en el interior del estadio, funciona el Instituto de Alto Rendimiento Deportivo de Catamarca, destinado a varias disciplinas deportivas al margen del fútbol.
Huracàn obtuvo su séptimo título de Copa en 1944, en la Competencia Britànica. La final fue un 4-2 frente a Boca, en el Gasómetro de Avenida La Plata. Ahora, va por La Octava.
"No jodamos con la Copa". La frase la escuché al salir de la platea Alcorta, tras la victoria 1-0 frente a Chacarita. Llovía apenitas, pero importaba poco. La pronunció un hincha -militante Quemero, conocedor como pocos de la historia del club- y se referìa a una realidad: Huracán debe darle relevancia a la Copa Argentina. No sólo porque representa dinero, prestigio y la posibilidad de acceder al àmbito internacional desde la segunda categoría (un detalle jamás acontecido en el fútbol argentino), sino porque es un modo de reivindicar la historia de Huracàn en sus conquistas coperas. En la Copa Argentina 2011/12, Huracán irá tras los pasos de su octava Copa Oficial de la AFA. Las siete anteriores fueron: Copa Estímulo (1920), Copa Ibarguren (1922 y 1925), Copa Consuelo Beccar Varela (1933), Copa Adrián Escobar (1942 y 1943) y Copa Competencia Británica (1944). Repasar los rivales y muchas de sus circunstancias y convocatorias de esos partidos es una manera de entender el valor que tenían y que nuestra propia pereza fue degradando (sirve de preciso ejemplo al respecto, el recorte del diario El Mundo que ilustra este texto). Por eso ahora, desde este inminente partido frente a Excursionistas, por los 32avos. de final, es tiempo de poner las cosas en su lugar. Y de volver a creer y a generar aquel protagonismo copero del Globo de Newbery. Nada menos.
Mañana: Huracán-Excursionistas, en Catamarca. Por los 32avos. de final de la Copa Argentina. Desde las 19.30. Televisa Canal 26. Para verlo on line: click acá.
Sebastián Viberti, en la tapa de El Gráfico, en los años 60. Fue un protagonista clave de aquel tiempo, de un Huracán consolidado en Primera pero con protagonismo escaso en la pelea grande. Sin embargo, en aquellos dìas de contrataciones relevantes, de muchos clásicos perdidos y de realidad de mitad de tabla, el Globo de Newbery anduvo por Brasil y dejò su huella. El siguiente mail me llegó al Blog hace algunos meses. Lo mandó Mauricio Neves, periodista e historiador del Internacional de Lages. Huracán, también presente en Brasil; también haciendo historia.
Olá.
Lamento o descenso do Huracán. É o único time argentino que já jogou em minha cidade, Lages. Foi no dia 27 de novembro de 1966. O Internacional de Lages, então campeão do estado de Santa Catarina, recebeu o Huracán para a inauguração do Estádio Vermelhão. Este ano publicarei a história do Internacional em livro. Terá uma foto do Huracán. Abraços e longa vida ao Huracán.
Mauricio Neves.
PS: o jogo de 1966 foi o seguinte:
Internacional 0x1 Huracán (Argentina) 27 de novembro de 1966 – Inauguração do Vermelhão Estádio Vermelhão – Lages Árbitro: José Carlos Bezerra
Inter*: J. Batista, Nicodemus, Leoquídio, Setembrino e Carlinhos; Dair e Osvaldo (Roberto Caramuru); Zezé, Ricardo, Puskas e Anacleto (Abílio). Huracán: Raúl Navarro, Jorge Ginarte, Juan Carlos Devoto e Ernesto Jauregui; Viberti e Tarchini; Tedesco, Tito Gómez, Eladio Zarate (Nogara), Raúl Poncio e Caballero.
Gol: Caballero aos 35 do 2° tempo.
Más: Algunos detalles de Inter de Lages, en Wikipedia.
Volvió Javier Cámpora, el goleador del último torneo de Primera. Volvió con el Globo de Newbery en el pecho. VOlvió a su modo: con un gol. Y con un agregado: sirvió para ganar y para que resucite el entusiasmo. Está claro que no es poco...
Temporada 11/12 - B Nacional, Decimosexta Fecha: Desamparados 0-Huracán 1, en San Juan. Sobre la hora, con lo justo, sin brillos, austero. Pero notablemente valioso: con otro gol de tres puntos, con el regreso importantísimo de Javier Cámpora, otra vez con el arco de Lucas Calviño en cero, con un Cristian Leiva cada vez más sólido, con una defensa correcta y con un Luciano Nieto que pide espacio. Así, Huracán sum{o su segunda victoria sucesiva. Así, otra vez, el regreso express es un horizonte posible.
El mismo Hernán Barcos que tantas contradicciones representaba en tiempos de Huracán -por su juego curioso, por su andar ocasionalmente torpe, por sus golazos de asombro- es ahora una celebridad del fùtbol de Ecuador. Se destaca en la Liga (ayer le convirtió los dos tantos a Vélez, en el 2-0 por las semifinales de la Copa Sudamericana), suma títulos y ya lo quieren nacionalizar para que juegue para el seleccionado amarillo. Cosas del fútbol...
Temporada 11/12 - B Nacional, Decimoquinta Fecha: Huracán 1-Chacarita 0, en el Ducó. Para enterrar fantasmas recién nacidos, para recuperar la autoestima del equipo y el entusiasmo de los hinchas, para empezar de nuevo, para que las expectativas de un 2012 feliz no se rompan antes de que empiecen, para respirar profundo y tomar aire y fuerza. Para todo eso, más allá del juego, sirvió esta victoria. Nada menos.
Rodrigo Lemos, avanza por la derecha. Una modesta opinión del Blog sobre el lateral: sin dudas, merece la titularidad. Porque es patrimonio del club, pero sobre todo porque rinde, cumple y es el mejor en su puesto.
Clausura 2010, en Primera. Fecha 10: Huracàn 2-Chacarita 0, en el Ducó. Un equipo razonable, que no brillaba, que no encantaba, pero que sumaba y no se complicaba. Parece tan lejos. Fue hace tan poco. Justo antes de este tobogán al que nos empujaron las malas conducciones.
Mañana: B Nacional 11/12, fecha 15: Huracán-Chacarita, en el Ducó.
Hubo de todo en los tres goles partido ante Patronato: en el primero, otra absurda torpeza de Gastón Monzón que facilitó el tanto de Diego Jara; en el segundo, la mejor jugada colectiva de Huracán en este pésimo momento, con una estupenda definición de Cristian Sánchez Prette; en el tercero un clarìsimo off side de Franco Miranda. Así, de paso, perdió Huracán.
Temporada 11/12 - B Nacional, Decimocuarta Fecha: Patronato 2-Huracán 1, en Paraná. Flojo. Débil. Sin ideas. Con demasiados errores. Así es este Huracán que ya perdió ocho partidos en 14 fechas, su peor campaña en la segunda categoría. Es decir, nunca el Globo de Newbery estuvo tan abajo (decimocuarto en la tabla y en zona de Promoción en los promedios).
Jorge Carrascosa, figura clave del equipo de 1978.
El Nacional de 1978 fue otro episodio de protagonismo dentro de los notables años setenta para Huracàn. El equipo fue sorteado en el grupo B junto a Boca y Unión como principales candidatos a pasar a los cuartos de final y como Atlético Tucumán como posible revelación. El grupo lo completaban Patronato de Paraná, Gimnasia de Mendoza, Chacarita y Platense.
Huracán, que venìa de ser decimocuarto -junto a Estudiantes y apenas un punto sobre Vèlez- en el Metropolitano, debutó con un empate 1-1 frente a Boca, en el Ducó, en el duelo más importante de aquel 5 de noviembre.
Ese torneo tuvo un detalle: por primera vez Huracán jugó oficialmente en la provincia de Entre Rìos. El 6/12 el Globo de Newbery igualó 1-1 frente a Patronato. En la primera rueda, en Parque de los Patricios, Huracán había ganado 2-0.
Al cabo de la fase de grupos, Huracán -que estaba casi clasificado una fecha antes- finalizó segundo tras perder en la última jornada en Tucumán (1-2 ante Atlético). Así, se clasificó a los cuartos de final. Y el estupendo Talleres de ese año lo eliminó: en la ida, se impuso Huracán por 2-1 en un Ducó de fiesta; en la revancha en Córdoba ganó 3-0 el mejor Tallarín de todos los tiempos. El título se alejó en aquel 27 de diciembre en el que todo parecía posible...
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Aquella visita a Entre Rìos no fue la única. Huracán enfrentó a otros dos equipos de la provincia mesopotámica. En el Nacional de Primera de 1984, Huracán jugó dos encuentros ante Atlètico Uruguay: el equipo -que venía de cumplir 70 años ininterrumpidos en la máxima categoría- se impuso 2-1 en Concepciòn del Uruguay y goleó 7-0 en Parque de los Patricios. Los otros dos partidos fueron en la segunda categoría: por la B Nacional 03/04, Huracán enfrentó a Gimnasia de Concepción del Uruguay, empató 1-1 de local y lo derrotó 3-1 como visitante.
Mañana: B Nacional 11/12, decimocuarta fecha: Patronato-Huracán, en Paraná. Televisado.
Ya se conocen las fechas de los 32avos. de final de la Copa Argentina. También se confirmaron las sedes. Huracán enfrentará a Excursionistas, de la Primera C, el 29/11. Y la sede quedó determinada en Catamarca (y no en Salta como se había decidido inicialmente). Ahora, hay más: en caso de pasar de ronda, el Globo de Newbery enfrentará al vencedor de Olimpo de Bahía Blanca-Central Norte de Salta en los 16avos. de final. Luego, ya en los octavos, los rivales posibles son: Boca Unidos de Corrientes, Central Córdoba de Rosario, Boca y Ramón Santamarina de Tandil. Y ojalá que luego siga el camino hacia La Octava...
Por Angel Cappa La Cámara de Diputados de la Nación rindió homenaje a César Menotti, y todos los que sentimos el fútbol que él representa, como algo nuestro, lo vivimos complacidos y reconfortados. Hubo en la historia del fútbol mundial algunos entrenadores que hicieron aportes valiosos al desarrollo de este juego, pero a mi modo de ver, hay dos que fueron los más importantes por su trascendencia. Rinus Michels desde la táctica (a partir de aquel Ajax de Cruyff y de Holanda del 74. Los equipos fueron más cortos, presionaron desde la pérdida de la pelota, y se dio mucha importancia a la tenencia de la pelota, entre otras cosas), y Menotti desde los conceptos.
Con César aprendimos a entender el fútbol desde sus entrañas. Supimos que el juego está antes que las tácticas, y que si un jugador es capaz de entenderlo puede adaptarse a cualquier sistema. Y además modificó la metodología del entrenamiento. Se entrena con conceptos del juego y según las necesidades del equipo. Método que sigue siendo moderno y que utilizan por ejemplo el Real Madrid y el Barcelona. Menotti lo viene aplicando desde hace mas de 40 años. César reune todas las virtudes de un entrenador: tiene un profundo conocimiento del juego, notable capacidad de análisis para definir los defectos y virtudes de un equipo y de un jugador, seducción con la palabra, convicción absoluta, nunca un resultado ni a favor ni en contra modifica su conducta con los jugadores, ni su interpretación de lo que se hizo bien o se hizo mal. En fin y tantas otras que hacen que los jugadores con él se sientan seguros y felices.
No es entrenar su función más notable, no obstante, sino, creo yo, su actividad como formador, casi absolutamente olvidada por la mayoría de los entrenadores en Argentina y en el mundo. Todos los jugadores que pasan por él y quieren aprender, salen mejorados, crecidos. Y no solo en lo futbolístico, sino también en la defensa de la dignidad como futbolistas. Y precisamente otra de las cosas que aprendimos con él, es defender la dignidad de nuestro oficio de entrenadores. Hacer respetar los tiempos y las condiciones de trabajo, a no ceder a presiones ni de los dirigentes ni de la gente ni del periodismo cuando la cosa no funciona, y a respetar y defender el juego en todo momento.
No se trata de ganar como sea, de cualquier manera. Se trata de jugar lo mejor posible para sentirnos dignos, orgullosos, y tener mas posibilidades de ganar, naturalmente. Sin embargo a mí lo que más me sigue asombrando de César es su volutad inquebrantable de lucha, su constancia para combatir la estupidez, el atrevimiento insolente de la ignorancia, su actitud de firmeza frente a tanta miseria de un entorno cada vez más envilecido que solo respeta el resultado. Menotti significa para todos nosotros un ejemplo para no sentirnos abatidos, una voz que nos permite seguir ilusionandonos y tener esperanza a pesar de este momento particularmente penoso del fútbol argentino.
Escuchar a Cesar es encontrar un apoyo para seguir creyendo que aún es posible un fútbol mejor en una sociedad más justa, a pesar de todo. En definitiva yo creo que el homenaje a Menotti es un homenaje al fútbol argentino, porque eso es lo que finalmente representa César como nadie. Gracias a la Cámara de Diputados por este homenaje, y gracias a Menotti porque con él aprendimos a que el fútbol es una excusa para ser felices.
Gastón Monzón y Ezequiel Filipetto, entre la ingenuidad de uno y la torpeza de otro, le facilitaron el gol a Gonzalo Castillejos. El precio fue el más caro: la séptima derrota en 13 fechas.
Temporada 11/12 - B Nacional, Decimotercera Fecha: Huracán 0-Rosario Central 1, en el Ducó. Rosario Central fue lo que quiere y lo que debe ser: un equipo de Primera. Fue al Ducó -ese escenario dificilísimo, según cuenta la historia de los rosarinos-, jugó como deben jugar los equipos con pretensiones grandes, le puso un marco apropiado desde el contorno y no se inhibió ante circunstancias adversas. Así, a pesar de quedarse con un futbolista menos a los tres minutos (por una falta grave de Matías Ballini), construyó un triunfo grande que lo posiciona como lo que es: un candidato inevitable. No brilló, pero ofreció autoridad, intensidad y convencimiento para imponerse en este duelo de Primera .
Lo de Huracán se pareció demasiado a la contracara de ese círculo virtuoso del rival. Volvió a tropezar, a ofrecer esa sensación de equipo a la deriva, de individualidades lidiando sin éxito. Como en Tucumán (0-2 frente a Atlético), el equipo de Diego Cocca comenzó a caerse a pedazos a partir del primer gol ajeno y de sus propios errores (varios de ellos inadmisibles para un equipo con intenciones de regreso rápido al lugar que le pertenece, la máxima categoría).
Fue un partido arduo, cambiante, con muchas equivociones, con dos expulsados (a los 31, también vio la roja Ezequiel Filipetto), con situaciones de peligro, con incertidumbre hasta el final. El único gol fue un retrato de ambos: de este Huracán tan proclive a torpezas (fueron eso la salida de Gastón Monzón y la pifia de Filipetto al cerrar) y de ese Central que se anima a pesar de todo (fue eso la avivada de Gonzalo Castillejos).
Antes y después del único grito, los de Rosario mostraron que saben lo que quieren, incluso más allá de esas limitaciones creativas que condicionan sus posibilidades. Los de Parque de los Patricios, en cambio, no estuvieron a la altura de lo que pretende su gente y su nueva conducción. Hubo fracasos individuales y también colectivos. Y desde el banco entregó preguntas sin respuestas: ¿Por qué Diego Cocca insiste en ubicar a Sebastián Battaglia -el mejor de sus intérpretes-sobre los costados, lejos de su puesto? ¿Es razonable sacar del equipo a Pablo López, poco después de que había demostrado ser el mejor de Huracán en el primer tiempo? ¿Tenía sentido mantener tres volantes centrales y cuatro defensores justo después de la expulsión de Ballini? ¿No era más saludable brindar un mensaje de búsqueda con un cambio en nombre de ir a buscar la victoria? Y ante ese contexto ajeno, Central edificó un triunfo ajustado y justo. No porque encantó con su juego; sobre todo porque creyó siempre que era posible. Sirve un detalle como síntoma: a los tres minutos, con un hombre menos, el entrenador Juan Antonio Pizzi reordenó el equipo sin hacer recortes en su inversión ofensiva (mantuvo a los dos delanteros y reubicó a los mediocampistas) y el resultado llegó en breve.
En ese contraste estuvo la diferencia. Ganó el que se animó; perdió el que dudó siempre. También por eso, o sobre todo por eso, así le va a este Central. Y así le va a este Huracán de desencantos.
Gonzalo Castillejos, el autor del único gol del partido para Central. Es un verdugo de Huracán en estos tiempos: las dos veces que lo habìan enfrentado al Globo de Newbery -con la camiseta de Lanus- el delantero convirtió y su equipo ganó. Ahora, de regreso a La Academia de Rosario, repitió su maldita costumbre.
Lo que sigue lo escribió Angel Cappa, en su Blog. Testimonio de un Quemero:
Enredado, como estuve, en cuestiones personales, casi se me pasa el nuevo cumpleaños de Huracán. Son 103 años de emociones, tristezas y alegrías, compartidas por un barrio de los de antes y miles de hinchas por todo el mundo. Yo uno de ellos, que sigue la suerte del Globo desde Madrid. Me hicieron hincha los hinchas. El cariño inmenso que recibí y sigo recibiendo de toda la gente de Huracán. Los momentos inolvidables que pasamos juntos, aquel campeonato que tuvieron que robarnos, aunque no pudieron quitarnos las emociones vividas, el placer de un equipo que supo representar nuestros sentimientos. Una etapa que quedará para siempre en el alma de cada uno de nosotros. Pero Huracán es mucho mas grande que una injusticia. 103 años del Globo invitan a la alegría y al recuerdo. Felicidades Globo, y que nunca nadie sea capaz de quitarte tu identidad que tanto nos gusta. Un abrazo para todos.
En 1944, Huracán obtuvo su sexta y última Copa Oficial, a nivel local: se trató de la Copa Competencia Británica de 1944.
El trofeo fue donado por el embajador británico en Buenos Aires, en nombre del Reino Unido, su rey George VI y la Football Association (FA) y el International Board (IFAB). George VI es el mismo que aparece retratado en la película El discurso del rey.
Huracán realizó un recorrido épico: eliminó a Vélez (2-1), a San Lorenzo (4-3) y a Newell's (4-1), ya en semifinales. Luego, en la cita decisiva, el 9 de diciembre, en el Gasómetro de Avenida La Plata (ahora desaparecido), el Globo de Newbery derotó a Boca por 4-2.
Y se quedó con toda la gloria: por tercera vez en su vida de 36 años y por segundo año consecutivo, daba una vuelta olímpica en el césped de la cancha de su clásico rival histórico. Un año estupendo que ahora, con el nacimiento de la Copa Argentina, se transforma en un recuerdo inevitable.
El documental de Susana Aradas, en ocasión del Centenario Quemero. Un recorrido profundo por la esencia de nuestro Huracán. Hoy, que se cumplen 103 de aquel nacimiento oficial.
No se trata de la seducción de algún éxito pasajero; tampoco de una imposición de la implacable parafernalia mediática. Ser Quemero es una cuestión de pertenencia. Una preciosa herencia inmodificable.
Como en 2023, y de acuerdo con el Informe de Clubes de la AFA de 2024, Huracán se ubicó en un lugar de privilegio en cuanto a convocatoria. Con 31.197 espectadores de promedio por partido, finalizó séptimo a nivel nacional, tercero en CABA (sólo detrás de River -otra vez récord mundial, con 84.593 espectadores de promedio por partido- y Boca, el histórico líder en convocatoria) y cuarto en el AMBA (a los Superclásicos rivales se suma Racing, con apenas 723 espectadores más de promedio por encuentro). El Informe también detalla la cantidad de socios: Huracán volvió a crecer en ese rubro y llegó a los 51.302. Buenas señales para este Grande inobjetable.
Nuestra gente
De acuerdo con el Informe de Clubes 2023, realizado por la AFA, Huracán se ubicó como el tercer equipo más convocante de la Ciudad de Buenos Aires, detrás de River (récord mundial en el año) y de Boca. También se ubicó quinto entre los grandes, delante de San Lorenzo. Además, de acuerdo con datos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, al Clásico de Barrio más grande del Mundo concurrieron más de 54.000 personas, cifra récord para nuestra casa luego de la última remodelación realizada en 1977.
Nuestro Palacio: el del Oscar y ¿el del Mundial 2030?
El estadio de Huracán es el primero del fútbol argentino y el segundo del mundo en participar de una película ganadora del Oscar (el primero fue El Molinón, por la película española Volver a empezar, de José Luis Garci). Nuestro Palacio Ducó se consagró en 2010, con El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella. Luego, el mítico Wembley -escenario del film El discurso del Rey- se sumó a la lista. Conocida la condición de la Argentina como una de las sedes inaugurales del Mundial Centenario, Buenos Aires fue elegida como subsede principal. Y se establecieron cuatro estadios como posibles escenarios: además del Palacio, fueron inscriptos por la AFA el Monumental de River, La Bombonera de Boca y el José Amalfitani de Vélez.
Nuestro fútbol
Desde finales del Siglo XIX, la Argentina se transformó en una de las capitales mundiales del deporte más popular. No sólo porque ahora cuenta con el seleccionado nacional más exitoso de la historia (con 23 títulos, con las tres Copas del Mundo que exhiben las estrellas del escudo) sino por tantos futbolistas y entrenadores que hicieron y hacen historia. Desde Diego y Lionel para atrás y para los que vendrán. Como algunos Quemeros que dejaron su impronta como múltiples campeones y goleadores: El Filtrador Stábile (goleador del primer Mundial y el entrenador con más títulos en la historia de los seleccionados del mundo), Tucho Méndez (el máximo anotador de la historia de la Copa América), Herminio Masantonio (el mejor promedio de gol en la vida albiceleste), Emilio Baldonedo (el máximo anotador del Superclásico universal contra Brasil), René (el mago de todas las magias que alzó la Copa del Mundo, como Ardiles, Larrosa y Baley en 1978) y tantos nombres que hicieron de Huracán el club que más goles le aportó a la Selección en los Mundiales. Nada menos. Todo eso.
Así nos ve la FIFA
"Durante el apogeo de la era amateur, Huracán se ganó su lugar entre los seis grandes del fútbol argentino, al obtener cuatro títulos de Liga en ocho años. A esa altura, el Quemero ya tenía como clásico adversario a San Lorenzo, por una cuestión barrial, y había forjado su rivalidad con Boca, con el que peleaba año a año por el título".
Desde la fundación en 1908, Huracán jamás bajó del top 6 en cantidad de títulos de la AFA (considerando a las Asociaciones afiliadas oportunamente a la FIFA). Y los datos son enormes en cuanto a superioridad: entre títulos de Liga y de Copas Nacionales, Huracán acumula 104 años a 0 respecto de Vélez y de Estudiantes (y 116 de insuperabilidad); 102 a 5 respecto de Rosario Central; 102 a 9 con relación a Newell's. Y considerando las mismas competiciones oficiales, San Lorenzo recién nos superó en 2001, es decir 93 años después de la fundación de ambos y permaneció durante 75 años superado desde el primer título del Globo de Newbery. Prohibido olvidar, cuando se hable de grandeza.
Los pagos huracanenses no se identificaban con exactitud como Parque de los Patricios. Se trataba aún del barrio de los Corrales Viejos, Mataderos del Sur. Justo Sáenz (h), en el libro "La amistad de algunos barrios", evoca esa época: "Barrio de los Corrales Viejos, escuela de visteadores y malambistas... constante pesadilla de la comisaría seccional y cliente conspicuo del Hospital San Roque (Ramos Mejía)... era el chinerío del pueblo de las Ranas y La Quema... en 1909 y 1910, siendo casi niño alcancé a conocerlo viniendo a caballo de la Provincia..." En aquellos días y en esa geografía, Huracán ya asomaba su estirpe gloriosa. Las Ligas Paralelas y los ascensos vertiginosos a Primera dan cuenta. Ligas Paralelas (1909-1912): 1909 - Liga Centenario: Subcampeón. 1910 - Liga 43, Verano: Campeón. 1910 - Liga 43, Invierno: Campeón. 1911 - Liga Anglo Argentina: Subcampeón. 1912 - Liga 43, Verano: Campeón. 1912 - Liga 43, Invierno: Subcampeón. /// Huracán en la Asociación (la AAF, la oficial, homologada por la FIFA, antecesora natural de la actual AFA, surgida en 1934): 1912 - Tercera División: Campeón de Sección. Ascenso a Segunda. 1913 - Segunda División: Campeón de Sección y de División. Ascenso a Primera.
King of The Twenties
En la década del 20, el fútbol del Río de la Plata era, claramente, el mejor del mundo. Así lo corroboró cada contacto internacional (Juegos Olímpicos, Copas América, giras, amistosos) que sucedió en aquellos años. El Mundial de 1930, con Uruguay y Argentina en la final, fue la consecuencia más notable y más visible. En ese contexto, Huracán resultó -junto a Boca- el más campeón de esta orilla. Del otro lado, la gloria se la repartían Nacional y Peñarol. En suma, los cuatro Reyes de ese fútbol entonces inmejorable.
Huracán del Río de la Plata
En los años 20, Huracán fue campeón de Liga de la Asociación Argentina (la oficial, afiliada a la FIFA) en cuatro ocasiones. A consecuencia de ello se ganó el derecho a participar en la final de la Copa Ricardo Aldao - Río de la Plata contra el campeón de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Pero hubo deserciones y ausencias: en 1921, no se presentó Peñarol; en 1922, no se presentó Nacional; en 1925, el Campeonato Uruguayo no finalizó por deficiencias organizativas y ese año Huracán fue el único campeón del Río de la Plata. En 1928, disputó el encuentro decisivo ante Peñarol y cayó por 3-0. Aunque no suelen aparecer en los Palmarés que se publican, se trata de tres títulos obtenidos por derecho adquirido, por aplicación del concepto de walkover (parte integrente de los reglamentos y costumbres de ambas Asociaciones) por la no presentación del rival en la final.
Los más coperos de los años 40
En los años cuarenta Huracán tuvo un gran protagonismo, sobre todo en el ámbito de las Copas. Se consagró campeón en 1942, en 1943 y en 1944. Cada trofeo tuvo además su propio valor agregado. La primera fue la Copa Adrián Escobar (accedían los 7 mejores de la competición de Liga). En ese 1942, Huracán finalizó tercero, detrás de River y de San Lorenzo. Ya sobre el final del año se disputó esta tradicional Copa de la época. Y el camino fue memorable: tras eliminar a Newell´s en los cuartos de final, venció 1-0 a San Lorenzo en las semifinales. Y el primer día de diciembre, en el Monumental ante 70.000 espectadores, derrotó 2-0 al local -con goles de Manuel Giúdice y Jorge Alberti- y se quedó con el primer título de esa hermosa trilogía. Al año siguiente, por la misma competición, se dio un gusto de los grandes. Se clasificó al finalizar cuarto en la Liga, eliminó a River y a Independiente. En la final, ante 60.000 espectadores en el Gasómetro, se impuso a Platense (tras igualar sin goles, se resolvió por el 4-1 en la diferencia de córners a favor). Y ese 11 de diciembre dio la vuelta olímpica en la cancha de su archirrival. Pero lo mejor llegaría con la tercera, la Copa Competencia Británica George VI. El trofeo -donado por David Kelly, embajador británico en la argentina, en nombre del rey en tiempos de la II Guerra Mundial, George VI- homologado por la AFA y la FA se lo quedó el Globo de Jorge Newbery. Eliminó en cadena a Vélez (2-1), a San Lorenzo (4-3, de visitante) y a Newell's (4-1), en las semifinales. En el encuentro decisivo, disputado en el Gasómetro ante más de 86.000 espectadores (cifra récord para un partido de Copa Nacional de la AFA), se reeditó el viejo Superclásico de los años 20 ante Boca, El Clásico del Puerto. Huracán se impuso 4-2, con goles de Tucho Méndez, dos de Llamil Simes y el restante de Natalio Pescia, en contra. Ese sábado 9 de diciembre, Huracán dio su segunda vuelta olímpica consecutiva en el vecindario de Boedo.
Magia del 73, Matriz del 78
El equipo campeón del Metropolitano de 1973 es considerado, por su juego, como uno de los mejores equipos de todos los tiempos. Era una maravilla al servicio de la pasión por jugar y por ganar. René, Miguel, El Inglés, Roque, Omar, El Coco, El Capitán Jorge... Y, claro, César para idear ese fútbol de alto vuelo. Ninguno necesita apellido, como el Diego o como Lionel. Pero ese equipo más allá de ser campeón ese año y gran protagonista en las temporadas siguientes fue otra cosa incluso más relevante: la matriz para el primer título de Argentina en la Copa del Mundo. Nada menos.
Gracias para siempre
Huracán fue el subcampeón del Clausura 2009. Y finalizó detrás de Vélez, luego de una definición escandalosa. Pero la mirada implacable de la historia lo exhibirá como el mejor. Consiguió el octavo subcampeonato de su vida centenaria (tras los de 1920, 1923, 1936, 1939, 1975, 1976 y 1994). Hay una certeza: Los Angeles de Cappa quedarán en la memoria. Es lógico: resultó, quizá, el mejor equipo del fútbol argentino en la última década.
Volvimos Campeones
Huracán consiguió lo que ningún otro equipo en la historia: regresó a la máxima categoría mientras se consagraba campeón de un torneo absoluto (la Copa Argentina). Así sumó la Estrella Doce. También se clasificó a la Libertadores. Un 2014 inolvidable.
Los Supercampeones
Huracán venció 1-0 a River y obtuvo la Supercopa Argentina, en 2015. Segundo título en cinco meses. La Estrella Trece. La conquista incluyó otro récord: el equipo que menos tiempo necesitó para salir campeón recién llegado a la A. Así, además, accedió a la Copa Sudamericana.
El abrazo de América
Huracán tuvo un 2015 memorable en el ámbito internacional. Fue el equipo con mejor registro de la Conmebol (una derrota en 18 partidos; "Equipo del Año"), mantuvo el Palacio Ducó invicto, fue subcampeón de la Sudamericana sin perder ni una vez (más allá de los penales ante Santa Fe) y se clasificó a la Libertadores 2016. Además, en el Ranking Mundial de Clubes se ubicó Top 4 entre los argentinos y Top 10 de América; y también 59 escalones por delante de San Lorenzo. Ya más tarde, en el siguiente semestre, se consagró como el mejor equipo argentino a nivel internacional en la temporada 15/16. Para seguir aplaudiendo. En 2017, además, participó del ámbito internacional por tercer año consecutivo. Disputó la Sudamericana. Ya en 2018, tras finalizar en el Top 4 de la Superliga, se grantizó un lugar en la Libertadores 2019. Y siguió protagonizando en la Conmebol: en la Sudamericana 2020 y 2023 y en la Libertadores 2023. Ahora, en 2025, es tiempo de regreso: jugaremos la Sudamericana. Novena participación en una década.
Escribe Jorge Iwanczuk, en su estupendo libro Historia del fútbol amateur en la Argentina: "En esas largas horas hojeando los diarios amarillos y llenos de polvo confirmé que los clubes no nacieron el 31 de mayo de 1931, fecha de inicio del Profesionalismo. ¿Por qué entonces si antes llenaron estadios con 40.000 espectadores y fueron grandes Racing, Boca, Independiente, San Lorenzo, Huracán, River... y hasta hubo un Campeonato Mundial en el que salimos subcampeones con jugadores amateurs, empezar a contar la historia por la mitad?"
Los Seis Grandes
La última manifestación oficial de la AFA sobre la valoración de los clubes fue publicada en la Memoria y Balance de 1942, Artículo 94. Allí se señala que son seis las instituciones a las que les corresponden tres votos: Boca, Huracán, Independiente, Racing, River y San Lorenzo. Los llamados "grandes". Así se encuentran mencionados por la máxima entidad del fútbol argentino: por orden alfabético. Para tomar la determinación se tuvieron en cuenta tres aspectos fundamentales: temporadas en la máxima categoría, campeonatos obtenidos y cantidad de socios. La expresión de la AFA se mantuvo hasta principios de los años cincuenta. Y luego, ya no hubo "votos privilegiados".
En nuestro lugar
La publicidad de Imparciales, un clásico de la década del 50. Y Huracán está allí, ubicado entre los grandes. En su lugar, también en el imaginario colectivo de ese tiempo. Los campeonatos de Primera contaban lo mismo: en los primeros 60 años de fútbol argentino (1891-1950), este era el ranking por títulos de Liga entre los equipos de la AFA: Boca (12), Racing (11), River (8), Independiente (5), San Lorenzo (5) y Huracán (4).
La verdad de las tribunas
Huracán, grande también por convocatoria. La historia cuenta que se encuentra entre los seis clubes con mayor cantidad de entradas vendidas; en definitiva de hinchas en las tribunas. Los datos son oficiales de la AFA y fueron publicados por los diarios Olé y Clarín, entre otros. Corresponden al período 1931-2009.
Lo que dijo la gente
En el último trimestre de 2001, el diario deportivo Olé realizó una encuesta entre hinchas y personalidades del fútbol respecto de una pregunta propia de este tiempo: ¿quién es el Sexto Grande? La respuesta fue inequívoca: Huracán, como marca la tradición. El Globo de Newbery acumuló 79.184 votos. Y entre los dos que lo escoltaron (Chacarita y Vélez) sumados no alcanzaron esa cifra.
Huracán está en todos lados. Nació en 1908, pero a partir de su gloria en los años 20, comenzó a tener hermanos/homónimos por el país y por el mundo. No hay un caso igual en el planeta. En la Argentina, además de El Globo original, otros seis llegaron a la máxima categoría. Y, de acuerdo con un relevamiento que puso en marcha el socio Fabián Lanier, hay más de 100 en 17 provincias: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, Tucumán, San Luis, Santiago del Estero, San Juan, Mendoza, Corrientes, Misiones, Chaco, Salta, Catamarca, Santa Cruz y Chubut. Pero no es un fenómeno sólo local. En Latinoamérica existen Huracanes en Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, México, El Salvador, Puerto Rico, Guatemala, Bolivia. Y también en Europa. Hay en España (incluso el tercer equipo de la Comunidad Valenciana) y en 2009 se fundó el Huracán FC London. Los dos casos más recientes son puro asombro: Huracán FC Sierra Leona y Huracán FC India, ambos nacidos del impulso del Quemero Henry May. Sí, Huracán también en Africa y en Asia.
Huracán-San Lorenzo, el Clásico de Barrio más grande del Mundo. Un espacio de rivalidad deportiva, pero también de pertenencia. Desde el Blog el mensaje es claro: sí al folclore bien entendido, siempre; NO a la violencia barrabrava que lo mata.
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El benefactor fundacional
Jorge Newbery fue un personaje clave de su época, hacia fines del siglo XIX y principios del XX. Polifacético hombre del deporte y del quehacer nacional, resultó también un generoso impulsor de este sueño llamado Huracán.
El Olímpico
Cesáreo Onzari fue una gloria de Huracán y del fútbol del mundo. Con el Globo de Newbery ganó los cuatro campeonatos de los años 20. Y la FIFA lo reconoce como el auténtico fundador del "Gol Olímpico".
Un grito para la historia
Guillermo Stábile puso a Huracán en el Cuadro de Honor de la FIFA al consagrarse goleador del Mundial de 1930. También se ganó entonces el Balón de Plata. Fue un símbolo de los años 20, La Década de Oro para El Globo de Newbery.
Un guapo del gol
Herminio Masantonio es el máximo anotador de la historia del club de Parque de los Patricios, con 254 goles en 349 partidos, y el tercero de la Era Profesional, detrás de Arsenio Erico y de Angel Amadeo Labruna.
El rey de la fantasía
René Houseman es un inequívoco motivo de orgullo: crack de todos los tiempos y campeón del Metropolitano de 1973. También se consagró con la Selección en el Mundial de 1978.
Soy periodista. Estudié Publicidad en la UADE y Sociología en la UNQ; primero, Derecho en la UBA. En Clarín desde 1996 a 2023. Participé de 7 de los libros publicados por la sección Deportes y fui enviado especial a todas las competiciones de la FIFA y de la Conmebol. También cubrí la Final de la Champions, en 2016. Formé parte de los equipos de Infografía, como asesor periodístico (Premio a la Excelencia de SND en 2000, 2011 y 2013 y Medalla Malofiej en 2013). Gané el Premio TEA al mejor periodista joven en medios gráficos, en 2004, y el Premio Especial del Año, en 2018, por el trabajo colectivo "Papelitos". En 2013 recibí el "Reconocimiento a la labor periodística" de parte del Congreso de la Nación. Publiqué junto a Oscar Barnade, en 2006, el libro "Mitos y creencias del Fútbol Argentino", de Ediciones Al Arco; y en 2014, "Todo sobre la Selección", de Editorial Club House. Soy miembro del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF), profesor en TEA y socio colaborador de APAER y de Greenpeace. También orgulloso fundador e integrante del Misura, en la UBA desde 1993.
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