domingo, marzo 27, 2011
El equipo de las simpatías
Por Horacio Pagani
Será por la vieja y rica historia del amateurismo de hace más de 80 años o por los recuerdos de Guillermo Stábile, goleador en el Mundial del 30. O por Herminio Masantonio, ídolo, figura, pero especialmente un guapo de verdad o por Tucho Méndez, uno de los símbolos del fútbol argentino. O por aquella triunfal aventura del 73 con el Flaco Menotti a la cabeza, más el Loco Houseman, Brindisi, Babington, el Coco Basile o será por el sino de Parque de los Patricios, el barrio y el tango unidos en la memoria de la porteñeidad. Lo cierto es que Huracán despierta una simpatía cómplice de los neutrales de la reina del Plata.
Y por eso fue el equipo del pueblo, aquel del tiki tiki que pergeñó Angel Cappa. Pero Huracán, su gente, sufrió mucho más de lo que disfrutó en los últimos años, con descensos incluidos. Y otra vez pareció condenado a la decepción tras aquel roce con el título de campeón en Liniers hace un par de años.
Estuvo en caída libre con el propio Cappa. Y no pudo enderezarse con Héctor Rivoira. Y tampoco alcanzó el halo quemero de Miguel Brindisi. El equipo quedó sin rumbo. Y se instaló en la zona roja. Roberto Tito Pompei, bombero en Boca para reemplazar a técnicos renunciantes, cómodo entrenador de la Reverva, trajo como única garantía su credencial de hincha verdadero; y todo su entusiasmo. Y el presidente Babington se jugó la última carta.
Empezó en la cuarta fecha con un vibrante empate ante Newell’s en Rosario. Después un triunfo ante Quilmes, rival directo en la indigencia futbolera. Y luego empate en Banfield tras ir perdiendo 2 a 0. Pompei quiso afirmar un equipo de memoria.Los designó a Campora y a Roly Zárate en la dupla de ataque. Y el regreso de Cristian Maidana aportó juego en tres cuartos. Orden, presión y pelota al piso fue la consigna.
El partido frente a Gimnasia tenía una importancia capital. Porque los tres puntos de distancia lo eran hasta el descenso directo. Fue una victoria nítida. Que significa alivio, que lo alejó seis puntos del peligro máximo, que alargó el invicto de Pompei a cinco partidos, que le permitió llegar a los 10 puntos y a la mitad superior de la tabla. Y como Huracán despierta simpatía...
Texto publicado en el diario Clarín.