viernes, marzo 25, 2011
Cappa, nuestro amigo
Angel Cappa lo sabe y lo reconoce: no se trata de un partido más. Lo cuenta la tabla de los promedios; pero sobre todo se lo señala su corazón, que se hizo quemero en su paso por Parque de los Patricios. En un fútbol proclive a los dramatismos y a las fáciles grandilocuencias, el técnico de Gimnasia dice y repite: “Se trata de un partido de amigos; así lo vivo”. Hoy, el hombre que forjó aquellos Angeles de Cappa -protagonistas centrales del fútbol argentino en 2009- volverá al lugar de los hechos felices: el Ducó. Enfrente tendrá a un Huracán diferente: la sexta estrella ya no es una búsqueda; ahora la prioridad es zafar del cuarto descenso en 25 años.
Se trata, más allá de las cuestiones sentimentales, de un duelo directo por la permanencia. Gimnasia está en zona de descenso, a sólo tres puntos de Huracán, que habita las incomodidades de la Promoción. Curiosamente, no vienen tan mal: con Cappa, el equipo platense no perdió como visitante, suma ocho unidades (cinco menos que Olimpo, el líder al inicio de la fecha) y viene de derrotar a Tigre (2-1, en el Bosque). Huracán, en tanto, apenas perdió un partido de los últimos siete y no perdió desde la llegada de Roberto Pompei.
“Tal vez seamos íntimos enemigos durante 90 minutos. Antes y después, seguiré sintiendo lo mismo: a Huracán siempre me unirá un gran afecto”, expresó Cappa respecto del partido de esta tarde. El año pasado, el entrenador -entonces en River- también pasó por el Ducó. Hubo aplausos y reconocimientos. La escena, claro, volverá a suceder desde la Miravé, desde la Alcorta y desde la popular Ringo Bonavena. Todo, más allá de ese carácter de final por subsitir en la máxima categoría.
Texto publicado por el autor del Blog en Clarín.