viernes, julio 02, 2010
Ossie, querida leyenda
En 1982, mientras las Malvinas resultaban el escenario del dolor de una guerra, a Ricardo Julio Villa -tan argentino como cada uno de esos chicos-soldados de 18 o 19 años que combatían en las islas- le sucedía una realidad contradictoria. Era el ídolo de un equipo inglés: Tottenham Hotspurs. Poco menos de un año antes había tenido una actuación para la historia en la final de la F.A. Cup de la temporada 80/81, frente al Manchester City. Había hecho dos de los goles del 3-2 consagratorio; uno de ellos con características maradonianas. Villa vivía entre ovaciones y angustias; entre elogios e inquietudes a la distancia. Se lo contó alguna vez a Clarín: "Ellos sabían separar al futbolista de esa situación que nosotros no habíamos provocado. Ellos decían: 'Ese es un conflicto entre gobiernos y no entre personas comunes'. Esa distancia siempre me pareció muy inteligente de parte de ellos".
Osvaldo Ardiles, también como Ricky campeón mundial con Argentina en 1978, formó parte de uno de los mejores tramos de la historia del Tottenham Hotspurs, un tradicional equipo de la Liga Inglesa, campeón a nivel local en 20 ocasiones (ocho F.A. Cups, dos titulos de liga, tres Copas de la Liga y siete Community Shields) e internacional en tres oportunidades (la Recopa en 1963 y la Copa de la UEFA en 1972 y 1984). Por su participación en este club londinense a principios de los 80, los hinchas aún lo recuerdan. Incluso en sus tiempos de futbolista le dedicaron una canción en la cual él participó como cantante (Ossie's Dream; 'El Sueño de Ossie'). La crearon para evocar la F.A. Cup ganada en 1981. Al año siguiente, el Tottenham repetiría su consagración en el más antiguo de todos los torneos del mundo (se disputa desde 1872). También con los Spurs de Londres Ardiles ganó una Community Shield y una Copa de la UEFA.
No es casualidad: los dos forman parte del Hall of Fame del club de White Hart Lane. Y cada vez que alguno de ellos camina por el norte de Londres advierte que la memoria está intacta y que se demuestra con cariño. También lo están comprobando en estos días de Mundial. Se sabe: el fútbol inglés es el más admirado en territorio sudafricano, muy por encima del español y del italiano. Incluso el canal Liverpool TV, la señal del club en el que juegan Javier Mascherano y Emiliano Insúa, llega hasta casi todos los rincones de este país.
De traje, impecables, sencillos, Ardiles y Villa explican y analizan antes, durante y después de los partidos para los cuales los designan. En la primera fecha, al ex futbolista de Huracán le tocó comentar el triunfo de Japón ante Camerún (1-0, en Bloemfontein); mientras que el mediocampista nacido en Roque Pérez le puso su voz y sus palabras al primer triunfo de Chile en 48 años (1-0 contra Honduras, en Nelspruit). Hay otros comentaristas conocidos para la Argentina: John Barnes (aquel wing izquierdo que complicó a la Argentina en México 1986), Doctor Khumalo (el delantero del fugaz paso por Ferro, a principios de los 90) y Samuel Kuffour (el autor del gol del Bayern Munich ante Boca, en la final Intercontinental de 2001).
Las glorias de la Premier League son consideradas glorias también acá. Ahora, en rol de comentaristas, Ardiles y Villa ofrecen observaciones y detalles adecuados para la televisión local durante los partidos de la Copa del Mundo. Y a ellos los presentan como lo que son: "Spurs's Legends" (Leyendas de los Spurs). Casi tres décadas después, nadie olvida aquellos días de magia cuando Ossie y Ricky hacían posible lo que que hoy parece imposible: que el Tottenham sea el mejor de todos los equipos ingleses.
Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín, durante la cobertura del Mundial 2010.
Post publicado desde Ciudad del Cabo, Sudáfrica.