lunes, junio 28, 2010
Quiero verte otra vez...
En 1973 Huracán rompió un maleficio enorme: ganó el campeonato luego de 45 años de espera, desde aquel inolvidable equipo de 1928, con Guillermo Stábile, Cesáreo Onzari, Adán Loizo y Angel Chiesa. En el medio había levantado cuatro Copas (la Consuelo Beccar Varela en 1933; la Adrián Escobar en 1942 y en 1943; y la Competencia Británica en 1944), pero el título más importante del fútbol argentino se le venía negando.
Desde entonces, desde aquella vuelta olímpica del equipo de César Menotti, Huracán estuvo cerca en varias ocasiones. Fue cuatro veces subcampeón: en 1975 (detrás de River), en 1976 (a pesar de haber sumado nueve puntos más que el campeón Boca), en 1994 (cuando le alcanzaba con un empate ante el campeón Independiente en la última fecha) y en 2009 (cuando a ocho minutos de la consagración sucedió una de las más escandalosas definiciones, en beneficio de Vélez)...
Ahora, y a pesar de todo, siempre amanece esa luz de entusiasmo con cada comienzo de torneo. Y esta vez, en este Apertura 2010, no habrá excepción, más allá de las prioridades a las que la insoslayable lógica obliga (las del promedio y las de la economía). A pesar de una conducción que no parece enterada de cuál es el escenario ni cuál es el camino a seguir. A pesar de todo, como casi siempre en las últimas tres décadas.
Post publicado desde Durban, Sudáfrica.