jueves, junio 24, 2010

El triunfo de los vencidos



Los Angeles de Cappa consiguieron algo grande. Más allá de que Mario Bolatti (nuestro Super Mario) y de que Javier Pastore (nuestro Flaco) están ahora en el Mundial, aquel Huracán estableció una discusión propia de Eduardo Galeano: ¿Los vencedores siempre son los ganadores? ¿Los vencidos pierden siempre?
Pocos equipos consiguieron poner en duda legitimidades de títulos ajenos. Tal vez el Banfield de 1951; quizá nuestro Huracán del 39 o el del 76; seguramente dos gigantes del fútbol del mundo: Hungría de 1954 y Holanda de 1974, aquellos perfectos subcampeones capaces de hacer olvidar incluso al presunto vencedor.

Post publicado desde Ciudad del Cabo.