miércoles, abril 21, 2010

Lujos de otro tiempo


Valeriano López fue uno de los más grandes goleadores de la historia del fútbol de Perú. Cuenta una crónica del Blog Radio Rosada: "Su apellido cobra renombre en la temporada 1946 cuando con 22 goles conquista el galardón de goleador del fútbol peruano. En la temporada 1947 consigue 20 goles y en 1948 sigue en plano ascendente y logra otros 20 tantos. Lamentablemente, en 1949, en plena madurez deportiva, fue castigado a perpetuidad por su mala conducta. Enrumbó al único país en donde podía jugar, Colombia, desafiliada de la FIFA y que en esa época congregó a los mejores jugadores del mundo. En el Deportivo Cali integró el ataque con su compadre Gerónimo Barbadillo, Manuel María Drago, Vides Mosquera y el ‘Tigrillo’ Salazar. Todos triunfaron. Valeriano se metió en el corazón de la hinchada caleña, tanto así que la afición luego de cada partido, a la salida del estadio, lo esperaban para llenarle los bolsillos de pesos y dólares. Con Valeriano, Barbadillo, Mosquera, Drago y Salazar en su delantera, el Deportivo Cali fue animador de los campeonatos colombianos de 1949 (2°) y 1950 (3°).
Levantada la sanción, regresa al Perú y al Boys en 1951 donde consigue pasar a la historia con sus 31 goles en 16 partidos. El ‘Tanque de Casma’, fue el goleador del torneo con un promedio de casi dos goles por partido. Pese a ello, el título se definió en el último partido frente al Deportivo Municipal, que el año anterior le había arrebatado la corona al Boys apenas por un punto. El cuadro porteño se tomó la revancha al ganar por 3-2 sumando 28 puntos sobre los 26 de su archirrival.
Aquel día le hizo tres goles al 'Flaco’ Luis Suárez del Municipal, a quien Valeriano, antes del partido, se acercó para saludarlo y de paso decirle lo siguiente: 'Ahora te voy a meter tres goles...'. En la medida que se producían los goles, Valeriano le recordaba a gritos los que faltaban. Hasta que llegó el tercero y Valeriano le dijo lo siguiente: 'Ya cumplí con mi palabra. En adelante puedes atajar tranquilo...'. Asimismo, Valeriano demostró ser el mejor cabeceador de nuestro fútbol. Cuando se producía un córner, las defensas formaban barrera para evitar su ingreso al área porque siempre ingresaba arrollando al que le salía al paso para elevarse por sobre todos y cabecear con una potencia inusitada, al punto que sus cabezazos parecían cañonazos. Muchos críticos nacionales, decían en reiteradas oportunidades y con razón: 'Ese hombre no cabecea... patea con la cabeza...'.
También por la potencia de sus disparos se encargaba de los tiros libres, anotando varios goles por esa vía. No era un jugador muy técnico, era pura fuerza.
Por ello -además de jugar por el Deportivo Cali de Colombia y el Huracán de Buenos Aires-, también pudo jugar por el Real Madrid, porque hasta Europa llegó su fama. Incluso, en una oportunidad, cuando jugaba en Colombia, Santiago Bernabeu, presidente del club español, viajó expresamente para contratarlo. Lamentablemente Valeriano, que sólo tenía la cabeza para rematar y no para pensar, desperdició esa gran oportunidad: Luego de llegar a un acuerdo y recibir incluso un adelanto, se ‘perdió’ el día designado para firmar el contrato. Lo esperaron dos, tres, cuatro días y Valeriano no aparecía, y don Santiago regresó a su país con Alfredo Di Stefano. Bernabeu confesaría: 'Fui por Valeriano, porque jamás vi un cabeceador tan extraordinario, pero retorné con Alfredo. Y no me quejo... porque me dio cinco Copas de Europa.'"

Valeriano es uno de los únicos tres futbolistas sudamericanos que convirtieron, en promedio, más de un gol por partido jugado. Los otros dos fueron el brasileño Arthur Friedenreich y el argentino Bernabé Ferreyra. No sólo eso, este peruano notable fue también orgullo de Huracán. En 1953, fue contratado por el club de Parque de los Patricios: disputó 18 encuentros e hizo 10 goles. Luego se iría a Alianza Lima. Bajo el cielo del fútbol argentino, rindió por debajo de su condición de leyenda. Sin embargo, su nombre merecerá siempre el recuerdo. También de los quemeros...