domingo, octubre 09, 2016

Caruso y el Huracán guerrero


Ricardo Caruso Lombardi lo dice con una sonrisa jactanciosa: “Vengo a derribar mitos”. Lo sostiene porque entiende que el éxito no es patrimonio exclusivo de una idea. Está convencido de que se puede ganar de diversos modos. El que él pregona parece ajeno a la historia de las últimas décadas de Huracán. En Parque de los Patricios, Menotti, Cappa y el tiki tiki resultan una suerte de búsqueda sagrada. De mito irreductible.

Los que habitan ahora la Alcorta, la Miravé o la Bonavena son los mismos que lo insultaron por gestos o por origen. Caruso confía en que lo van a terminar aplaudiendo.
En cualquier caso hay una verdad que excede a los estilos: cada hincha -de Huracán o de cualquier otro- abraza, por afecto a los colores, primero a la victoria que al modo en el que esa se obtiene. Sobran ejemplos por los rincones.
En el caso particular del Globo de Newbery hay un escenario que merece ser contado: hasta la irrupción de los magos del 73, los mejores equipos de Huracán eran combativos, guerreros. Los reyes de los años veinte (los más campeones de esa década junto a Boca) eran un grupo de gladiadores, el Huracán del bravo Masantonio -ganador de tres Copas Nacionales en los cuarenta- luchaba hasta el último de los suspiros. Caruso -según dice- tiene mucho de aquellos.

Texto publicado por el fundador del Blog, en Clarín.

Más:
La entrevista completa, en Clarín.