El 25 de mayo de 1903, hace 109 años, frente a la casa de Tomás Jeansalle, en la calle Ventana 859, Nueva Pompeya, Américo Stefanini, alumno del Colegio Luppi, y varios de sus compañeros, fundaron un club de fútbol bajo el nombre de “Verde esperanza y no pierde” (o “Verde esperanza y nunca pierde”). Ellos estuvieron a punto de llamarlo “Defensores de Villa Crespo”, curiosamente. Pero la opción no alcanzó suficientes votos.
El paso siguiente era tener un sello de goma para la papelería del
flamante club. Algunas narraciones afirman que el librero del barrio, de
apellido Richino, les recomendó un nombre más corto, ya que el elegido
era muy extenso para el sello. En una de las paredes había un almanaque
con la leyenda “El Huracán”, y los muchachos se decidieron por ese
nombre.Así, el primer sello del club decía: “CLUB EL URACÁN – Calle VENTANA 859”.La historia oficial dice que la ausencia de la H fue porque Richino
era italiano. Hubo que corregirlo, obviamente. El primer presidente del
club fue Agustín Caimi, el secretario Tomás Jeansalle y el tesorero
Gastón Brunet.
En un libro de actas iniciado en julio de 1910, aparece el “Acta de
Fundación del Club Atlético Huracán”, fechada el 12/11/1908: “Fúndase
en Buenos Aires con fecha 25 de mayo de 1903 el Club Atlético Huracán y
reorganizado el 1º de noviembre de 1908, con el fin de fomentar el juego
atlético, especialmente el football”, firmando como presidente José
Laguna y como secretario Alberto Rodríguez.
Por eso Huracán festeja su aniversario en noviembre, pero no puede ignorar el comienzo en mayo.
Por ellos, impulsores de nuestro Huracán, también jugamos mañana.