sábado, junio 25, 2011
La pasión no se mancha
Por Ricardo Sapia
Los hinchas, lo único que le queda al club, pasamos una vez más (y nunca se aprende del error) por el lamentable transitar del descenso de categoría. Los hinchas, sobrevivientes de tantas batallas, lloramos por esta historia escrita por dirigentes, técnicos y jugadores irresponsables, incapaces, incompetentes y nulos que hicieron todo lo posible por sacarnos del lugar que tanto nos había costado recuperar (y que volverá a ser arduo y crítico porque los tiempos cambian y Huracán como institución futbolística está, año tras año, peor). Los hinchas, niños, jóvenes o viejos, que ayer dimos muestra de pasión y emoción con el cantar incansable, tenemos pena y dolor, no hay consuelo y la desilusión nos invade porque se nos hace imposible creer que dos años después de pelear por agregar una estrella a nuestro Globo, toda la torre de esperanzas gestadas, a pesar de la caída, hoy sea montaña de cenizas. Quedamos a la deriva como lo que fue el club en estos últimos dos años, un barco sin timón. Ayer se escribió el último capítulo.
Habrá elecciones en 11 días y los que se postularon para mandar en el club tendrán que tener capacidad, aptitud y proyectos serios (basta de promesas mentirosas) para que Huracán, el mío y el tuyo Quemero amigo, pueda revalidar sus pergaminos de una vez y para siempre. Si no lo tienen claro, no se presenten.
¡Globo de mi vida, nunca te vamos a abandonar!
Texto publicado por el periodista Ricardo Sapia, en Olé.