domingo, abril 03, 2016

Tan distintos


El Palacio Ducó, en 1984, a salvo de la posibilidad de ser rematado. Días complicados. Y ante la adversidad, otra vez, surgió la obra invisible de los socios. Ese gran triunfo de todos. Ese mensaje para siempre: el barrio, la identidad y la tradición no se tocan...